Iniciativa municipal

El nomenclátor de Barcelona se feminiza con cinco nuevas calles con nombre de mujer

Dolores Ibárruri, Justa Freire, Victòria Ruiz Rodríguez, Elvira Augusta Lewi y Leonor Ferrer tendrán calle en Barcelona

La ponencia municipal de Memòria aprueba dedicar una calle al primatólogo Jordi Sabater Pi

Una placa recordará que Cerdà fue, en Bruc 49, uno de los primeros vecinos del Eixample

Dolores Ibárruri, 'La Pasionaria', en un mitin celebrado en la Monumental.

Dolores Ibárruri, 'La Pasionaria', en un mitin celebrado en la Monumental. / PEPE ENCINAS

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La Ponència del Nomenclàtor acordó el pasado 21 de marzo dar cinco pasos más, que no son pocos, hacia la feminización del callejero de la ciudad, no solo exageradamente masculino, sino que, además, buena parte de ese escaso 7% de las calles de Barcelona que tienen nombre de mujer están dedicadas a santas y vírgenes y, por lo tanto, en muchos casos personajes de cuestionable existencia. La profesora republicana Justa Freire, la primera delineante de España, Leonor Ferrer, la dirigente comunista Dolores Ubárruri ‘La Pasionaria’, la activista vecinal Victòria Ruiz Rodríguez ‘La Benita’ y la escritora Elvira Augusta Lewi tendrán calles dedicadas en Barcelona en Les Corts, Poble-sec y la Marina del Prat Vermell, y, como colofón de esa iniciativa, en ese último barrio del distrito de Sants-Montjuïc, se bautizará con el nombre de Parc de les Tretze Roses una zona verde, en homenaje a las 13 jóvenes asesinadas por el régimen franquista una vez terminada la Guerra Civil.

La ponencia municipal encargada de estas tareas ha dado así su imprescindible aprobación a diversas solicitudes formuladas por entidades ciudadanas en esa dirección de la feminización de los espacios urbanos. A esa lista hay que añadir, además, la decisión de renombrar como plaza del 25 de Novembre un enclave de la Verneda, en este caso en referencia al Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, tal y como lo eligió la ONU en 1999.

El acta del nomenclátor salda también algunas deudas de la ciudad con hombres que, en opinión de los miembros de la ponencia, merecen un recuerdo. Jordi Sabater Pi, un primatólogo de primera línea, cuya impresionante trayectoria profesional quedó eclipsada por el ‘padre’ de Copito de Nieve, tendrá una calle en Sant Andreu. Ildefons Cerdà, que ya tiene una plaza, será recordado por algo que hasta ahora había sido prácticamente ignorado, dónde vivió, en el número 49 de la calle de Bruc. Una placa así lo hará saber. Por último, a petición de diversas entidades de los alrededores de Can Batlló, Francesc Comas Pagès, el anarcosindicalista de Sants que murió en el mismo atentado que acabó con la vida de Salvador Seguí ‘El noi del sucre’, tendrá también una vía en su memoria.