MAPA | La Barcelona vaciada: las calles céntricas despobladas y los barrios emergentes

La España vaciada tiene muchas causas. Una de ellas, el hecho que el Gobierno, desde los tiempos de José María Aznar, insista en conectar Madrid con las capitales de provincia a través de la alta velocidad. También está el abandono de la agricultura y la ganadería o el envejecimiento de la población, que busca en las grandes concentraciones urbanas más cercanía con los equipamientos, sobre todo sanitarios. Resulta paradójico que en una metrópolis como Barcelona también se detecten zonas de una cierta despoblación. Es previsible que en la Zona Franca haya escasa mancha humana, pero no lo es tanto que en calles céntricas del Eixample se produzca igualmente este fenómeno. Lo repasamos en base a datos municipales, recogidos por la agencia pública Barcelona Regional (BR), pero también consultando otra información, como la que contiene los mapas que brinda el Sistema de Información Territorial y Municipal (SITMUN).

El plano que BR realizó para el índice de calles saludable Healthy Streets, que marca con colores cuáles son las mejores vías de la ciudad, en base a 10 criterios distintos, permite distinguir esta Barcelona vaciada. Paseo de Gràcia, por ejemplo, aparece prácticamente en blanco si se compara con el entorno casi inmediato. Si se consulta el mapa de secciones censales (agrupación de manzanas que se usan para realizar estadísticas y para organizar la votación en jornadas electorales), la arteria comercial aparece efectivamente con una población muy por debajo del entorno inmediato. Los límites de esta zona más despoblada los marcan Rosselló, Balmes, Gran Via y Roger de Llúria, es decir, dos calles a la izquierda y dos calles a la derecha y todo el trazado del paseo hasta la Diagonal, incluso tres calles por encima de Jardinets de Gràcia, en el lado Llobregat.

Mapa | ¿Vives en una calle 'saludable' en Barcelona?

La concentración de oficinas y la turistificación de estas calles han vaciado el centro neurálgico de la capital catalana. Cuanto más lejos se está de paseo de Gràcia, mayor es la concentración de vecinos, entre otras cosas, también porque el precio de la vivienda, sea de alquiler o de venta, va reduciendo el precio, ni que sea de manera tímida. Curiosamente, son las zonas con menos vecinos y al mismo tiempo son las vías más concurridas de la ciudad por la presencia constante de forasteros en la arteria comercial, y por ser zona de paso habitual de los propios barceloneses.

Glòries y la Sagrera

La zona censal de plaza de Catalunya con paseo de Gràcia es la menos poblada, con 5.900 habitantes por metro cuadrado. Basta con andar un par de calles hacia el Besòs para encontrar una densidad de más de 21.000. Y se anda hacia el mar, por debajo del Palau de la Música, la concentración supera los 54.000 hab/km². También hay sectores en L'Hospitalet, en el barrio de la Florida, que superan una densidad de 120.000 vecinos por kilómetro cuadrado.

También se identifican con claridad zonas de la ciudad que están en plena transformación. Como el entorno de la plaza de las Glòries, toda la herida ferroviaria de la Sagrera, desde el puente del Treball hasta el nudo de la Trinitat, y el 22@, donde se ven dos huecos blancos que coinciden con las dos áreas de desarrollo urbanístico del distrito. En el sur es donde más se ha avanzado, y en el norte, por encima de la Diagonal a la altura del parque del Centre del Poblenou, es donde hay más margen de crecimiento.

Hay secciones censales con una densidad de población superior a los 100.00 habitantes por kilómetro cuadrado. Sucede en Ciutat Vella, en la zona delimitada por las calles de la Paloma, Riera Alta, Joaquim Costa y Ronda de Sant Pere, donde se superan los 130.000 hab/km², cifra que también se alcanza en Sant Andreu, junto al parque de la Pegaso. También en unas manzanas de la Marina del Port, en el lado Llobregat de Montjuïc, se alcanzan números inquietantes, con una densidad superior a 110.000 hab/km². En Ciutat Vella hay un combo de circunstancias, pues a la elevada densidad de población se le añaden los turistas. La tormenta perfecta.

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