Coches con etiqueta amarilla

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Un cartel de la Zona de Bajas Emisiones, en el área metropolitana de Barcelona.

Un cartel de la Zona de Bajas Emisiones, en el área metropolitana de Barcelona. / ELISENDA PONS

Carlos Márquez Daniel

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En el anterior mandato municipal en Barcelona, el entonces primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, dijo que no quería oír hablar sobre la posibilidad de endurecer las condiciones para entrar en coche en la zona de bajas emisiones (ZBE). Desde los 'comuns', el concejal de Transición Ecológica, Eloi Badia, había flirteado con la posibilidad de vetar, en un futuro sin determinar, la entrada de vehículos con etiqueta amarilla. "Tranquilidad; no es el momento", dijo en marzo de 2022 el hoy alcalde de la capital catalana. Quedaba claro que los socialistas estaban en contra. Ahora la opinión se ha flexibilizado -seguramente por el hecho de blandir el cetro municipal- hasta el punto de que no se descarta (y tampoco se confirma) ningún posible endurecimiento del paraguas ambiental.

Cartel de la zona de bajas emisiones en una salida de las rondas

Cartel de la ZBE, en una salida de las rondas de Barcelona / El Periódico

La primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, ha actualizado este miércoles los datos referentes a la ZBE. Preguntada sobre futuras actuaciones para tratar de reducir todavía más las emisiones de NO2, ha dejado claro que cualquier movimiento tendrá que ser debatido con el resto de entes implicados, es decir, el Área Metropolitana de Barcelona y el Govern. Al recordarle la idea, barajada en el pasado, de dejar fuera a los turismos con etiqueta amarilla, y el hecho de que su jefe de filas lo descartara de plano, la concejal del PSC ha optado por la diplomacia: "No entraré a valorar ninguna medida concreta sin haber trabajado antes con las otras administraciones".

El límite europeo

¿Significa esto que el actual consistorio aboga por endurecer la zona de bajas emisiones? Sí y no. Porque, por un lado, Bonet recuerda que la Unión Europea ha reducido a la mitad el techo de emisiones permitidas a partir de 2030 (la ciudad ya fue sancionada por superar los límites de polución) y eso requerirá de algún movimiento para tratar de cumplir con la regla comunitaria, pero por el otro, evita avanzar cuál es el posicionamiento o la hoja de ruta del consistorio para reducir la contaminación.

Ciudad de Barcelona bajo un episodio de contaminación

Ciudad de Barcelona bajo un episodio de contaminación / DANNY CAMINAL

"Podemos afirmar con total claridad que la ZBE ha permitido disponer de un parque de vehículos más limpio en Barcelona y su entorno", ha resumido la primera teniente de alcaldía, responsable de la cartera de Urbanismo. Los datos recogidos a través de las cámaras que controlan el paraguas ambiental, lo corroboran: la ciudad ya tiene más vehículos con etiqueta ECO (24,7%) que con con distintivo amarillo (18,1%).

Sentencia judicial

Esa es la foto actual, lo que suceda a partir de ahora se dirimirá en futuras reuniones entre las Administraciones interpeladas. No hay fecha para el próximo encuentro, pero después de casi cuatro años de aplicación (se puso en marcha en enero de 2020 pero no se empezó a sancionar hasta septiembre de ese mismo año), quizás sería el momento de empezar a trazar el futuro calendario de la medida. Por el momento, los únicos cambios, al margen de lo previsto en la propia ordenanza en cuanto a las moratorias, ha llegado de la mano de sentencias judiciales que obligaron a redactar y aprobar, en 2022, una nueva normativa municipal para tratar de esquivar el levantamiento de la ZBE.

Cartel anunciado la entrada en la zona de bajas emisiones, en la salida 30 de la Ronda Litoral

Cartel anunciado la entrada en la zona de bajas emisiones, en la salida 30 de la Ronda Litoral / Ferran Nadeu

No es la primera vez que se ponen sobre la mesa nuevas medidas para muscular la zona de bajas emisiones. Lo apuntó el concejal Badia en su momento, pero también desde el AMB se puso sobre la mesa el tema de los coches diésel con etiqueta amarilla. Ya en 2018, ni más ni menos que en un acto en la sede de Foment, el director de servicios de Movilidad Sostenible del ente metropolitano, Carles Conill, explicó que se estaba estudiando excluir estos vehículos a partir de 2025, es decir, dentro de poco más de un año.

El calendario metropolitano

De hecho, el Plan Metropolitano de Movilidad Urbana (PMMU) 2019-2024 contempla una hoja de ruta propia: "A partir de 2022, se prevé restringir los vehículos con etiqueta amarilla de personas no residentes, y a partir de 2024, las restricciones de circulación se podrán ampliar a todos los vehículos con etiqueta amarilla". Según este documento, dentro de 15 días ya no podría circular el 18,1% de los turismos que a día de hoy pasan por alguna de las cámaras de la ZBE. Afortunadamente para ellos, como sucede con todos los planes ambientales y de movilidad, no se trata de un documento vinculante, así que ni ha sucedido ni parece que vaya a pasar a corto plazo. Más adelante, ya se verá; ni confirman ni desmienten.