Platos que están de miedo

Día de Muertos más allá de México: esto es lo que se come en el resto del mundo

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La guagua de pan de Ecuador, un clásico de estas fechas.

La guagua de pan de Ecuador, un clásico de estas fechas. / Wikipedia

Javier Sánchez

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Lejos quedaron los días en los que buñuelos y castañas eran lo único que había que comer coincidiendo con las fechas de difuntos. Igual que hemos pasado de visitar a los familiares en el cementerio a salir de fiesta con la máscara de Ghostface de 'Scream' o de Jason Voorhees de 'Viernes 13', las posibilidades gastronómicas se han multiplicado.

De ello da fe que en las pastelerías haya tomado un auge insólito el pan de muertos mexicano, codeándose felizmente con los castizos huesos de santo. Ha hecho fortuna por su carácter golosón, con toques anisados y aromáticos, que lo emparentan con el roscón de Reyes. Tal ha sido su popularidad que incluso ya surgen versiones saladas, como el de 'birria' de res (más mexicano imposible) que han lanzando en la madrileña Pastelería Mallorca.

Pero aunque México se lleva la parte gorda del pastel, hay más países del mundo en los que la fecha del 1 de noviembre también implica disfrutar de unos platos concretos. Estos son algunos de ellos, sus costumbres y algunas direcciones más cercanas donde poder hacer lo propio.


Ecuador

En este país sudamericano tienen una bebida asociada indisolublemente a estas fechas desde época incaica: la colada morada. “Lleva harina de maíz morado y varias frutas como el babaco o el mortiño. También se añaden hierbas en infusión como el arrayán, la hierbaluisa, el cedrón o la hoja de naranja”, explica Miguel Ángel Méndez, chef de Ayawashka (Madrid).

El acompañante de esta bebida es la guagua (que significa bebé en quechua) de pan, una preparación dulce en la que "el ingrediente fetiche es la manteca de cerdo”, precisa Méndez. En su restaurante, este joven cocinero servirá la colada morada a partir del 1 de noviembre.

Los platos de carne son algunos de los que menos se reaprovechan en los hogares.

En el argentino Día de Almas sirven la comida favorita de los finados. / Restaurante La Cabrera


Argentina

En el caso de Argentina se cambia la denominación de Día de Muertos por la de Día de las Almas. Esta celebración tiene lugar en el noroeste del país el día 2 de noviembre, con una parte gastronómica importante con una celebración muy gastronómica. Lo que se suele hacer es preparar las comidas favoritas de los difuntos para compartir entre todos los comensales.

El restaurante La Cabrera (Madrid) rinde homenaje a esta tradición con una cena en la que se ponen sobre la mesa empanadas de carne, asados de diferentes cortes, etc. regados con vinos argentinos, como no podía ser de otro modo.

Un falso 'raviolo' de calabaza.

Un falso 'raviolo' de calabaza. / Restaurante Ozio


Italia

Por su cercanía geográfica, es fácil encontrar conexiones entre la ‘Festa dei Morte’ italiana y el día de difuntos español. Así, es sencillo encontrar puntos en común como el consumo de castañas, aunque también hay curiosidades como los ‘pupi di zuccaro’ que se elaboran en Sicilia y que son figuritas antropomórficas decoradas con azúcar de colores: una virguería técnica (y dulce) que, en origen, representaba a los difuntos. Pero también es época de hacer platos con calabaza.

Por eso, un restaurante como Ozio (Madrid) presenta un menú cuasi temático con propuestas como el flan de calabaza y parmigiano reggiano gran reserva o cubo de calabaza en 'confit' con 'demi-glace' de carne y reducción de vino Nero D’ Avola.

La 'candy apple' de Estados Unidos.

La 'candy apple' de Estados Unidos. / Wikipedia


Estados Unidos

Imposible hablar de estas fechas y no hacerlo de Estados Unidos, la meca de la celebración moderna del día de difuntos, transformada en una fiesta de evidente carácter hedonista. Aunque muchos solemos pensar en las calabazas como símbolo de estos días, en Estados Unidos son las manzanas caramelizadas las que representan en lo gastronómico o más visibles, habida cuenta de que esperan a Acción de Gracias para sacar toda la artillería de platos que se relacionan con el otoño.

Para las chuches del truco o trato recurren a galletas y dulces caseras a o las versiones industriales que pueden encontrarse, por ejemplo, en las tiendas Taste of America (con sucursales en distintas ciudades de España) o en la 'online' My American Shop.


Irlanda

Y de los que popularizaron el Halloween a los que lo inventaron (o al menos en la versión que ha hecho mayor fortuna). Sustos, espíritus y demás iconografía clásica del Día de Muertos nació con el Samhain, festividad celta ancestral.

En el terreno gastronómico la estrella es el 'barmbrack', un bizcocho con pasas y especias en el que los irlandeses esconden objetos con distintos significado: desde un anillo (boda en un año) hasta un botón (soltería de por vida) pasando por una moneda (se viene riqueza). También el colcannon, a base de col rizada y puré de patata y que no podría ser más irlandés.


Portugal

Es curioso que uno de los países con más semejanzas con Estados Unidos en la forma de festejar el Día de Muertos esté aquí al lado. Igual que los niños del otro lado del charco, los portugueses también van de casa en casa -en su caso el 1 de noviembre y en horario diurno y no nocturno- pidiendo 'pão por Deus', una especie de bollito dulce que admite distintas variaciones. En Azores hay una versión de este mismo bollito llamada 'caspiadas'.


Polonia

En unas de las naciones más fervientemente católicas de Europa la celebración de Todos los Santos dista mucho de ser una fiesta: aquí no hay trajes de esqueleto ni fiestas con chupitos de cerebro.

Eso sí, en los días 1 y 2 de noviembre, a las afueras de los cementerios, se vende el 'miodek turecki', un dulce con azúcar caramelizado lo suficientemente empalagoso para hacer más llevaderas las ausencias. Ojo porque también se le conoce como 'trupi miodek', que significa “miel de cadáver”. Con este nombre ya nos pega más para estas fechas…