Los restaurantes de Pau Arenós
Una 'fideuà' asiática para los 10 años del restaurante Casa Xica
Raquel Blasco y Marc Santamaria festejan los diez años de su restaurante catalanoasiático con una recopilación de platos emblemáticos
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Pau Arenós
Coordinador del canal Cata Mayor
Periodista y escritor, con 17 libros publicados, entre ellos, novelas y cuentos, y media docena de premios, como el Nacional de Gastronomía. Ha estado al cargo de las revistas 'Dominical' y 'On Barcelona' y ha dirigido series de vídeorecetas y 'vídeopodcast'. Entre las últimas publicaciones, 'Nadar con atunes y otras aventuras gastronómicas que no siempre salen bien' y el recetario 'Cocina en casa'.
¿Puede existir la 'fideuà' asiática? Sí, puede o podría: la he comido en Casa Xica, aunque no sé si Raquel Blasco y Marc Santamaria tenían esa idea en las cabezas cuando desenredaron los fideos de soja verde y gamba roja en el 2016. Sé que fuerzo el concepto. Un poco antes, a finales del 2015, probé una primera versión con vieiras, pero esta es superior. Ellos aún no habían cumplido los 30 años y ya habían dirigido restaurantes en Shanghái.
La excusa para el regreso es la primera década del restaurante calatanoasiático, que con el nombre describe la calle (França Xica) y el tamaño, si bien con la terraza ha duplicado la capacidad.
Casa Xica
França Xica, 20. Barcelona
Tf: 623.998.676
Menú degustación: 60 €
Precio medio (sin vino): 40 €
La misma satisfacción gastronómica que entonces, aunque el trote ha pasado factura al local, en proceso de renovación, con una inmediata sustitución de mesas. Algún plato baqueteado merece también la honorable retirada.
Desde que los conocí ha habido cambios notables para bien y para mal. Para bien, el nacimiento de los tres hijos y la consolidación de Casa Xica. Para mal, el abrupto cierre de Final Feliç, el intento de la pareja de una cocina de más alto voltaje y cuyas deudas han solventado recientemente. Ahora sí, un final feliz. «Lo que tengo es lo que puedo», resume Raquel a lo Confucio.
Los diez años (17 de julio del 2014) los festejan con la edición de un librito con las recetas de «los platos más aclamados» y su contexto, en palabras de Raquel, y una carta con esos imprescindibles.
Como tercera pata del proyecto, Joan Priego, en el equipo desde hace dos años, al frente de la sala y de las botellas, con una oferta de vinos naturales, una dirección vinícola ampliamente adoptada por la hostelería local, pero que sitúa a Casa Xica entre los pioneros. Tercia Marc con la seguridad de que fueron el primer restaurante con el despliegue (¿y Gresca?). El último, el indio Achaar, de los hermanos Alam.
Pasan por mi mesa las copas de Stop Making Sense, de Vinyes Tortuga (qué difícil lo ponen lo viñadores para que el cliente recuerde los nombres); Casa Xica, de Vinyes Singulars, con un 'coupage' destinado a ellos; y Puerta del Viento, y en los tres encuentro satisfacción.
Un repaso a los grandes éxitos, como el recopilatorio que los roqueros publican entre disco y disco original. Casa Gran, le pondría.
Entro con el tartar de calamar con ajoblanco (2018), y es el que prefiere Raquel de los 500 platillos que han ido almacenando en este tiempo.
El molusco macerado con soja/mirim, contrasta con el blanco del ajo/almendra mezclado con la leche de coco, reformulación de la sopa fría.
Después, el 'bao' con doble fermentación y aceite de oliva relleno de un guiso de vacuno (no de buey ni de toro), intenso, pornográfico, del 2015, y que los identifica porque está en el origen de la 'baoización' que nos ha invadido (ah, todas esas masas congeladas), porque mezcla mundos y renueva tradiciones.
El plato de la velada son esos fideos cocinados con caldo de pescado y una buena ración de mantequilla y leche de coco y que alcanzan una cremosidad que obliga a palillear a fondo. Sugiero mezclar la salsa de la cabeza de la gamba y añadir un plus de sustancia. Venga, a ver si se propaga la chispa de la 'fideuà' asiática...
Del 2018 es el 'buta kimchi' de pluma ibérica y recuerdo que en Final Feliç ya le di un muerdo a esa carne tierna gracias al 'kimchi' de col y piña, y que saltean con calamar. «Mar y montaña», ha dicho Joan al pasarlo.
Añadido de emergencia para redondear la comida, las 'gyozas' de gamba, hígado de bacalao y espinacas (2016). Y el postre, el chocolate con frutos secos a la cantonesa y agradablemente picantito.
Cocina de aquí y de allá, catalanoasiática, asiáticocatalana, da igual el orden, cómo los continentes chocan y se unen y prosperan en las cabezas de Marc y Raquel.
El equipo
Raquel Blasco, Marc Santamaria y Joan Priego.
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