Encuesta sectorial

El 86,7% de bares y restaurantes de Barcelona planean subir los precios antes de acabar el año

Los restauradores consideran que su principal preocupación son los problemas que tienen con el ayuntamiento

Pizarra con el menú del bar restaurante Faisán, recién incrementado, en la Gran Via.

Pizarra con el menú del bar restaurante Faisán, recién incrementado, en la Gran Via. / Jordi Cotrina

Patricia Castán

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Con la inflación aún disparada y el continuo aumento de los precios de los suministros y de muchos alimentos era pura cuestión de tiempo que los bares y restaurantes, de toda categoría y estilo, tuvieran que repercutir esos costes en sus precios de venta: desde el café del desayuno hasta el arraigado menú de mediodía o la carta. El sector ha querido poner cifras a la situación de Barcelona, con el concluyente resultado de que un 77,2% de los establecimientos ya los ha incrementado en lo que llevamos de año, y un 86,7% cree que tendrá que volver a hacerlo antes de acabar 2022.

Así, los cientos de miles de barceloneses que a diario consumen en los 10.400 negocios de la ciudad, auténticos motores económicos y de interrelación social, deberán estirar su presupuesto a corto plazo, sea para alimentarse o para el consumo ocioso que se realiza fuera de las horas de comida, en sus mesas y terrazas.

Detrás de cada decisión de subida se esconde un esfuerzo para tratar de evitarlo, ante el temor a que la clientela opte por recortar sus gastos y frecuente menos los bares y restaurantes, que ya vivieron toda la dureza económica de la pandemia. Pero los números no salen, cuando la energía y las materias primas siguen escalando, y además un 31,7% de los operadores de la capital catalana aún arrastra deudas de préstamos firmados en los dos últimos años. De hecho, una tercera parte no harán limpio hasta 2024 y un 45,7% deberá esperar a después de 2025 para ello.

Amplio sondeo en octubre

Estos datos forman parte de la encuesta encargada por el Gremi de Restauració de Barcelona a una empresa externa que durante la primera quincena de octubre ha sondeado a 738 restauradores. El saldo constata que la recuperación del sector tras la crisis sanitaria está amenazada por la inflación. De hecho, muchos de los incrementos no cubren ni cubrirán el encarecimiento de los costes, pero lo intentan paliar. Así, un 13,3% ha aplicado subidas de menos del 5%, una proporción similar lo ha hecho del 5 al 9%, un 30% ha incrementado las consumiciones un 10% y, ojo al dato, un 38,4% ha tenido que encarecerse entre un 11 y un 25% para poder salir adelante.

Los aumentos de precio en las consumiciones superan el 10% en la mayoría de casos, y llegan a alcanzar el 25%

Viendo la botella medio vacía, resulta preocupante que el 85,2% de encuestados no tenga previsto contratar más personal en los próximos 12 meses, y una apabullante mayoría (97,3%) no se plantee invertir (ni en mejoras ni nuevos equipos) el próximo año, dada la situación. En un plano más optimista, cabe destacar que un 95% confía en no tener que realizar despidos de personal.

En este escenario, el sector se siente bastante ninguneado por la administración en general. La gran mayoría considera que los políticos no han sido conscientes del nivel de endeudamiento que ha dejado la pandemia y más del 73% opina que las administraciones no facilitan la actividad de de bares y restaurantes en aspectos que dependen de ellas. Es más, el 85% creen que no estas no son conscientes del esfuerzo que cuesta llevar adelante un negocio de este tipo en una ciudad como Barcelona.

Falta de apoyo institucional

Preguntados sobre sus principales preocupaciones como restauradores, se impone la respuesta de los "problemas con el ayuntamiento", en un 33,4% de casos. Le siguen (28,6%) los problemas con otras administraciones, el encarecimiento de las tasas de terrazas (12,8%), las malas previsiones económicas (10%), y la reducción de horarios para estas en algunas zonas (5,7%), entre otras.

El sondeo se realizó en todos los distritos, con mayor presencia de Ciutat Vella, Eixample y Sant Martí, por ser las zonas con más actividad. Gran parte de los operadores tienen solo un negocio (95,8%), frente a 3,7% con dos, y solo un 0,5% son grupos que tienen más. En la mayoría de casos se trata de microempresas con hasta nueve trabajadores (94,3%), aunque la mayor parte de esta franja tiene menos de tres. En cuanto al tipo de local, en un 13,8% eran bares con oferta limitada de comida, mientras que el 77,9% son bares-restaurantes (con menú del día y carta) y el 8,3% son restaurantes.

Tal y como informó este diario el pasado verano, con datos municipales, la restauración de Barcelona está caracterizada tanto por su enorme oferta y vitalidad, como por la fragilidad de muchos emprendedores. Es mucho más fácil iniciar un negocio que mantenerlo, como reflejan los 2.450 traspasos que ha vivido la ciudad desde 2020 en este ámbito. Todo un récord espoleado por el coronavirus y que ahora podría no tener freno con la economía en contra. El área de Comercio ha impulsado un plan de acción para ayudar al sector, que según los afectados se queda corto y contrasta con el recrudecimiento de la llamada 'guerra de las terrazas'.

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