Salvado a última hora: este establecimiento de Barcelona evita su cierre

Otra persiana que se baja en Barcelona: este local de dulces y pasteles cierra para siempre

El cierre masivo de zapaterías sacude Barcelona: una de cada cinco ha bajado la persiana desde 2019

Imagen de una panadería, en Barcelona

Imagen de una panadería, en Barcelona / Manu Mitru

Aleix Voltà

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Barcelona sufre una oleada de cierres de locales emblemáticos. Las razones son varias: por ejemplo, por jubilación, como en el caso de la camisería Windsor, o por los precios abusivos del alquiler, que han obligado a cerrar a locales históricos como la pastelería Kessler-Galimany.

También existen casos en los que se ordena el cese de la actividad del negocio por la falta de las licencias necesarias para funcionar. Este es el caso de la panadería Forn de la Vila, situada en el número 33 del carrer Ample, en el barrio Gótico de Barcelona.

La agrupación de vecinos Fem Gòtic avisó del cierre de la panadería a través de la red social X, antes Twitter, y convocó a los vecinos a presentarse en el local para evitar el cierre, que estaba previsto para el pasado jueves, 21 de marzo.

Falta de licencia

Según Betevé, el dueño de la panadería desde 2012, Domènec Lacostena, había recibido una notificación para el cese de la actividad de la panadería debido a que el local no contaba con el permiso para mantener una zona de degustación con sillas y mesas.

La panadería, activa desde los años 80, siempre ha ofrecido un espacio de degustación pese a no tener licencia. Tras su adquisición, Lacostena asegura que desconocía que el local no contaba con el permiso, por lo que hasta la entrada en vigor del Pla d'usos de Ciutat Vella de 2018 y la denuncia al local en 2020, no sabía que necesitaba tener un permiso.

Según la normativa vigente, "no está permitido" que una panadería tenga degustación. Ante la cuestión de por qué existen panaderías que ofrecen un servicio de bar con mesas para consumir en el local, el Ayuntamiento clarifica que "es una irregularidad": este tipo de establecimientos, pese a ser panaderías, "tienen licencias de bar seguramente obtenidas cuando el Pla d'usos de 2013 estaba vigente o a través de traspasos y traslados de otras licencias".

Local salvado

Después de que Lacostena haya recurrido a la orden del cese de la actividad, el juez, tras aceptar las medidas cautelares, permitirá que el establecimiento siga abierto, pero sin zona de degustación.

Lacostena asegura a Betevé que, sin los ingresos de la zona de degustación, es imposible mantener el negocio abierto más de dos meses, sobre todo por el alto coste del alquiler del local.

Reacción vecinal

Los vecinos del barrio Gòtic de Barcelona lamentan a través de redes sociales la situación del local y se han concentrado en el negocio para pedir que la panadería vuelva a funcionar como siempre.

Muchos denuncian que el consistorio se centre en el cierre de la panadería y no supervise la actividad de las tiendas de venta de cannabis, muy presentes en el barrio. Algunos prefieren tomarse la situación con humor: "Mi consejo es que cambien el epígrafe [el letrero] a centro canaábico y entonces les dejarían en paz".

Polémica en las panaderías

Esta notificación de cierre -y posterior salvación- se produce poco más de una semana después del anuncio del Ayuntamiento de iniciar una inspección a las panaderías con degustación de Barcelona con el objetivo de analizar la legalidad de las licencias de las grandes cadenas de 'cafeterías-panaderías'.

El anuncio de la investigación responde a las quejas expresadas por el Gremio de Restauración, que acusan a estos negocios de ejercer una "competencia desleal" con los bares y restaurantes tradicionales.