La estación de la Sagrera tendrá todos los trenes ya circulando por su vía definitiva a finales de 2025

La estación de la Sagrera es la obra civil en marcha de mayor envergadura en España. Será también el edificio más largo de Barcelona (casi un kilómetro) y está destinado a ser el gran intercambiador de la ciudad, con dos líneas de Rodalies, alta velocidad y dos líneas de metro, además de una estación de autobuses. A día de hoy, en la gran cicatriz ferroviaria que separa Sant Martí y Sant Andreu trabajan cerca de 700 personas en 11 contratos distintos (serán 25 en total). Si nada lo evita, al término del presente año los trenes de alta velocidad que ahora pasan por el exterior de la terminal circularán por el interior. Y a finales de 2025, los AVE y demás compañías ya usarán los dos ramales de entrada y salida, de manera que estará acabada toda la configuración ferroviaria. Los trenes transitarán por la Sagrera, pero los viajeros deberán esperar que se ejecute la obra de arquitectura y acabados. ¿Cuándo se podrá esperar un tren de la R1 o uno que vaya a Madrid? O lo que es lo mismo, ¿cuándo estará terminada al 100% la Sagrera, incluido el parque en superficie de 3,5 kilómetros? No hay fecha.

Adif ha convocado a la prensa para realizar una visita de obras. Son muchos paseos por el esqueleto, y es la primera vez que puede decirse que esto ya tiene pinta de estación de trenes. En la parte subterránea, donde están las Rodalies (ocho vías), el paso de la R1, R2 y R11 es constante y fluido. Ahí no hay duda: esto es un apeadero ferroviario. Pero en el nivel medio (vestíbulo, aparcamiento para coches y estación de autobuses) y en el superior (alta velocidad), todo eran campos de cemento. Ya no. Se intuyen las playas de vías, hay raíles ya colocados, se ve la entrada de conexión desde el túnel que va hacia Sants. Y al fondo toma forma la zona técnica de tratamiento de trenes, de la que hablaremos más adelante.

Lado montaña

A finales de 2024, los trenes de alta velocidad que ahora circulan en superficie por el lado montaña en vía única pasarán al interior de la estación, en una vía del lado mar. También ambos sentidos irán por el mismo ramal. Esto permitirá liberar esa zona de tráfico ferroviario para acometer ese lado de la inmensa estación. Un año después ya estará terminado el otro vial de trenes rápidos, con lo que los convoyes hacia Francia o hacia Madrid dejarán de compartir vías. Rodalies ya entró en las Sagrera en diciembre de 2020 (línea de Mataró) y diciembre de 2022 (línea de Granollers).

Será entonces cuando se dará por finalizado el proyecto ferroviario, es decir, que los trenes, aunque la estación no esté operativa, ya irán por su lugar definitivo. Faltarán los andenes, los ascensores, las salidas de emergencia y el resto de elementos de seguridad, la iluminación, los comercios, la restauración..., todo lo que tiene que ver con la arquitectura del complejo de la Sagrera, que ahora está en fase de redacción del proyecto. Luego vendrá la licitación de las obras. Y por último, la ejecución del plan. Adif no suelta prenda sobre la fecha definitiva porque suficiente se han pillado los dedos ya con predicciones que no se han cumplido, pero raro sería que esa fase durará más de un par de años.

'Stop&go'

A finales de este año también estarán operativas cuatro de las 10 vías de la zona técnica de tratamiento de trenes, una infraestructura fundamental para mejorar la optimización de la circulación de trenes de la alta velocidad. Cuando un tren llega al final de trayecto y se dispone a reiniciar el servicio, se realiza una puesta a punto del convoy, que incluye limpieza y recarga del cátering. Esto ahora se hace en la misma estación de Sants, ocupando una vía durante 45 minutos, o en Can Tunis, a mucha distancia de la que ahora es la termina central de Barcelona. Tener esta zona de vías dentro de la Sagrera dará mucha más agilidad y permitirá poner más trenes en circulación. Atocha, por ejemplo, tiene que realizar estos servicios tres o cuatro kilómetros más allá.

Una vez finalizada la obra ferroviaria, quedará pendiente la arquitectura, las instalaciones y la urbanización de la estación

Para que nos entendamos, un AVE de doble configuración de 400 metros de longitud llegará a la Sagrera, fin de trayecto si no sigue hasta Francia, descargará a los pasajeros, cerrará puertas, y avanzará hasta colocarse en la zona técnica, pegada a los andenes. Serán 10 vías de puesta punto, con un edificio pegado (está casi terminado) que alimentará sus servicios. Se preparará y volverá a avanzar para que los nuevos pasajeros suban al tren en sentido contrario, con todo a punto. En total, son 400 metros de andén para pasajeros, otros 400 metros para estacionar en la zona técnica y otros 200, más o menos, de otros elementos estructurales. Resultado, casi un kilómetro de edificio, el más largo de la capital catalana.

Y encima, el parque lineal que irá desde el puente de Bac de Roda hasta casi el nudo de la Trinitat, algo más de 3,5 kilómetros y 40 hectáreas. Será el jardín más grande de la capital catalana, por encima de la Ciutadella (31 hectáreas), pero a años luz de las 450 hectáreas de Montjuïc y las cerca de 9.000 del parque natural de Collserola.

El contrato de la redacción del proyecto de arquitectura, instalaciones y urbanización de la estación de la Sagrera se formalizó en marzo de 2021 y daba a los contratistas un plazo de 24 meses para presentar su trabajo. Ahí seguimos, tres años después. Se mira el histórico del proyecto, tampoco es ningún drama: la primera fecha de finalización era 2006. Faltaba un año para que naciera Lamine Yamal.