Fiesta patronal

El fiestón de la restauración de Barcelona une a Boris Izaguirre y Ada Colau en el escenario de La Paloma

El sector congrega en su sarao anual a multitud de políticos, artistas y personajes sociales, con el presentador venezolano como invitado de honor y las apuestas electorales en todos los corrillos

Izaguirre, durante su discurso en la abarrotada sala La Paloma, en presencia de alcaldables, autoridades, artistas y empresarios de la restauración y otros sectores.

Izaguirre, durante su discurso en la abarrotada sala La Paloma, en presencia de alcaldables, autoridades, artistas y empresarios de la restauración y otros sectores. / LUIS MALIBRAN

Patricia Castán

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A dos meses y medio justos para que Barcelona se juegue su futuro en las urnas, el efervescente sector de los bares y restaurantes de Barcelona puede presumir de haber vivido un día de gloria en términos de poder de convocatoria en fiesta anual por la festividad de Santa Eulàlia. La coyuntura invitaba a contar con una alineación de altos vuelos, en una foto social en la que los alcaldables o sus representantes debían estar. Así que Ada Colau, que suele evitar los actos vinculados al Gremi de Restauració de Barcelona, se ha pintado su mejor sonrisa para regresar a esta cita anual que no pisaba desde 2019, año, por cierto, también electoral. El acto de este miércoles ha apostado por el tono festivo y de recuperación sectorial, con un invitado de honor que ha brillado en la resucitada sala de fiestas La Paloma, Boris Izaguirre, soltando una perla tras otra. Pero la alcaldesa no ha desaprovechado la ocasión para calzar su mitin y sumarse a los logros de un sector con el que ha mantenido ocho años de relación de montaña rusa y muchos choques frontales, limados por su socio de gobierno socialista Jaume Collboni.

La Paloma ha puesto el escenario, reivindicándose tras un cierre de 16 años (motivado por ruidos, quejas vecinales y sanciones municipales), en un acto lleno de intención. Con la sala llena y el evidente clima preelectoral, cada palabra se ha digerido y calibrado con lupa. Así, el debut de Salva Vendrell, nuevo presidente del gremio, ha optado por un aire conciliador a alabar la "transversalidad" de la cita, en la que sector público, privado y de las artes "se dan la mano como ha de ser natural" y "deben empujar a la ciudad en la dirección correcta". O la recuperación de la actividad tras el tsunami de la pandemia.

La teniente de alcalde Janet Sanz, Roger Pallarols, Xavier Sardà, Boris Izaguirre, Ada Colau y Salva Vendrell, en la primera fila del acto de los restauradores en La Paloma.

La teniente de alcalde Janet Sanz, Roger Pallarols, Xavier Sardà, Boris Izaguirre, Ada Colau y Salva Vendrell, en la primera fila del acto de los restauradores en La Paloma. / LUIS MALIBRAN

Minutos después, ha sido el turno de Colau y aunque la presentadora Imma Sust la ha exonerado de la culpa del cierre de la mítica sala --"usted no estaba entonces", ha dicho con guasa--, la alcaldesa se ha hecho parte de su historia ("en esta joya donde todos hemos bailado"), del final feliz y hasta de la buena marcha de las contrataciones en el sector de la restauración. Para entonces los murmullos de los empresarios eran casi incontenibles. No olvidaban la 'guerra de las terrazas', los incrementos de las tasas, los recortes en algunas calles y plazas, las inspecciones y las trabas para consolidar los veladores covid, que han sido un millar, tras descartar casi 2.000 y tras la cruzada de la patronal al respecto. "No hemos de recibir lecciones de nadie", se ha congratulado refiriéndose al caso de Madrid (con políticas más liberales), ha terciado. "Lo hemos superado juntos; hemos salido de la crisis creciendo en actividad y en terrazas", ha dicho sin rubor.

Ascensor entre la alta y baja cultura

Con todos los alcaldables agitándose en el asiento, el humor de Xavier Sardà, presentando al escritor y presentador venezolano han devuelto a la celebración el ambiente de fiesta. Sardà, al que Colau había aludido como personaje de "siempre" como La Paloma, ha bromeado diciendo que debía referirse a (su alter ego) el Señor Casamajor, no a él, por edad. Ha asegurado que no empezó a hacer televisión hasta que Boris no aterrizó en aquel lejano 'Crónicas marcianas', para convertirse en estrella. Y el polifacético Izaguirre, "personaje" pero "también persona", ha conquistado entonces a la audiencia rememorando los tiempos en los que se autoinvitaba a los eventos, y cómo la vida le ha llevado a ser "el invitado" de honor.

Haciendo gala de su rol de fenómeno mediático, no se ha cortado en reivindicar el "diálogo entre Barcelona y Madrid", porque una aporta la internacionalidad y la otra un poder que ambas quisieran también para sí, opina. Recordando a su amigo Terenci Moix, que tanto le enseñó de Barcelona, y para escozor de la nutrida representación de Junts y de la antigua Convergència, ha reivindicado una ciudad de "dos idiomas, o seis u ocho" que la enriquecen. Boris vivió en la calle de Mirallers, en Santa Caterina, Sant Pere i la Ribera, y también en la calle de Capitán Arenas, en la zona alta, ha confesado, orgulloso como le educó Moix, de representar el "ascensor entre la alta y la baja cultura".

Un momento del parlamento de Izaguirre, en el acto por la festividad de Santa Eulàlia.

Un momento del parlamento de Izaguirre, en el acto por la festividad de Santa Eulàlia. / LUIS MALIBRAN

A pie de pista de baile, ha comenzado entonces la fiesta social, caldeada con muchos brindis y tapas, y con las quinielas electorales casi como monotema. Desde el flanco socialista, Jaume Collboni y Maria Eugènia Gay (también de rojo pasión, como la alcaldesa) se han entregado a la precampaña, aprovechando un foro nutrido de empresarios de la restauración y el comercio, sobre todo. Pero han faltado notoriamente Trias (por otro compromiso) y Maragall, mientras los corrillos sufrían aventurando tripartitos, alianzas indeseadas para muchos, posibles traiciones y votos útiles, mientras devoraban el cátering.

Entre el río de asistentes han figurado el expresidente de la Generalitat José Montilla; los tenientes de alcalde Janet Sanz y Albert Batlle, concejales municipales de todos los colores, los diputados Carlos Carrizosa, Assumpta Escarp, Ramon Tremosa y Anna Grau. Hasta exconcejales municipales como Jordi William Carnes, Katy Carreras, Elsa Artadi o Alberto Fernández Díaz; o 'exconsellers' como Jordi Turull y Santi Vila. Presidentes de todas la patronales vinculadas, actores, chefs, arquitectos, diseñadores y periodistas, han arropado el sarao.

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