Reestreno en la Diagonal
Así es el hotel de lujo con el que Grand Hyatt irrumpe en Barcelona
La nueva etapa mantiene la estética del hotel Sofía, renovado en 2017, pero mejora su spa, restaurantes, terraza y otros servicios
El gigante Hyatt aspira a gestionar al menos siete hoteles más en Barcelona tras debutar en la Diagonal
El antiguo hotel Sofía reabre como Grand Hyatt Barcelona
Dani García abrirá Leña en el hotel Grand Hyatt Barcelona
Patricia Castán
Periodista
Periodista en El Periódico de Catalunya desde 1996. Ha ejercido de redactora y jefa de sección en Gran Barcelona. Especializada en los ámbitos de economía local, comercio, turismo, vivienda, ocio, gastronomía y tendencias urbanas.
Las letras Grand Hyatt ya relucen en la imponente fachada del hotel que hace casi 50 años causó sensación en una Barcelona que entonces apenas veía más turismo que viajantes y visitantes nacionales. Pero en Google aún tardarán unos días en ubicarlo, porque la marca debutó ayer en la ciudad y en la realidad digital aún figuraba este jueves como hotel Sofía. El cambio será más filosófico (la corporación estadounidense importa su obsesiva atención al servicio y el cliente) que estético, dado que en 2017 el grupo Selenta ya había renovado a fondo y con gusto el establecimiento, ahora propiedad de Blasson y Axa, y gestionado ahora por la corporación Hyatt. ¿Cómo es este gran lujo de 465 habitaciones?
Pese a su categoría y en base a su ubicación y tamaño, no estará entre los más caros de la ciudad. En temporada baja costará por encima de 300 euros, y en temporada alta en torno a los 400 euros, en habitaciones normales. Muy por debajo que algunos competidores de lujo frente al mar o en el paseo de Gràcia. La compañía está estudiando implantar alguna promoción especial en breve para darlo a conocer entre los barceloneses.
Pero tendrá otras opciones más elitistas para dormir. Desde la rehabilitación de hace siete años ya perdió camas para mejorar su oferta de grandes suites (49 de distinto calibre) en plantas superiores. Lo corona una Penthouse de impresión y más de 300 metros cuadrados en la planta 18 con vistas a toda Barcelona. Con la pandemia de por medio, están impecables y su diseño atemporal y moderno ha encajado en los estándares de Hyatt, explican fuentes del hotel en visita guiada a este diario. Los tonos mediterráneos, grandes ventanales y baños con efecto mármol, muy luminosos, marcan el estilo de las estancias. Como novedad, se ha abierto un servicio club, con zona de descanso, snacks y tapeo incluidos que se incluye con algunas categorías de alojamiento.
Reuniones y placer
Buena parte de la inversión final de 20 millones para adaptarlo a la etapa Grand Hyatt ha recaído en mejorar su sostenibilidad y la tecnología que se apreciará cuando se trabaje en grandes eventos corporativos con conexiones al más alto nivel de prestaciones. Pero también se apreciará en los montajes y convenciones, con mobiliario nuevo para dar servicio a esta oferta destinada al viajero profesional. Suman 22 salas de reuniones, con una de 864 metros cuadrados. En total, 3.400 metros cuadrados, en un ambiente elegante para trabajar.
El rediseño ha llegado ya a la rutilante planta 19, que permite recorrer Barcelona en 360 grados. En su última etapa esta zona estuvo limitada a eventos, y ahora es un espacio público generoso, que en el centro albergará desde el día 15 de abril el restaurante peruano Maymanta, del chef Omar Malpartida, que ya defiende la misma cocina en Eivissa y promete ser un nuevo reclamo local. Lo rodea la que será este verano una de las mejores terrazas panorámicas de Barcelona.
En cambio, los cambios todavía no han llegado a la restauración de la planta baja, que mantiene la rotulación anterior, pendiente de la intervención necesaria para acoger el restaurante Leña del chef Dani García, basado en la brasa de altura, como sus otros locales en Madrid, Marbella y Dubai. Este espacio estará listo el próximo octubre.
En la planta baja se mantienen Sophia Bar & Tapas (más escondido) para tomar cocteles de autor y platos a compartir de cocina mediterránea. Y Philosophia, como cafetería con bocados calientes y pastelería, más visible.
Spa y recursos
Uno de los espacios comunes que más darán que hablar será su inmenso spa Oasis, el primero de este tipo en colaboración con la marca Natura Bissé, donde se alienan cabinas de tratamientos (las exclusivas para parejas incluyen su propia bañera de hidromasaje), una piscina interior de 75 metros cuadrados con cascada, así como sauna, zona de vapor turco y demás. En la terraza también hay una piscina exterior. Un repertorio hedonista de momento operativo tras haber implantado el máximo de recursos para minimizar el gasto de agua (grifos de presión reducida, aireadores...), reutilizarla para riego, purificadores que mantienen las piscinas limpias sin recambio de agua... Aunque la empresa sabe que tendrá que asumir fuertes restricciones si la sequía se agrava y se decretan nuevas medidas.
El hotel ha obtenido la certificación LEED Gold de Eficiencia Energética y ha pasado por distintas obras para favorecer la descarbonización eliminando progresivamente combustibles fósiles como fuente de energía, relata su director, Franck Sibille. Avanza también que cuentan con un programa de propósitos que pasa por colaborar con las comunidades donde se integran, en especial evitando el desperdicio alimentario en colaboración con entidades locales.
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