Preservación cuestionada

De tienda centenaria a masajes asiáticos: nuevo desastre en el comercio emblemático de Barcelona

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Negocio de masajes donde estuvo durante más de cien años la tienda musical New Phono, en la calle Ample..

Negocio de masajes donde estuvo durante más de cien años la tienda musical New Phono, en la calle Ample.. / Zowy Voeten

Patricia Castán

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Cada persiana histórica que se baja en Barcelona no solo deja más huérfana a la ciudad de comercio con identidad, sino que desata los temores sobre el siguiente relevo. Pocas veces irá a mejor: la mayoría será turístico si se trata del centro de la metrópolis, donde los precios de alquiler solo están al alcance de multinacionales o inversores con voracidad económica. Pero en el nuevo caso de la calle Ample (35-37-39), el desenlace ha sido especialmente triste, coinciden en el entorno, porque no solo el espacio de 1906 se ha desdibujado (apenas se aprecia el viejo rótulo y no se ve su mobiliario protegido), sino porque encima, parte de la nueva actividad es de masajes asiáticos. Los vecinos ironizan: no es un final feliz.

El Periódico informaba el verano pasado del cierre de New Phono, el paraíso musical que desde hace más de un siglo despuntó en la zona (previa etapa en la calle de Ferran), dibujando siempre el hilo de las tendencias, del gramófono a las guitarras eléctricas, los amplificadores, los álbumes y los intereses del melómano. La familia que durante generaciones alimentó esa especialidad, los Massó, había logrado tras su despedida en 2018 encontrar un buen relevo en Tico Música, la empresa de Badalona con amor a la profesión y que apostó por mantener la banda sonora del local, con varias entradas en la calle Ample.

Pero como estos últimos explicaban a este diario, tuvieron la mala suerte de reabrirlo en 2019 y comerse al poco tiempo una pandemia de la que no pudieron recuperarse. Los barceloneses se lamentan de cada defunción de un local emblemático, pero no suelen cruzar su umbral de muchos de ellos. Compran en e-commerce y luego se quejan si cierran, reflexionaban entonces desde el sector.

La nueva vida de este tramo de la calle Ample exhibe ahora la fallida política municipal de preservación del comercio emblemático y protegido en la ciudad. Como ya sucedió en la calle Comtal, con un alud de cierres que dieron paso a un repertorio turístico para el olvido, la historia se repite. El principal foco de atracción es el Hash Marihuana & Hemp Museum Barcelona (o 'museo' de la marihuana), a pocos pasos de una histórica zapatería que se transformó en negocio 'fast food' que ha sido precintado porque la nueva actividad está blindada en esta zona. Al lado se situaban los tres espacios del ex New Phono, que se habían convertido en dos negocios bisutería (uno de ellos desmantelado en los últimos días y el otro también en aparente transformación) y el tercero (junto al museo) que está funcionando como local de 'Massage' y 'pedicura'.

Detalle del negocio de masajes de la calle Ample, que suele dejar las puertas abiertas.

Detalle del negocio de masajes de la calle Ample, que suele dejar las puertas abiertas. /

Las piernas de una mujer tumbada se pueden ver desde la calle en algunos momentos, con la puerta abierta. Más allá de su actividad comercial, sobre la que hay diversas teorías, el local no recuerda ya nada a su pasado. Para más inri, hasta hace unos días algunos de sus carteles con fotos rezaban "food (comida) massage" en lugar de "foot (pies) massage". Alguien se lo ha hecho notar y ayer lunes pegaron una 't' encima de la 'd'.

Críticas de la asociación de comerciantes

Para Barna Centre, uno de los ejes comerciales más importantes de la ciudad, y que se extiende por el Gòtic, este nuevo episodio pone de manifiesto que "ni las medidas de protección para emblemáticos ni acciones cómo la de los Bajos de Protección (BPO) han permitido proteger la diversidad de establecimientos tradicionales que caracterizaba al centro histórico". La posición de esta patronal es clara: "Seguimos pidiendo un plan de revitalización social, comercial y cultural para el centro que frene la degradación del entorno", señalan a este diario.

Para el arquitecto Alberto Mejías, impulsor del primer catálogo de emblemáticos, Barcelona debe reaccionar y hacer un esfuerzo para que las medidas de protección impulsadas desde consecutivos gobiernos municipales se hagan efectivas, "más allá de la política". Apoya las reaperturas comerciales frente a las persianas bajadas, pero es muy crítico con la pérdida de patrimonio. "No nos podemos permitir quedarnos sin memoria de la ciudad", insiste, recordando que a veces ha documentado el mobiliario de tiendas protegidas con las que luego no ha habido un seguimiento cuidadoso de su preservación. Y reclamando la promoción de la figura del "aprendiz" para proteger actividades, y la entrada en acción de los gremios.

El New Phono hasta hace poco se componía de tres locales contiguos bajo el mismo nombre. El catálogo del Patrimonio arquitectónico, histórico-artístico y paisajístico de los Establecimientos emblemáticos de Barcelona (2016) impulsado por el ayuntamiento lo sitúa en la categoría E2, por su interés (elementos de fachada y algunos expositores modernistas), y alude también a la importancia de su actividad. Pese a todo, ya está irreconocible.

Sigue la misma suerte de una larga lista de comercios históricos cerrados y olvidados en el corazón de la ciudad.

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