Buena higiene

Con estos trucos podrás mantener siempre limpio tu lavavajillas

Si sigues estos consejos garantizarás su funcionamiento óptimo y alargarás sus años de vida

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Lavavajillas.

Lavavajillas. / Freepik

Laia Zieger

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Mantener en buen estado el lavavajillas y alargar así su vida útil no es una tarea complicada. Basta con ser rigurosos con algunas pautas que a menudo descuidamos para garantizar su funcionamiento óptimo y alargar sus años de vida. Sin embargo, que los tiempos han cambiado: aquellos viejos lavavajillas que duraban tres décadas ya no existen y los de nueva generación raramente superarán, con mucha suerte, los 12 o 13 años (dependiendo de la marca y de la frecuencia de uso). 

Además de limpiarlo con regularidad y mantener unos correctos niveles de sal y abrillantador, es importante no meter trozos de comida en el lavavajillas que puedan quedarse atascados. Ante cualquier sonido extraño o anomalía que detectemos, es conveniente parar el lavado cuanto antes y asegurarnos de que todo funciona correctamente. Estos son solo algunos aspectos a tener en cuenta para cuidar nuestro lavavajillas como se merece, pero hay muchos más.

Limpiarlo por dentro y por fuera

El hecho de que el interior del lavavajillas esté constantemente en remojo no significa que no haya que limpiarlo periódicamente para evitar que se acumule la grasa. Esta puede dar lugar a malos olores, de modo que lo mejor es mantenerlo siempre limpio en el día a día con la ayuda de productos específicos o simplemente con el propio detergente de lavar los platos. Bastará un cepillo y una bayeta para garantizar la limpieza rutinaria del aparato. 

Ademas, es conveniente hacer alguna limpieza a fondo de vez en cuando. Para ello, lo mejor es usar vinagre o bicarbonato y dejarlo abierto durante unas horas. ¿Cómo proceder? El mejor método es utilizar una bayeta húmeda y bicarbonato (que también podemos esparcir por dentro la máquina) y añadir vinagre de limpieza en la cubeta. A continuación, lo ideal es poner un programa corto, dejar que actúen ambos productos y una vez finalizado dejar el lavavajillas abierto. Esto puede hacerse puntualmente, como máximo un par de veces al año, ya que el vinagre es muy efectivo pero su acidez puede dañar el aparato.  

Dejarlo abierto después de los lavados

Muchos nuevos modelos se abren solos al acabar el lavado, pero si no es el caso lo mejor es abrirlo después de cada uso y dejarlo abierto durante un rato para que no se acumule la humedad dentro, ya que la máquina podría estropearse.  

Utiliza vajilla buena

No es solo una cuestión estética. Tener una vajilla de buena calidad alargará la vida del lavavajillas, ya que no retendrá tanto los restos de comida y grasa. Comprar platos y vasos de escasa calidad supone que salgan opacos y sin brillo, cosa de la que a menudo culpamos al electrodoméstico sin saber que está en nuestras manos revertir la situación haciéndonos con piezas elaboradas con mejores materiales. 

No lo llenes a tope

En muchas ocasiones, creemos que nuestro lavavajillas tiene un problema, pero lo cierto es que no lo tendría y hasta la última de las cucharillas saldría impoluta si lo llenásemos menos. Es importante, por tanto, no solo no llenarlo excesivamente, sino dedicar un tiempo a colocar bien la vajilla para que no quede pegada o superpuesta y haya suficiente espacio para que circulen correctamente el agua y el detergente. Es preferible que sobre algo de espacio, así que si no nos cabe todo, mejor reservar una parte para el siguiente lavado.

Lavavajillas

Lavavajillas / Agencias

Limpiar los filtros

Los filtros son, a menudo, los grandes desconocidos para los usuarios de electrodomésticos como lavavajillas, secadoras o aires acondicionados. Es importante mantener una buena higiene de estos, que se deben limpiar con un producto antical siguiendo las indicaciones del fabricante a la hora de desmontarlos. De hecho, si notamos que la vajilla comienza a salir con menos brillo e incluso con restos de comida, es posible que sea culpa de los filtros, que tendremos que desenroscar y fregar en el fregadero con jabón neutro asegurándonos de eliminar cualquier resto de comida. También es importante limpiar la rejilla con agua y retirar los restos de comida con un cepillo. Basta con repetir este ejercicio una vez al año y el lavavajillas quedará como nuevo.

No olvidar los brazos giratorios

También es conveniente desmontar de vez en cuando los brazos giratorios para garantizar que los orificios no queden obstruidos y el agua no pueda salir. Si es necesario, habrá que desbloquearlos con la ayuda de un alfiler.

Cuidadito con ollas y sartenes

Pese a que muchas ollas y sartenes pueden meterse en el lavavajillas sin problemas, hay que ser muy cuidadosos con ellas. Las altas temperaturas pueden estropear determinados materiales, de manera que lo mejor con aquellos utensilios más preciados es lavarlos a mano con un jabón neutro y una esponja suave

No te excedas con el detergente

Si no se usan pastillas, es recomendable colocar el jabón en la cubeta y no exceder la cantidad recomendada por el fabricante. Un exceso de jabón puede estropear la máquina.

Usar el programa más adecuado

Es conveniente estudiar bien los diferentes programas antes de poner en marcha el lavavajillas, ya que a menudo lo hacemos trabajar de más con piezas que no están excesivamente sucias ni requieren tanta potencia. 

Repasar la junta de la puerta

Pasa un paño húmedo por la goma de la puerta del lavavajillas, ya que ahí también se pueden acumular restos de comida y, por tanto, bacterias.