Barcelona Entretodos

Las propuestas de los lectores sobre el turismo en Barcelona: más calidad y prioridad de servicios para el vecino

EL PERIÓDICO ha recogido ideas sobre cómo integrar mejor esta actividad económica en la capital catalana y han despuntado las sugerencias para minimizar la presencia de viajeros 'low cost', repercutir la aportación económica del sector en los barrios que más saturación sufren y desconcentrar en el espacio y tiempo las afluencias de visitantes

Unos turistas se fotografían delante de la Catedral de Barcelona.

Unos turistas se fotografían delante de la Catedral de Barcelona. / ÀNGEL GARCÍA

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La voz de los barceloneses se amplifica desde hace unas semanas en EL PERIÓDICO por vía de la nueva sección Barcelona Entretodos, abierta a recoger ideas sobre temáticas candentes en la ciudad e importantes para los votantes de cara a las próximas elecciones municipales de mayo. En las últimas semanas el altavoz se ha puesto al servicio de las ideas y propuestas de los lectores sobre cómo mejorar el turismo en la ciudad, uno de los pilares de su actividad económica. Tras analizar los datos, sobresalen sugerencias que apuntan a captar viajeros de más calidad, a compensar a los barrios más saturados y a descomprimir las afluencias, tanto en los puntos más críticos como en los periodos punta.

Poco a poco, los participantes han lanzado un total de 43 propuestas, sobre las que se podía votar a favor o en contra. El denominador común es el de mejorar el modelo turístico y aprovechar la recuperación del sector, tras la pandemia, para ser más selectivos sobre el tipo de viajero que conviene a la ciudad. Cabe señalar que tras la pandemia que paralizó la actividad, muchos barceloneses han tomado conciencia del peso del turismo en otros ámbitos económicos (del comercio a la hostelería) y del impacto de la recuperación sectorial desde el pasado verano en la remontada en empleo y facturación de estos últimos.

Así, la cuestión del turismo ha pasado de estar en el podio de las preocupaciones ciudadanas el pasado mandato, a haber caído hasta la 12ª posición en el último sondeo municipal.

En este marco, los barceloneses están interesados en políticas que favorezcan un mayor retorno de la actividad turística y una planificación que permita su integración con el menor impacto de las externalidades o efectos secundarios que puede entrañar ese éxito de visitantes. La propuesta que cuenta con más avales es la de "priorizar los servicios al vecino", en tanto a transporte, actividades y recursos.

Sofisticación del turismo

Cuantitativamente han destacado las propuestas vinculadas a potenciar la calidad. Son variadas, aluden a la sofisticación de la oferta (apuntando hacia visitantes más motivados por la oferta cultural, gastronómica, sanitaria y otras) y a minimizar los que generan pocos ingresos y acuden solo por ofertas, que en muchas ocasiones generan ruidos y problemas de convivencia. Pero en concreto, los lectores apuntan a un control o regulación del segmento de visitantes que no pernoctan en la ciudad y la visitan por unas horas, citando a los autocares (una de las grandes inyecciones de excursionistas, sobre todo en verano, procedentes de numerosas localidades de la costa) y a los cruceros, que la alcaldesa Ada Colau ha puesto en el punto de mira mediático desde hace unos meses.

Innovar en la comunicación para captar turistas, y promover el viajero de perfil tranquilo, y que llega a la ciudad por motivos profesionales y de negocios, son otras políticas sugeridas.

Repartición del beneficio

La tormenta de ideas abre la puerta también a crear mecanismos de compensación económica para la ciudadanía, en especial en los vecindarios que soportan más carga turística. Se plantea incluso que en estas zonas haya ayudas para la vivienda o el comercio de proximidad. En este sentido se considera que la tasa turística puede suponer un filtro para dejar fuera al viajero de menos presupuesto, y para favorecer un retorno a barrios bajo presión.

Cabe recordar que este año se incrementa el recargo municipal de Barcelona a la tasa turística, de modo que en los hoteles de más categoría se pagarán 6,25 euros por persona y noche, mientras que serán 5 por cabeza en los pisos turísticos y entre 3,75 y 5,75 euros por crucerista, en función de las horas que pasen en la ciudad, hasta sumar 52 millones de euros recaudados en total.

Además, se sugiere comunicar que Barcelona es mucho más que sus iconos, y hay que potenciar sus múltiples valores.

Despresurizar puntos calientes

Aliviar las zonas masificadas es desde hace años uno de los retos de ayuntamiento y Turismo de Barcelona. En este sentido, el paréntesis de la pandemia ha servido para desplegar recursos tecnológicos que potencian la reserva anticipada y sin colas en los principales iconos, y la organización de visitas en pequeños grupos en puntos calientes. Pero los lectores insisten en esa estrategia, pidiendo que se informe a los visitantes sobre otras zonas de interés o sobre actividades distintas a las propias de las vacaciones estivales. Además, se pone énfasis en redistribuir las afluencias a lo largo del año, con motivaciones de viaje que no sean de sol y playa.

Perfiles e intereses

En la recogida de ideas han participado lectores de todas las edades, con especial presencia en la franja de 18 a 25 años, de 25 a 35 y de más de 65; tanto de zonas residenciales como céntricas, y de capacidad adquisitiva sobre todo media. Cabe subrayar que los hombres y son más partidarios de la descentralización, al igual que sucede con las zonas de rentas bajas; y la búsqueda de turismo de calidad es prioritaria en los lectores de más edad y en los códigos postales de rentas más altas.