Los cafés preelectorales de Ada Colau con famosos

Ada Colau ha dedicado una parte de la precampaña a hacer entrevistas. Es decir, no siempre como entrevistada, también a ratos como entrevistadora. O alternando los dos papeles. Por lo menos, ella ha sido la convocante de cuatro citas. Cuatro conversaciones, por ahora, en un mismo escenario: el Café de la Ópera.

“Tengo un vínculo emocional fuerte (con el local) porque cuando era adolecente, una chica del Guinardó, era la hermana mayor de una familia numerosa y tenía tres hermanas pequeñas que daban por saco todo el día, ahora las quiero mucho, tenía ganas de huir y venía a leer aquí. Fue mi primer refugio fuera de casa”.

La "rarita"

Con esta frase empezó Colau el primer capítulo de sus ‘Un cafè amb…”, que así se llama el formato, presentado como un “programa de conversaciones”. El primer invitado fue el periodista Marc Giró, y la charla se emitió hace dos semanas. Después Colau ha mantenido conversaciones, por este orden, con la actriz Silvia Abril, el humorista Andreu Buenafuente (pareja de Abril) y la cantante Maria Arnal.

Giró quiso saber qué libros se traía la hoy alcaldesa al Café de la Ópera.

-¿Qué leía?

-Mucho existencialismo francés

-¡La típica rara!

-Era la rarita, sí.

Giró, a su vez, le explicó que él venía de joven a buscar aventuras, por la fama de que era un centro de encuentros gay. Nunca, dice, encontró esa aventura canalla en el local, que en cambio fue el escenario en el que uno de sus novios le dejó.

El tono cercano de la conversación es una apuesta en sí mismo por un formato que no tenga el carácter resultadista de un anuncio electoral, que a estas alturas puede causar más rechazo que otra cosa. Pero a una persona que siga a Giró, a Abril,  a Buenafuente o a Arnal, verlos hablando con Colau puede llevarles a dedicar atención a esa conversación.

 “Yo prefiero que me tutee, que si no me hace sentir mayor”, le dijo Colau a Giró, que aseguró que la alcaldesa es una de las personas que mejor viste de Catalunya. “Venga va”, contestó Colau casi ruborizándose. Su conversación duró 26 minutos. Más o menos lo mismo que las tres siguientes: todas superaron los 20 minutos.

Redes sociales

Las entrevistas se han ido difundiendo semanalmente desde la primera, la de Giró, que se publicó el pasado 11 de abril. De forma íntegra, en Youtube y Spotify, y algunos fragmentos, en las redes sociales de Colau. La voluntad es tratar temas variados con cada invitado y el tono no siempre es el mismo. En la charla de Giró con Colau se diría que ella es la que entrevista. En la de Buenafuente a la alcaldesa, quizá de forma inevitable por su trayectoria, es más bien él el que hace las preguntas.

“Me hace gracia hablar contigo. He estado seis años en Madrid y volver y reconectar con la ciudad me ha servido para refrescar muchas cosa”, le dijo Buenafuente a la alcaldesa sobre Barcelona, a la que pidió que le contase como está la capital catalana.

El "mantra" sobre Barcelona

“¿Este mantra de que Barcelona no está bien a quién le interesa?”, preguntó el humorista, centrando para que Colau rematara negando que exista el “desastre” que algunos denuncian, y añadiera también que le parece increíble que haya medios que se sumen a esas campañas mientras elogian a Madrid.

“Todos son personas de talento a las que la alcaldesa admira”, afirman fuentes de Barcelona en Comú que explican el por qué del programa de conversaciones. A la vista de los capítulos emitidos, el formato tiene un activo claro para Colau: el entorno es amable y el elogio acaba siendo la norma de las charlas.

“El objetivo es abordar temas distintos a los que acaparan el foco mediático y conocer mejor a la alcaldesa y sus invitados a través del humor y las anécdotas personales. Se quiere llegar a un público harto del ruido de la política a través de un lenguaje más cercano y positivo”, prosiguen las mismas fuentes.

Las conversaciones no han llegado a las visualizaciones de algunos vídeos de la alcaldesa en TikTok, pero el vídeo de la entrevista con Giró estaba este martes en más de 22.000 visualizaciones (más gente de la que va a un mitin en estos tiempos, sin duda), la de Abril, en casi 20.000; la de Buenafuente, en 14.000, y la de Arnal roza el millar en pocas horas. Todo por lograr accesos distintos y efectivos al electorado.

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