Vistas y sabores memorables

Tastavents: un restaurante gastronómico por todo lo alto frente al mar

El Hotel Marina Badalona alberga un espacio consagrado a la cocina clásica único en la ciudad

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Solomillo de ciervo del restaurante Tastavents (Badalona).

Solomillo de ciervo del restaurante Tastavents (Badalona). / El Periódico

Ferran Imedio

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No hay muchos restaurantes gastronómicos en el litoral de Barcelona y alrededores con vistas elevadas sobre el mar. En Badalona solo hay uno: se llama Tastavents. En este espacio único ubicado en la tercera planta del Hotel Marina Badalona, que en los bajos alberga Tela Marinera, cuesta apartar la vista de la panorámica que se despliega frente al comensal: en días despejados puedes divisar tooooodo el Maresme a un lado y tooooda Barcelona al otro. Sencillamente espectacular.

Privilegiado el cliente, en la sala o en la terraza (no están de más unas gafas de sol en días luminosos y algo de crema solar) y privilegiados los componentes del equipo de los chefs Dídac Alcoriza y José Mansilla, que disfrutan de la misma postal desde su cocina, visitable y con un rincón donde disfrutar de sus creaciones.

Tastavents

Eduard Maristany, 225. Badalona

Teléfono: 830.83.10.83

Precio medio (sin vino): 60 €

hotelmarinabadalona.com/gastronomia/tastavents

Pero aquí has venido a comer, así que vale la pena dirigir la mirada a sus elegantes platos de cocina clásica, tradicional, trabajados con un producto a la altura de las vistas y ejecutados con sobriedad y exactitud. Impecables, desde los aperitivos hasta los postres.

La sala del restaurante Tastavents (Badalona).

La sala del restaurante Tastavents (Badalona). / El Periódico

Desde el tartar de gambas de Palamós sobre un alga 'nori' crujiente hasta el rodaballo salvaje con emulsión de ajo negro y blanco, jugo de calamar y trompetas de la muerte; desde el pulpo guisado con papada ibérica, anguila ahumada y 'sepietas' hasta el solomillo de ciervo con colmenillas y puré de coliflor asada y salsa Café de Paris.

Algunas de ellos salen de la carta y otros forman parte de alguno de los dos menús degustación, cuyos precios son realmente competitivos: 65 y 95 € (con sus respectivos y más que recomendables maridajes, hay que añadir 25 y 35 € más).

Si prefieres elegir el vino de su bien seleccionada bodega, puedes entretenerte un buen rato consultándo su 'tablet' interactiva pero -aviso a navegantes-, te perderás esas vistas. Tampoco sería un drama porque tiene solución: este es un restaurante al que siempre querrás volver.

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