Negocio familiar

Murivecchi, el restaurante italiano que ha alcanzado 20 años y más de un millón de clientes

Este local del Born mantiene su largo y 'bravissimo' éxito a base de gastronomía napolitana a precios razonables

Restaurantes italianos con buen gusto

5 platos desconocidos de la gastronomía italiana

Ciro Esposito y su mujer, Imma Herrera, flanqueados por sus hijos, Kiara y Gino, en la entrada de Murivecchi.

Ciro Esposito y su mujer, Imma Herrera, flanqueados por sus hijos, Kiara y Gino, en la entrada de Murivecchi. / El Periódico

Ferran Imedio

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Si alguien quiere saber cuál es el secreto del éxito de un restaurante, que se lo pregunten a Ciro Esposito, una especie de rey Midas en el apartado 'restauración italiana en Barcelona'. Murivecchi, uno de sus establecimientos en la capital catalana, cumple 20 años de éxito 'bravissimo', tal como certifica esta impresionante cifra: más de un millón de clientes han pasado por su popular local del Born, buen representante de la gastronomía napolitana.

Son los cálculos que ha hecho su hija Chiara, porque este es un negocio familiar (también andan metidos Imma Herrera, que es su madre y la esposa de Esposito, y el otro hijo de ambos, Gino). Kiara echó mano de la plataforma de reservas con la que trabaja, Cover Manager, para comprobar cuántas reservas se confirmaron en 2023: 77.000. Después añadió el 20% aproximado de quienes se suelen presentar sin pedir mesa previamente, con lo que ya rozó los 100.000 en un solo año. Una auténtica barbaridad.

Murivecchi

Princesa, 59. Barcelona

Tf: 93.315.22.97

Precio medio (sin vino): 30 €

Pero quiso ser honesta y no multiplicó 20 años por 100.000 clientes para que le saliera la bonita cifra de 2 millones de personas, porque en los primeros años no daban de comer a tanta gente. "No teníamos tanto éxito ni seis días a la semana con el horario ininterrumpido como ahora, y además sufrimos el cierre y las restricciones por la pandemia". Como no podía saber la cifra exacta antes de tener la aplicación informática de reservas, fue muy conservadora. "Son más de un millón de clientes, eso es segurísimo".

En cambio, otras cifras sí son exactas, o casi exactas, porque tenían registradas las compras a los proveedores desde que abrieron en 2004. Más de 240.000 kilos de leña, más de 60.000 litros de tomate San Marzano, más de 180.000 kilos de harina para su masa madre, más de 148.000 kilos de pasta, más de 144.000 kilos de mozzarella...

Volvemos a Esposito para que suelte prenda del porqué de su éxito. "Hacer una cocina para la gente del barrio y no para el turista. Ofrecer buena comida a un precio equilibrado. Un trato muy familiar. Escuchar al cliente. Buscar la perfección. Elaborar nuevos platos. Cambiar continuamente", enumera.

'Tagliolini' con 'ceps', 'guanciale', azafrán y yema de huevo, plato con el que Murivecchi celebra sus 20 años.

'Tagliolini' con 'ceps', 'guanciale', azafrán y yema de huevo, plato con el que Murivecchi celebra sus 20 años. / El Periódico

Efectivamente, los Esposito son gente inquieta, dinámica. Han cambiado la decoración de Murivecchi cinco o seis veces pero no varían su filosofía gastronómica; de hecho, hay varios platos que resisten de la carta de hace 20 años: 'pappardelle' con ragú de jabalí y setas, espaguetis 'a le vongole' con tomatitos 'datterini', 'paccheri' con gambas, calamares y tomatitos del Vesubio, y 'tagliolini' con tinta de sepia, gambas, calabacín y tomatitos. Para celebrar estas dos décadas, están sirviendo los sensacionales 'tagliolini' con 'ceps', 'guanciale', azafrán y yema de huevo "porque los 'ceps' y el azafrán están de moda".

También hacen pizzas con masa madre fermentada 72 horas y cocidas a 480 grados en un horno de leña, pastas artesanales de Gragnano (consideradas las mejores del mundo), entrantes y postres caseros con ingredientes frescos... todo ello acompañado de vinos de Campania, Sicilia, Toscana y Puglia.

Una pizza recién salida del horno de leña de Murivecchi.

Una pizza recién salida del horno de leña de Murivecchi. / El Periódico

Esposito es un tipo creativo, como lo demuestran los platos que se sacó de la manga durante la pandemia: 'tagliatelle' con trufa rallada, 'tagliatelle' a la carbonara y ñoquis con ragú que se introducen frente al cliente en una rueda de queso pecorino. En formato pequeño, para dos personas, algo que nadie había hecho antes en España, y que versionaba las enormes ruedas de parmesano que se usaban en bodas y otros ágapes grupales en Italia (en Barcelona, lo hacía el ya cerrado Da Greco). De nuevo un exitazo que han copiado muchos restaurantes italianos.

Bendito Fuoco y Concepto Nonna

No le molesta. Acaso porque bastante tiene con gestionar tal éxito. Pero está acostumbrado a hacerlo desde que, siendo joven, abrió un restaurante italiano cerca de Hamburgo con su hermano. Se pasó al sector textil pero conoció a su mujer y se estableció en Barcelona. Cansado de viajar por su trabajo, montó con un socio el restaurante de cocina napolitana contemporánea Un posto al sole (2003); triunfó y se lo vendió. En 2004 llegó Murivecchi. En 2006 abrió Gusto (Rosselló, 108) con otro socio; sigue en marcha pero hace tiempo que se deshizo de sus acciones.

Y ahora, también tiene Bendito Fuoco (en Rosselló, 235, desde 2022) y Concepto Nonna (en Villarroel, 245, desde 2023). Y, sí, lo has adivivinado: también van como un tiro.

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