Antonio Poveda: "Somos muy lentos en la planificación de la movilidad; necesitamos la inteligencia artificial"

Alcalde de Sant Joan Despí durante 15 años, senador desde 2021, 12 años como vicepresidente de Movilidad, Transporte y Sostenibilidad del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), cargo que abandonará en los próximos días, y presidente de la Red de Ciudades por la Bicicleta desde 2015. Antonio Poveda (Madrid, 1955) empezó como periodista pero se pasó al otro lado, al de la trinchera de los que generan las noticias. Su dilatada experiencia en la Administración pública es ideal para hurgar en el pasado, un bagaje que también sirve para adivinar hacia dónde vamos.

¿Qué revoluciones en materia de movilidad destacaría de los últimos 45 años?

Sin duda, la integración tarifaria del transporte público, que ha acercado mucho los municipios. Aunque la conexión de Barcelona con la conurbación sigue siendo el principal reto.

¿Qué ha pasado?

Hay muchos factores. Uno de ellos es que en Catalunya somos muy lentos en la planificación de la movilidad. Ves Madrid, con una red de metro muy extensa..., y luego Barcelona, con un Govern al que siempre le ha costado mucho apostar. No ha habido voluntad, y tampoco teníamos los recursos. Tenemos que lograr para el entorno de Barcelona los mismos estándares de calidad. Eso nos solucionará el colapso de la movilidad privada fruto del crecimiento económico.

Parece que los jóvenes pasan del coche. Eso ayudará.

En este país todas las ciudades se basaban en el vehículo privado. En 1980, toda la movilidad y el urbanismo se centraba en el coche. Pero el número era moderado, y ahora hemos llegado al colapso. La ciudadanía ya empieza a tener otra mentalidad y se da cuenta de que es imposible llegar al centro de la ciudad, puerta a puerta, conduciendo. Por dos elementos: cada vez hay mejor oferta de transporte público y existe una mayor conciencia medioambiental. Sobre todo, es cierto, por parte de los jóvenes. Hay un punto a mejorar, en este sentido, que es la intermodalidad. Pero creo que la inteligencia artificial nos ayudará gracias a la información que genera. Abre un camino vital para conseguir una mejor gestión en la gobernanza del transporte.

"La zona de bajas emisiones tiene que evolucionar. No sé si por etiquetas, pero quizás sí en función del año de matriculación"

¿Es importante de cara al futuro quién gestiona Rodalies?

Tiene su importancia, pero Rodalies tiene una complejidad, que no pasan trenes únicamente, también hay media distancia y mercancías. No es como Ferrocarrils, con trenes arriba y abajo sin misterio alguno. Una parte ya la gestiona Catalunya y lo que tenemos que hacer es colaborar. Hay que poner en marcha las cosas. Y eso nos cuesta mucho, las hablamos, pero no arrancamos. El traspaso de la B-23, por ejemplo. Cuado gobernaba el PP yo negocié el traspaso a la Generalitat, pero no había manera. Hemos estado 15 años pendientes de esto. Ahora podremos tener un carril bus-VAO que mejorará la movilidad. No puede ser que cueste tanto avanzar.

Cuando charlaba con la gente en su etapa de alcalde, ¿qué le pedían cuando le hablaban de movilidad?

Lo que quiere la gente es evitar las incidencias que rompan sus hábitos. Los sistemas de información son fundamentales. Si tengo una incidencia quiero estar informado para conocer las alternativas. Tenemos que conseguir que los usuarios de una determinada línea, si así lo desean, reciban un mensaje si hay algún problema.

¿Esto no pasa ahora?

No, pero pasará. Se está probando, pero no con la rapidez que sería deseable. Con los avances de la inteligencia artificial hay mucho camino por desarrollar para crear herramientas al servicio del transporte.

"El uso del patinete crecerá, pero no será compartido como sí lo serán el coche, la moto y la bicicleta"

¿Habrá más zonas de bajas emisiones en el futuro?

La zona de bajas emisiones ha sido un éxito y tiene que evolucionar. No sé si por etiquetas, pero quizás sí en función del año de matriculación, habría que poner un corte. Los que tengan más de 20 años, por ejemplo, ya están amortizados y contaminan mucho. Se tiene que actualizar de manera amable. Esto ha dado alas a otros proyectos, como la bici pública metropolitana, el AMBici. En menos de seis meses ya hemos alcanzado los 20.000 abonados. Hay días que tenemos ocho usos por bicicleta. Necesitamos más bicis, más oferta.

Se perdió la oportunidad del Bicing unificado…

En el futuro estoy convencido de que los dos sistemas se tienen que integrar, a pesar de que ahora ya tienen un título conjunto. La gente deja el AMBici y se pasa al Bicing sin problemas. Dentro de siete años hay que ir a un concurso único y homogéneo. Y es importante que se incorpore al sistema tarifario de transporte público.

¿Que con la T-Mobilitat también puedas usar el Bicing?

Sí. Pero la T-Mobilitat es un ejemplo de lo que cuesta desarrollar las cosas. La burocracia la tenemos muy elevada.

¿Qué futuro le ve al patinete?

Crecerá su uso, pero no a través del 'sharing'. No pasará como con la bici, la moto o el coche, que serán compartidos; será de uso personal. Tendrá un papel importante en las ciudades siempre que haya infraestructura, por eso hoy hay muchos más patinetes en Barcelona que en Madrid.

¿Tiene margen de crecimiento el tranvía? ¿Puede suplir la falta de inversión en metro?

Es mucho más flexible que el metro y se tiene que estirar. La prolongación hacia Sant Feliu, por ejemplo, está pendiente del soterramiento de la R3 de Rodalies. El objetivo es que vaya hacia Molins de Rei y Sant Vicenç. Pero también es posible desarrollar el autobús exprés, que no requiere de tanta infraestructura, con una velocidad comercial incluso superior. Los buses de 18 metros ya tienen un nivel de capacidad importante. Lo hemos visto con la M5, entre Castelldefels y Cornellà. Tiene una reserva importante de trazado por la C-245 y es una línea supereficaz y eficiente.

Llegar a Barcelona en autobús y darse cuenta de que faltan estaciones terminal...

Es un ejemplo de lo que nos cuesta tomar decisiones. La movilidad del futuro necesita mucha más agilidad burocrática. Desde hace más de 15 años hay una terminal prevista en el parque de Cervantes, en la Diagonal. El proyecto lo tiene la Generalitat de Catalunya, pero lo ha ido aplazando. Ahora se habla de hacerla en Francesc Macià por la prolongación de la L8 de FGC. Estamos en la indefinición. Yo reclamo concreción. Corremos el riesgo de colapsar los carriles bus. En plaza de Espanya falta una terminal sí o sí y falta otra en la Diagonal. Ya no sabemos dónde poner los finales de parada. Ya no hay espacio.

Seguridad vial. ¿Cómo reducimos la cifra de 21 siniestros con víctimas al día en Barcelona?

Es un drama. Confío en dos cosas, que todos los nuevos vehículos tienen elementos de seguridad muy desarrollados y que la seguridad vial entre de verdad en las escuelas.

No se referirá a ese guardia urbano que viene un día al aula...

No sirve para nada, es un tema de imagen, no recomiendo que se haga. O hay un profesor de seguridad vial o es imposible. La ciudad hay que compartirla, y eso requiere civismo.

¿Cómo lo hacemos?

Se tienen que implicar el Departament y el Ministerio de Educación, porque tiene que ser una materia más. Pero no vinculada a la seguridad ciudadana, hablamos de civismo.