En busca de realojo

Barcelona derribará a finales de año el singular 'coworking' que resucitó la antigua lavandería del Sant Pau

Las naves de La Verneda son hoy un vivero para artesanos, creativos y pequeñas empresas, pero están afectadas por la construcción de un nuevo barrio junto a la estación de La Sagrera

Un taller industrial insólito de Barcelona, amenazado por la construcción de un barrio nuevo

Un grupo de estudiantes en un taller de las naves de La Verneda, en Barcelona.

Un grupo de estudiantes en un taller de las naves de La Verneda, en Barcelona. / ANA PUIT

Jordi Ribalaygue

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Un vestigio de la Barcelona menestral empezará a desaparecer entre finales de año y principios de 2025. Las 19 naves que albergaron la lavandería del Hospital de Sant Pau en La Verneda han recuperado una intensa actividad industrial en los últimos años, que encaja por igual a artesanos dedicados a la forja, la carpintería o la cerámica y la inventiva de quienes ensayan con la robótica, el arte o la arquitectura. Sin embargo, la vitalidad recobrada no bastará para indultar a los talleres, donde se han rehabilitado estancias para propiciar el intercambio entre profesionales de distintas disciplinas y que antes estaban abandonadas. Una reforma urbanística derivada de la construcción de la futura estación de La Sagrera sentencia al complejo a una demolición que, aunque se aplaza, avanza sin paliativos.  

Las primeras naves se echarán abajo “entre finales de 2024 e inicios de 2025”, apunta el Ayuntamiento de Barcelona. “Se preveía que el derribo se realizara durante el primer semestre” de este año, explica el consistorio. No obstante, los trámites previos a los trabajos los han pospuesto medio año

Los primeros inmuebles que vayan al suelo deben dejar hueco para instalar una subestación eléctrica que suministre corriente a la estación. Barcelona Sagrera Alta Velocitat (BSAV) -la empresa pública que coordina las obras en torno al apeadero del AVE- ha manifestado al Instituto Municipal de Urbanismo (IMU) la “conveniencia de retrasar las ocupaciones de las naves hasta finales de año”, comenta el distrito de Sant Martí.

El resto de edificios se tirarán más adelante para remodelar el llamado Sector Prim, aún sin fechas para materializarse. El proyecto contempla que se erijan 3.550 viviendas -incluidas 1.925 con algún tipo de régimen de protección oficial- y nueve equipamientos. “Hay que aprobar primero la reparcelación que se está redactando”, señala el distrito.

Un taller en las naves de La Verneda, en Barcelona.

Un taller en las naves de La Verneda, en Barcelona. / ANA PUIT

Incubadora industrial

El complejo de La Verneda es propiedad de la Fundación del Hospital de Sant Pau. De los 11.000 metros cuadrados que suma, unos 5.000 están alquilados a la cooperativa TMDC, que ha convertido el recinto en una incubadora de pequeñas empresas y estudios creativos, tan singular que apenas existen viveros semejantes en otros países, comenta uno de sus cofundadores, Pedro Pineda. "El más parecido está en Inglaterra. Allí la parte pública se sienta con ellos y llegan a acuerdos. Es la gran diferencia", distingue.

TMDC ofrece superficie a más de 150 empleados y artesanos, entre autónomos, trabajadores, equipos de innovación de marcas conocidas o aficionados que requieren de maquinaria, así como a unos 200 alumnos de la escuela de diseño Elisava. Todo el conjunto está pendiente de hallar dónde reubicarse para que no se malogre el ejemplo de reindustrialización a pequeña escala que ha logrado alumbrar.  

Pineda precisa que 36 pequeños talleres se verán afectados por los primeros derribos. "Si pierden su espacio de trabajo, no podrán usar el resto de instalaciones y la maquinaria que ponemos a disposición. Para nosotros, esas naves significan unos ingresos que, al perderlas, afecta también a nuestra actividad", indica Pineda.

La cooperativa presentó alegaciones al plan urbanístico para tratar de salvaguardar el espacio. Carece de protección patrimonial y TMDC propuso que fuera declarado bien de interés local para preservarlo al menos en parte. También sugirió que fuera incorporado al plan de renovación de polígonos industriales del entorno del Besòs. Las peticiones no han prosperado.

Trabajo de forja en un taller de las naves de La Verneda, en Barcelona.

Trabajo de forja en un taller de las naves de La Verneda, en Barcelona. / ANA PUIT

“No han servido para cambiar el plan, lamentablemente”, expresa Pineda. El Ayuntamiento no tiene planificado encargar un estudio sobre el valor patrimonial del recinto, como sí ha solicitado en las últimas semanas por la masía de las lavanderas de Horta y el vitral de la parroquia del Esperit Sant. “No está previsto conservar ninguna parte”, resuelve el consistorio.

En todo caso, Pineda se muestra aliviado por que se conceda unos meses extra de permanencia a los talleres en La Verneda. "Nos permite un poco más de margen para buscar un lugar donde mudarnos", manifiesta. TMDC rastrea nueva sede por su parte, al mismo tiempo que Barcelona Activa ha sugerido algunas ubicaciones que se anuncian en portales.

Pineda advierte de que una eventual pérdida de clientes de la cooperativa en caso de que algunos prefieran marcharse por su cuenta podría mermar el proyecto. "Afectaría a nuestros ingresos y tendríamos que reformular el equipo, porque no podríamos mantener el nivel que ahora tenemos. El Ayuntamiento se ha acercado más a nosotros y muestra más interés, pero es una pena no seguir en una ubicación que es perfecta, un punto intermedio entre la industria y donde vive la gente", destaca.