Barcelona hará obras de urgencia en la tienda El Ingenio tras 4 años sin inquilino

El Ingenio, el icónico local de la calle de Rauric fundado en 1838 como centro de producción de cabezudos y gigantes por Benet Escaler, suma cuatro años de cierre y muchas vicisitudes que no merecía por su trayectoria y carácter. El enésimo capítulo se escribe ahora con una batería de obras urgentes que asumirá el ayuntamiento para garantizar la seguridad del local y frenar su declive. Desde que lo compró en 2022 no ha encontrado inquilino que se decida a explotarlo, ante sus particulares características arquitectónicas, su nivel de protección como comercio emblemático protegido (en la categoría E1 de Gran Interés) y el mal estado del inmueble.

"El Ayuntamiento de Barcelona ha decidido iniciar un proceso de adecuación básica del local, para asegurar la seguridad y la protección patrimonial de este establecimiento", explican a este diario fuentes municipales, sin detallar el alcance de los trabajos. La previsión es que estas obras estén acabadas a principios del 2025, añaden. Acaba de iniciar la licitación para poder acometerlas lo antes posible.

La primera amenaza de muerte del local se vivió en 2016, cuando su antigua propietaria, Rosa Cardona, no encontró relevo adecuado al dejar ella el negocio. In extremis, El Rey de la Magia intentó sacarlo adelante en 2017 pero tuvo que cerrar un año después. En 2019 hubo un nuevo intento, también fallido. Y posteriores episodios de vandalismo y grafitos. Hasta que dos años después el consistorio lo adquirió (a un alto precio) junto con otros 49 espacios en desuso en la ciudad, en los que invirtió un total 16 millones de euros con la idea de dinamizarlos tras los estragos de la pandemia, sobre todo en Ciutat Vella. El objetivo era alquilarlos en condiciones favorables, especialmente aquellos que necesitaban obras faraónicas, como El Ingenio, dentro del proyecto Amunt Persianes.

A la espera de una nueva etapa

Este histórico, en la calle de Rauric, no logró enamorar a ningún emprendedor la primera campaña de captación en noviembre de 2022, que tuvo resultados muy discretos, dada la mala ubicación o condiciones de parte de los locales. En el caso de El Ingenio, en el corazón de Barcelona, se puntuaba en especial que los potenciales proyectos candidatos pusieran en valor ese patrimonio. Para incentivarlo se podía obtener una rebaja de hasta 50.000 euros en los gastos de renovación, teniendo en cuenta la fuerte inversión que precisa. El precio de salida fue 1.815 euros de alquiler (que ya era el 50% de la tasación de mercado de la zona, con sus 464 metros cuadrados). Y podía quedarse en 500 menos al mes para compensar la reforma si se presentaban las correspondientes facturas, se detalló entonces.

El establecimiento es una joya local que conserva muchos de sus tesoros, del mobiliario con solera a sus cabezudos y máscaras artesanales, dispuestas aún como si un buen día hubiese cerrado de sopetón. Ya entonces mostraba signos de humedad en sus paredes y requería una intervención de gran envergadura para resucitarlo, con la que nadie se ha atrevido desde entonces, pese a nuevos intentos de captación de inquilinos. Hasta que su degradación ha obligado a hacer obras de emergencia.

Las mismas fuentes municipales indican que "actualmente se está cerrando el procedimiento de convocatoria de proyectos, con la firma de los contratos de alquiler de aquellos locales que sí que han tenido propuestas consideradas viables (17), y se prevé que este se cierre antes del verano". Es decir, un modesto saldo pese a los recursos destinados.

Agregan que una vez cerrado el proceso, el consistorio "ya podrá decidir cómo activa los locales que, como El Ingenio, no han conseguido una propuesta de actividad viable".

Suscríbete para seguir leyendo