La playa del Fòrum se enfrenta a un cierre por orden europea si no mejora este verano

La playa del Fòrum se arrincona entre la desembocadura del río Besòs y el puerto deportivo que los fastos de 2004 dejaron como legado donde Barcelona borró todo rastro de las barracas del Camp de la Bota. Un ‘skyline’ industrial y poco bucólico -dibujado por las chimeneas de la incineradora de basura Tersa y de los ciclos combinados de Endesa y Naturgy- se cierne a la espalda de los pocos bañistas que se tumban en este punto de la costa, en el borde entre Sant Adrià y la capital, circundado por la Ronda Litoral y aislado de los apartamentos del final de la Diagonal y los bloques de La Mina. La Unión Europea lleva cuatro años seguidos advirtiendo de las pobres condiciones sanitarias del agua que baña ese margen exterior de la urbe. El suspenso -desapercibido hasta ahora- sitúa a la orilla de ese recodo barcelonés al borde del cierre si los análisis no mejoran este verano.

La directiva comunitaria sobre calidad de las aguas de baño es clara al respecto: en caso de que la salubridad del mar en una playa sea declarada insuficiente durante cinco años consecutivos, “se dictará una prohibición permanente de baño o una recomendación permanente de abstenerse del mismo”. La playa del Fòrum se hallaría en el supuesto de veto a los bañistas en caso de que la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) le conceda de nuevo la peor valoración posible al final de la presente temporada.

La Generalitat y el Ayuntamiento de Sant Adrià son reticentes a la idea de impedir zambullirse en el enclave que la UE pinta en rojo en sus evaluaciones desde 2019. El Departament d’Acció Climàtica responde con ambigüedad al ser requerido si, con arreglo a la norma europea, denegará el acceso al mar o lo desaconsejará a partir de 2024 de volverse a reprobar a la playa del Fòrum. No son hipótesis descabelladas vistos los antecedentes. 

“Si no hay novedades, se seguirán haciendo controles y estará abierta, excepto en la zona próxima a la desembocadura, que estará acordonada de manera preventiva”, contesta la ‘conselleria’. El extremo de costa pegado al Besòs ya está cercado de forma habitual. El último informe de la AEMA precisa que 45 masas de aguas en la UE -ninguna de ellas en España- se catalogaron como no aptas entre 2017 y 2021, año tras año. Del total, 15 eludieron el precepto que las exhortaba a restringir el baño.   

Lista negra comunitaria

La playa del Fòrum es la única de la metrópolis barcelonesa que la agencia europea ha apercibido. La AEMA la clasifica con otras 315 zonas de baño de la UE, el 1,5% de las estudiadas, de las que advierte que nadar en sus aguas “puede provocar enfermedades” por no ajustarse a los niveles de enterococos intestinales y la bacteria E.coli que ordena cuantificar.

La Generalitat y Sant Adrià discuten el juicio de Bruselas. Acció Climàtica esgrime que las pruebas que la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) efectuó en la orilla del Fòrum entre junio y septiembre de 2022 acreditaron que la salubridad “fue excelente en ocho de los muestreos, buena en dos y solo en uno de los controles se produjo una alteración puntual de la calidad”. 

La ‘conselleria’ atribuye la distorsión a un fuerte aguacero. Es la misma razón a la que achaca seis de los ocho resultados negativos de los exámenes practicados en 2019, dos de los tres firmados en 2020 y uno de los tres de 2021. “La calidad del agua durante estos episodios de lluvia es pobre, pero a las 48 horas ya se recupera y es excelente”, alega Sant Adrià.  

De ser las condiciones apropiadas en la mayoría de ocasiones, ¿por qué Bruselas relega entonces el agua de la playa del Fòrum a su lista negra? La directiva concreta una ecuación para ponderar un promedio de las mediciones de la presencia de bacterias en las últimas cuatro temporadas de baño, tarea que el ACA asume en Catalunya. “La AEMA hace medias de los últimos cuatro años y eso puede empeorar los resultados”, sostiene Sant Adrià.

La regulación europea estipula también que los Estados miembro velarán por adoptar medidas a la temporada siguiente de haber recibido una calificación deficiente, que “incluirán la prohibición del baño o la recomendación de abstenerse del mismo”, sin tener que aguardar a que los malos registros reiterados durante un lustro precipiten la clausura. “Son recomendaciones para tomar medidas adecuadas ante fuertes de lluvias, lo que ya se hace por protocolo. Por lo tanto, el Ayuntamiento no se plantea cerrar la playa porque ya se toman las medidas adecuadas”, zanja Sant Adrià.

Vertidos en la desembocadura

La AEMA pone nota sin estudiar los motivos por los que, a su juicio, las aguas de la playa son mejorables. El ACA sí cita las posibles causas en una ficha en que, aun sin actualizar desde 2019, definía ya entonces la calidad sanitaria de las aguas como insuficiente. 

El ente de la Generalitat reitera que los chubascos intensos “son el principal factor de contaminación” de la playa, por lo que el Besòs descarga en el Fòrum cuando baja revuelto. Añade que el rebosadero del sistema de saneamiento puede “producir vertidos puntuales” de aguas residuales en caso de lluvias torrenciales y averías. 

A su vez, menciona a las fábricas colindantes a la playa como un riesgo potencial. “Vierten las aguas de refrigeración a la desembocadura del río. En algunas ocasiones, se han formado espumas asociadas a estos vertidos, que posteriormente han llegado al mar”, indica. Apostilla que también existe peligro de un “vertido accidental de hidrocarburos”.

La Generalitat permite que las empresas ubicadas donde el Besòs se une al Mediterráneo arrojen una enorme cantidad de agua residual tras su uso industrial. Las autorizaciones ambientales de Acció Climàtica conceden a Tersa que se desprenda cada año de un máximo de 33 millones de metros cúbicos de agua usada a través de una canalización que da al río; faculta a la central de ciclo combinado de Endesa a lanzar hasta 1,7 millones de metros cúbicos de agua refrigerada al día a través de una cañería submarina a 300 metros de la orilla, y que la otra planta de Endesa y la de Naturgy diseminen 62.600 metros cúbicos por hora como mucho en el Besòs. 

“No se ha detectado ninguna afectación directa derivada de los vertidos sobre el medio receptor, aun tratándose de caudales muy importantes”, reza una de las autorizaciones del Govern. A su vez, desvincula a la industria de las puntas de contaminación bacteriológica detectadas. “Responde a la pobre calidad de las aguas del Besòs”, achaca la resolución, que subraya que, aparte de las eléctricas y la incineradora, existen otras instalaciones que “inciden de manera importante sobre la calidad de las aguas y del ecosistema marino inmediato, pudiendo sensibilizar de forma notable la zona de las aguas de baño”.    

Los permisos obligan a que los vertidos industriales no calienten más de tres grados el agua de la orilla de la playa del Fòrum. Endesa, Naturgy y Tersa afirman que efectúan controles y cumplen los parámetros.

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