Movilidad sostenible

Los coches con etiqueta amarilla no podrán entrar en las ZBE catalanas a partir de 2026 durante los días de aviso por contaminación

El veto se producirá en ciudades de más de 50.000 habitantes, mientras que las de más de 20.000 empadronados, en esa misma fecha, dejarán fuera a los que no tengan distintivo

Eixample Respira insiste en la implantación de un peaje urbano, medida que no está incorporada en el plan de calidad del aire que el Govern aprobará a principios de junio

MULTIMEDIA | La mitad de los vehículos del área de Barcelona no podrán ir por las ZBE si prospera el decreto del Govern

El Govern flexibiliza las Zonas de Bajas Emisiones para recoger las críticas de grandes ciudades de Catalunya

Uno de los carteles de la Ronda de Dalt que anuncian la entrada en la ZBE de Barcelona

Uno de los carteles de la Ronda de Dalt que anuncian la entrada en la ZBE de Barcelona / Elisenda Pons

Carlos Márquez Daniel

Carlos Márquez Daniel

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En el ocaso de la legislatura en Catalunya, el Govern está ultimando la aprobación del plan de calidad del aire, con el que se pretende trascender a Barcelona y su entorno metropolitano con medidas destinadas a reducir la contaminación en las ciudades de más de 20.000 habitantes. El conseller de Acció Climàtica, David Mascort, ha detallado este miércoles alguno de los puntos más relevantes del proyecto. Hay novedades respecto a lo que este diario les había avanzado en semanas anteriores. Como el hecho de que será finalmente a partir del 1 de enero de 2026 cuando los vehículos con etiqueta ambiental amarilla no podrán circular por el interior de las zonas de bajas emisiones (ZBE) de municipios de más de 50.000 habitantes en los días en los que se activen avisos por contaminación por NO2.

El conseller Mascort, en el interior de una de las estaciones que mide la contaminación del Eixample, este miércoles

El conseller Mascort, en el interior de una de las estaciones que mide la contaminación del Eixample, este miércoles / Carlos Márquez Daniel

Lo que sí se mantiene es la fecha del 1 de enero de 2028. Cae en sábado, así que a partir del lunes 3 enero de 2028, los automóviles con distintivo amarillo ya no podrán circular por el interior de los paraguas ambientales de los municipios de más de 50.000 habitantes. Ese mismo día, las ciudades de más de 20.000 empadronados deberán empezar a restringir esos mismos coches en episodios de polución, mientras que dos años antes, a principios de 2026, deberán vetar a los que no tengan etiqueta.

Sintonía con el AMB

Mascort ha celebrado la buena sintonía con el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) -"estamos de acuerdo en más del 90% de las cosas", ha detallado- y ha recordado que ahora serán los ayuntamientos los que deberán concretar las ZBE en sus ordenanzas municipales. Puede suceder que cada municipio vaya por libre, pero la idea, según el conseller, "es que las cosas no cambien demasiado entre ciudades". "No debería pasar que fueran muy distintas las unas de las otras". Lo más probable, sin embargo, es que sí haya divergencia, sobre todo, en lo que hace referencia a las excepciones a la norma: transportistas, rentas bajas, autobuses públicos, servicios de emergencia... De hecho, el propio plan, tal y como ha detallado Mascort, establecerá la exención de los vehículos que sean propiedad de personas con ingresos inferiores a una cantidad aún por determinar.

Caroline, Luca, Genís, Jordi y Marga, miembros de Eixample Respira, frente a la estación de medición de contaminación de Urgell con avenida de Roma, este miércoles

Caroline, Luca, Genís, Jordi y Marga, miembros de Eixample Respira, frente a la estación de medición de contaminación de Urgell con avenida de Roma, este miércoles / Carlos Márquez Daniel

El Govern también ha atendido muchas de las alegaciones presentadas por entidades como Eixample Respira, con la que el conseller Mascort se ha reunido este miércoles por la mañana antes de visitar la estación de medición de contaminación sita en el cruce de Urgell con la avenida de Roma. Luca Telloli, uno de los miembros de esta asociación vecinal, se ha mostrado satisfecho con el plan de calidad del aire, pero ha reclamado "más ambición". Sobre todo en lo que respecta a la implantación de un peaje urbano, medida que no está contemplada por ahora porque la prioridad son las ZBE. "La experiencia de otras ciudades demuestra que es la medida más eficaz para reducir el tráfico de vehículos" ha defendido. Lo que también ha funcionado es la ZBE de Barcelona. En el periodo 2019-2023 se ha constatado una reducción de los niveles de NO2 del 32% en Barcelona, mientras que en la zona del Vallès-Baix Llobregat, la caída ha sido del 22%.

Nuevos elementos

A diferencia de los planes ambientales anteriores, el que la Generalitat prevé aprobar entre finales de mayo y principios de junio (con el ejecutivo en funciones a la espera de que se forme el nuevo Parlament) abarca todo el territorio. Y no solo se centra en rebajar las concentraciones de partículas PM10 o de NO2, sino que añade el ozono troposférico (O3), las partículas de diámetro inferior a 2,5 micras (PM2,5) y el benzo(a)pireno, que pertenece al grupo de los hidrocarburos aromáticos policíclicos.

El objetivo último, ha señalado el conseller, es mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Pero a nadie se le escapa que Europa ya sancionó a Barcelona por superar los límites máximos de contaminación marcados por la UE. Mejor si no vuelve a pasar.