El inicio de la ronda española

La Vuelta abre las puertas de Barcelona al deporte mundial

La prueba ciclista, que blindará todo el corazón de la capital catalana este sábado, será el primer gran acontecimiento deportivo antes de la Copa América y de las candidaturas para acoger el Tour, el Mundial de Atletismo, la Final Four de baloncesto y el Mundial de 2030 en el Camp Nou.

Cortes y afectaciones de tráfico por el estreno de la Vuelta.

Cartel del inicio de la Vuelta Ciclista a España, en la calle de Marina, en Barcelona

Cartel del inicio de la Vuelta Ciclista a España, en la calle de Marina, en Barcelona / MANU MITRU

Sergi López-Egea

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Hoy es la Vuelta y más adelante será el Tour. Barcelona se blinda el sábado para que los mejores ciclistas del mundo recorran el corazón de la ciudad, en un paseo rápido, a más de 56 kilómetros por hora, vistos y no vistos, mejor situarse en una curva para verlos pasar, en una imagen que deberá quedar guardada ante los ojos de miles de barceloneses y turistas que serán testigos de la primera entrega de la ciudad catalana como capital mundial del deporte.

Barcelona abre este sábado el telón del deporte mundial con una contrarreloj de 14,8 kilómetros que servirá para estrenar la Vuelta 2023, cargada de figuras y que más adelante ascenderá por montes tan complicados como el Tourmalet, pero que a nivel ciudadano marcará el punto de salida del proyecto deportivo más ambicioso nunca visto en la capital catalana. La Vuelta sólo es el punto de partida como queriendo decir, haciendo un viejo juego de palabras, que con la ronda española comenzó todo, por tierra y por mar.

De las bicis al mar

Hoy es el ciclismo, una ronda española en alza, que quiere acercarse cada día más al Tour, propietario de la carrera, y el año que viene será la Copa América, la reina del mar, de ese mar con el que bicicletas y veleros se hermanarán este viernes, en la playa de la Barceloneta, en el punto de salida de la prueba ciclista, con los organizadores de ambos eventos para pasarse el testigo deportivo antes de que los corredores se pongan en marcha, se paralice la ciudad y se viva un sábado especial de fiesta popular y gratuita, porque no hay otro deporte que no sea el ciclismo donde estrellas mundiales como Jonas Vingegaard, ganador de las dos últimas ediciones del Tour, pase por delante de casa, sin tener que moverse y, sobre todo, sin tener que desembolsar un euro o desplazarse a un estadio, pabellón o circuito para verlo en acción.

“Hemos diseñado un recorrido muy urbano por lo que esperamos que haya una gran respuesta de público. Creo que hemos sido capaces de aprovechar una ciudad, con unos tesoros urbanísticos conocidísimos, pero que nunca cansan de enseñar, y con un escenario de salida del que estamos orgullosos con el mar como protagonista. Hemos creado un gran recorrido por el corazón de Barcelona”, cuenta Javier Guillén, director de la Vuelta, que lleva más de un año, en colaboración con el ayuntamiento, en el diseño de la primera etapa de la carrera. El domingo, los corredores saldrán de Mataró y llegarán a las puertas del Estadi Olímpic. Luego se dirigirán a Andorra. El martes la prueba se despide de Catalunya con la cuarta etapa que finalizará en Tarragona.

La plataforma de salida

Pero ya desde este jueves se puede ver en la playa del Somorrostro la plataforma marítima, transparente, instalada sobre seis patines de vela flotando sobre las aguas del Mediterráneo. Se ha escogido la parte de la playa más recogida, por cuestiones de oleaje, en la zona que se conoce como la Platja Prohibida para que desde ahí partan los corredores, hacia la arena donde una alfombra permitirá a las bicicletas rodar sin mayores contratiempos.

Si 2023 es el año de la salida de la Vuelta. Si este jueves en la Barceloneta, a partir de las 20 horas, se vivirá la fiesta de la presentación de equipos, amenizada por los hermanos David y José Manuel Muñoz, Estopa en pura esencia, creadores de la sintonía de la prueba, si 2024 está reservado para la Copa América, Barcelona aspira a partir de ahora a otros eventos de primer orden mundial, todos ellos, excepto uno, contemplados durante la actual legislatura y por los que la capital catalana ya ha iniciado los pertinentes contactos con el fin de ser designada sede oficial.

Los contactos

En enero, tras la presentación oficial de la Vuelta, que tuvo lugar en el Palau de la Música, el por aquel entonces primer teniente de alcalde Jaume Collboni, hoy máxima autoridad municipal barcelonesa, se reunió con Christian Prudhomme, director general del Tour, para oficializar el interés de la ciudad para acoger la gran salida de la ronda francesa. La decisión debe tomarse en los próximos meses. La primera fecha disponible es para 2025 ya que la carrera se inicia el año que viene en Florencia.

Pero no son solo las bicis o la vela. Barcelona quiere más y por ello aspira a organizar el Mundial de Atletismo, que esta semana se está celebrando en Budapest, y a conseguir también la sede de la Final Four de baloncesto.

Otro ambicioso proyecto, aunque ya sería para el próximo curso político, es que el naciente Camp Nou, ahora en obras, se convierta en una de las sedes del Mundial de Fútbol que España y Portugal quieren llevar a cabo en 2030. La final sería el objetivo más ambicioso.

Por otra parte, Òmnium Cultural ha llamado al independentismo a llevar 'esteladas' este sábado durante la primera etapa de la Vuelta en Barcelona. "No tenemos ninguna preocupación. Nosotros no nos pronunciamos en estos temas. Cualquier manifestación pacífica debe ser aceptada", afirmó Javier Guillén a preguntas de este diario.