Collboni promete diálogo al mundo empresarial como contrapunto a Colau

Jaume Collboni ha trasladado este martes un mensaje de tranquilidad y sintonía en su primera intervención como alcalde de Barcelona en el Cercle d’Economia que podría resumirse en algunas palabras: diálogo, confianza. No lo tenía muy difícil el socialista para suscitar sonrisas, más o menos tímidas, más o menos rotundas, entre los asistentes al acto.

Bastaba con tomar distancia con claridad con el estilo y el discurso de la alcaldesa en los dos mandatos anteriores, Ada Colau, que tan escasamente simpática resultaba a lo que se conoce como los sectores económicos de la ciudad. No la ha mencionado. No era necesario.

Collboni ha apelado nada más empezar su intervención - una conferencia titulada ‘Barcelona, compromiso de todos’, a la que ha seguido un coloquio- al diálogo, del que ha destacado que es una muestra de “fortaleza”, y no de “debilidad”. Ha recordado que desde su investidura, el pasado 17 de junio, se ha reunido con el presidente de la Generalidad, la presidenta del Parlament y “ayer mismo” con el rey Felipe VI, que le recibió en el Palacete Albéniz.

Cita en dos meses

El alcalde ha asegurado que la normalidad de las relaciones institucionales será “la divisa del mandato”, y como muestra ha anunciado que ha convocado para el 22 de noviembre “una iniciativa inédita”, una cumbre económica en la que reunirá a los sindicatos UGT y CCOO y a las patronales Pimec y Foment del Treball. El objetivo, iniciar un proyecto que ha denominado “Diálogo Social Barcelona”. También ha hecho mención del ‘Pla Endreça’ como apuesta por el civismo, y de la voluntad de ampliar el cuerpo de la Guardia Urbana. El orden.

“Es necesario intensificar el diálogo social en todos los niveles, también en el ámbito de la ciudad, y darle carácter y espacio institucional”, ha subrayado. Y se ha referido al reverso de esa visión, en lo que los mal pensados podrían ver una alusión a la gestión de su antecesora: “Cuando no hay diálogo es cuando se pueden generar polarizaciones estériles que solo sirven para crispar a la ciudadanía”.

El 30% de vivienda protegida

Collboni ha aludido a una de sus principales promesas electorales: su gobierno procederá a concretar la flexibilización de la medida que obliga a destinar a vivienda pública el 30% de las promociones y rehabilitaciones de más de 600 metros cuadrados. A falta de que se concrete la flexibilización, un cambio podría ser que en lugar de entregar tres pisos de cada 10, un promotor pueda compensar con el dinero equivalente.

En el coloquio posterior, entre el público se le ha mencionado la ineficiencia de la medida y se le afeado también que insista, como ha hecho, en apostar por la regulación de alquileres. Algunos estudios, le han reprochado, indican que esa regulación no tiene el efecto deseado y que puede limitar la oferta de nueva vivienda.

Regulación del alquiler

Collboni ha replicado que la ausencia de regulación ha hecho que el precio de la vivienda “se haya disparado”. Instaurarla, ha proseguido, tendría como efecto detener ese incremento, si bien ha añadido que es consciente de que no es “una solución estructural”. Y que esa solución pasa por promover más vivienda pública o público-privada, como se ha hecho, ha subrayado, en el anterior mandato. Ahí el público ya no parecía tan contento como al principio.

Del 30% ha afirmado que es una traba y que es “una obligación del sector público eliminar trabas”: “Ha sido contraproducente, no ha tenido los resultados esperado”. Ha explicado que en estos momentos se está trabajado en la reforma de esa norma.

La Corona, la Iglesia y el Ejército

Collboni ha hablado de la ampliación del aeropuerto, señalando que el verdadero debate es sobre cómo la ciudad debe estar interconectada si quiere apostar por un crecimiento económico de calidad, lo que daría sentido a la reforma. En general, ha generado cordialidad, como ha demostrado el expresidente del Cercle Carlos Cuatrecasas, que le ha dicho: “Tienes nuestra confianza”. Le ha agradecido que retomara la relación del consistorio con la Corona y ha confiado en que pase lo mismo con la cúpula militar y eclesiástica.

Otro de los asistentes le ha venido a decir que su discurso pinta bien, pero que ahora tiene que elegir socio, y que si es Junts la sensación será todavía mejor, pero que si es Barcelona en Comú las sonrisas se borrarán un poco.

Trias, presente; Colau, no

“Soy un alcalde progresista con un programa progresista y mi intención es articular una mayoría progresista”, ha contestado, sin descartar acuerdos con Junts, cuyo alcaldable en mayo, el exalcalde Xavier Trias, asentía con una sonrisa contenida. La otra aludida, la exalcaldesa Colau, no estaba entre los presentes.