Reunión extraordinaria del plenario

El pleno vota que Colau retome las relaciones con Israel pero no puede obligarla a hacerlo

Todos los grupos menos ERC apoyan la iniciativa de que el decreto con el que suspendió el hermanamiento con Tel Aviv sea revocado, pero la votación no es vinculante

Colau

Colau / Ricard Cugat

Toni Sust

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Diecisiete días lleva abierta la polémica suscitada por el decreto con el que Ada Colau rompió relaciones con Israel, y suspendió el hermanamiento con Tel Aviv, paralizando así un convenio que data de 1998, en tiempos del alcalde Joan Clos, en el que también participa la ciudad palestina de Gaza. Un pleno extraordinario convocado para abordar la cuestión se ha zanjado con una derrota de Colau por la aprobación de la propuesta de que se retome el convenio y se revoque el decreto. Pero no es vinculante, no obliga a nada al gobierno municipal y no tendrá otro efecto que el simbólico.

El asunto ha motivado una polémica intensa, la condena del socio de Barcelona en Comú, el PSC, así como del resto de grupos, incluida ERC con sus matizas. También ha generado debates y votaciones en comisión, y en el pleno municipal de este viernes, en el que los socialistas han forzado la censura de la actuación de la alcaldesa.

Único punto

Y el asunto ha desembocado, en lo que podría ser el inicio de una pequeña tregua de la polémica, en un pleno extraordinario de 29 minutos con una sola propuesta, consensuada por el PSC con todos los grupos menos los Comuns y ERC.

Una propuesta que aboga porque el plenario “acuerde de manera urgente e inmediata que el gobierno restablece las relaciones con el Estado de Israel y el hermanamiento de Barcelona con las ciudades de Tel Aviv y Gaza”.

Promesa electoral

La iniciativa ha sido aprobada con el voto favorable de todos los grupos que la han consensuada y el rechazo de Comuns y republicanos. Pero no tendrá ningún efecto, porque no es vinculante. Así que lo que han hecho algunos grupos, como el de Junts y el del PSC, es comprometerse a revocar el decreto si después de las elecciones del 28 de mayo gobiernan Barcelona.

Así lo ha anunciado Jordi Martí Galbis por Junts y así lo ha hecho Laia Bonet por el PSC. Por Ciutadans, Noemí Martín ha acusado a Colau de antisemitismo. El todavía concejal del PP Josep Bou ha recordado que propuso romper el hermanamiento con San Petersburgo a raíz de la guerra de Ucrania y le replicaron que era una medida demasiado terminante.

Delito de odio

Eva Parera, de Valents, ha advertido a Colau de que su decreto da pie a una potencial denuncia por delito de odio, sin que haya quedado claro si ella misma o alguna entidad o tercera persona tienen intención de hacerlo. Y ERC, por boca de Rosa Suriñach, ha criticado la actuación de Colau pero ha denunciado “oportunismo por parte de todos”.

En resumen, todo queda ahora pendiente de quién gobierne tras las municipales. Si Barcelona en Comú con o sin Colau, sigue en el gobierno local, como socio mayoritario o minoritario, podría volverse a dar el caso de que no sea tan fácil decidir si se mantiene o se revoca el decreto.