Una herida y varios desperfectos

Un acuerdo entre familias destierra por unos meses a los autores de los tiroteos en La Mina

Miembros de ambas estirpes enfrentadas en los últimos días aceptan abandonar por un tiempo la zona tras desbordarse una disputa que ha tensado al barrio

Ofensiva policial en el barrio de La Mina tras el último tiroteo en plena calle con un herido

Un herido por un tiroteo en plena calle en La Mina

Un herido por un tiroteo en plena calle en La Mina / VÍDEO: EL PERIÓDICO

Jordi Ribalaygue

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La Mina ha recobrado tranquilidad en los últimos días, tras una semana de tensión entre dos familias que elevaron una reyerta a una cadena de altercados que ha generado inseguridad y temor en el barrio y su entorno. La disputa se desbordó hasta el punto de que se registraron tres tiroteos en plena calle. A causa de los disparos, una chica resultó herida el lunes de la semana pasada y se produjeron destrozos en viviendas, en mobiliario urbano y al menos en un vehículo por las balas perdidas de dos ráfagas de disparos durante la noche del jueves en el límite entre Barcelona y Sant Adrià de Besòs

Fuentes conocedoras de los hechos explican que las mediaciones entre ambas estirpes -conocidas por los apodos de los Lisardos y los Portugueses- se intensificaron hasta cristalizar hacia finales de la semana pasada. El pacto obliga a los integrantes de ambas familias implicados de forma directa en la disputa a abandonar la zona y no pisarla al menos durante unos cuantos meses. 

Según las mismas fuentes, dos de los desterrados son los miembros de los Lisardos que acudieron armados a la terraza de un bar de La Mina el Lunes de Pascua, tras una pelea previa en el barrio vecino del Besòs i el Maresme, en Barcelona. Uno de ellos empuñaba una pistola y apretó dos veces el gatillo. Un proyectil alcanzó a una mujer en la pierna. Tuvo que ser intervenida y es miembro de la familia de los Portugueses.

Otro de los expulsados es un integrante de los Lisardos que lanzó una descarga de tiros en la madrugada del jueves al viernes en La Mina. “Fueron al menos 50 segundos seguidos de disparos. Cuando tiraba a los árboles, caían ramas al suelo. Fue un terror: hubo gente que se tiró al suelo en sus pisos”, cuenta un vecino. 

La andanada de disparos fue la respuesta a una previa atribuida a miembros de los Portugueses. Ocurrió un par de horas antes, con disparos al aire en los jardines de Dolors Canals, situados en la frontera entre Barcelona y Sant Adrià. Las balas perdidas rompieron cristales y se colaron en más de una vivienda. No provocaron víctimas pero sí causaron pánico. 

Los autores de los disparos discrepaban supuestamente del preacuerdo fraguado entre familias, con intervención de personas con autoridad en este extremo empobrecido y estigmatizado de la metrópolis. En cualquier caso, la entente pudo rehacerse y conlleva que los componentes de los Portugueses a los que se responsabiliza de la pelea en el Besòs que originó la escalada violenta se marchen también de la zona durante un tiempo. 

"Ni ganadores ni perdedores"

Una fuente implicada en los contactos dice que se trata de compromisos nunca fáciles de cerrar. “No puede haber ganadores ni perdedores, ambos tienen que salir perdiendo por un igual. Se habla de unos meses hasta que se calme. Ahora está reciente y los que han hecho el mal no pueden volver”, resuelve. A su vez, la trifulca eclipsa una vez más los esfuerzos a pie de calle por mejorar La Mina, un barrio de trabajadores ante todo, donde entidades y vecinos a título personal libran un pulso constante contra las desigualdades y los clichés.

A raíz de los sucesos de la semana pasada, la alcaldesa de Sant Adrià, Filo Cañete, pidió “más presión policial y contundencia”. La edil reclamó el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, mayor presencia de policía en la calle, incluido el despliegue de antidisturbios de la BRIMO y los ARRO en la localidad y en La Mina para “garantizar la correcta convivencia y acabar con la sensación de impunidad”, manifestó Cañete. La alcaldesa añade a EL PERIÓDICO que reclamó que el refuerzo se haga efectivo aunque se llegara a un acuerdo, como ha sido el caso.

Por su parte, el teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, afirmó a Betevé que los disparos que espantaron en el Besòs son “hechos muy puntuales” que obedecen a “peleas entre bandas de delincuentes”. En todo caso, añadió que es necesario combatirlos y que la policía ha actuado en los últimos días en los lugares de lo hechos.