Ada y sus hermanas: la entrevista más personal de Colau (con sorpresa final)

Ada Colau ha optado durante esta campaña por un formato nuevo, entrevistas con gente variada en el Café de la Ópera, en la Rambla, en las que ella hace a veces de entrevistadora y a veces de entrevistada, y que le han servido para abordar un tono relajado en esta campaña electoral. Bajo el epígrafe ‘Un cafè amb…’, la alcaldesa se ha visto con el periodista Marc Giró, con la actriz Silvia Abril y con el humorista Andreu Buenafuente, entre otros.

En la última entrevista dada a conocer, publicada este domingo, Colau entrevistó a sus tres hermanas, que lo son solo de madre: Clara, Lucía y Alícia acudieron al café para hablar con su hermana mayor. Lucía –la alcaldesa la llama Luci- es la mediana, y Clara y Alícia –Colau se refiere a ella como Ali-, las pequeñas, gemelas.

La hermana mayor

A Giró, Colau le explicó por qué había elegido el Café de la Ópera para las entrevistas: “Cuando era adolescente, una chica del Guinardó, era la hermana mayor de una familia numerosa y tenía tres hermanas pequeñas que daban por saco todo el día, ahora las quiero mucho, tenía ganas de huir y venía a leer aquí”.

Ya con ellas, la alcaldesa recordó que se lleva 7 años con Luci y 9 con Clara y Ali. Y puso sobre la mesa el elefante en el salón: “Abramos el melón de la hermana mayor, sin censuras”. “Es un melón muy grande”, contestó entre risas Ali.

Adiós a la clandestinidad

“Os agradezco que salgáis del armario. Vivís en la clandestinidad, porque no os llamáis Colau”, les dijo la primogénita. Las hermanas de Colau se apellidan Layunta, es algo conocido, pero es cierto que apenas han salido a la luz en estos ocho años.

Durante la entrevista, hablaron mucho de los efectos que tienen en la familia las fake news, las acusaciones de todo tipo que recibe Colau. Y volvieron a su infancia, la de las hermanas, que ya era adolescencia para Colau: “Erais monstruitos, como los Gremlins; me tocabais los libros, la ropa. Os quiero, pero era bestia”. “Tú leías mucho. Escuchabas cassettes en italiano”, contó Clara. Las pequeñas también recordaron que la alcaldesa hacía de DJ en fiestas.

La boda de Ali

“Nos obligabas a ir a manifestaciones. No pasa nada, pero nos obligabas”, dijo Ali, que sobre la entrada de su hermana en política, afirmó: “A mí me hace sufrir la mama. Yo sé que tú eres fuerte”. Y volvió a la madre: “Una mujer que vino de Soria”. La alcaldesa terció: “No está aquí porque ya estaríamos todas llorando”.

Hablaron de la noche de 2015 en la que Colau ganó las elecciones. “Nos dijiste: ‘Me ha llamado Trias, he ganado”, relata Clara. Contestó la alcaldesa: “He intentado que no os afectara. ¡Y habéis podido venir al pregón del la Mercè!”. Pero no era el mejor recuerdo, y la regidora se fue al más emocionante dirigiéndose a Ali: “Te casé en el Saló de Cent, tía”. Y Ali explicó como la oficiante lloró todo el rato.

El embarazo de Luci

Tres de las cuatro hermanas coincidieron en cómo les afectó el embarazo de Luci, la primera en quedarse encinta en la familia. Cómo las motivó y les cambió la vida. “Nunca me había planteado ser madre y fue ver tu maternidad y se me despertó todo”, dijo Colau. Y más o menos en este punto de la charla alguien saludó: “Hola”.

Y entró la madre, Tina Ballano. Ninguna de sus hijas sabía que acudiría y empezaron a correr las lágrimas. “Esto ha escapado a mi control”, proclamó Colau, que contó que su progenitora le ha dicho a menudo: “Ada, que eres alcaldesa, péinate bien”.

Contó Luci que a la madre no le parece normal el sueldo que tiene Colau (algo más de 3.000 euros al mes tras el recorte que impone Barcelona en Comú), y que a veces le ha preguntado: “¿Por qué no te haces eurodiputada?”.

La mitad de hijos

Ada y sus hermanas subrayaron que ellas tienen dos hijos mientras su madre tuvo cuatro: “No le llegamos a la suela del zapato”, constató Colau. Y la madre reveló que en ocasiones ha “saltado” en algún lugar al escuchar críticas a su hija. “Esto no es un café, esto es una telenovela”, comentó la alcaldesa antes de que la entrevista acabara en un abrazo entre las cuatro hijas y su progenitora.