Movilidad

La L-5 de metro vuelve a la normalidad tras el fin de las obras de renovación de las vías

La renovación integral de las instalaciones permitirá reducir el 45% de las vibraciones de la red suburbana

Usuarios del metro en una de las estaciones de la L-5

Usuarios del metro en una de las estaciones de la L-5 / Manu Mitru

Natàlia Farré

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Los tres kilómetros de vías de la L-5 del metro ya están totalmente renovados y a punto para entrar en funcionamiento. El servicio, cerrado desde el pasado 1 de julio en el tramo afectado, se normalizará este jueves, diez días antes de lo previsto inicialmente, ya que cuando se proyectaron las obras el calendario escolar aún no había avanzado el inicio de las clases al 5 de septiembre. 

La renovación integral de la estructura supondrá que la línea tenga menos incidencias y genere menos vibraciones, una queja reiterada de los vecinos de la zona. Concretamente, las obras “permitirán reducir en un 45% las vibraciones de la totalidad de la red del metro de Barcelona”, según ha asegurado esta mañana la presidenta de TMB y concejala de Movilidad Laia Bonet. El hecho de que la mejora, pendiente de testear a partir de mañana con el servicio en marcha, sea tan elevada se debe a que la línea concentraba un gran tramo construido hace más de 60 años. En este aspecto, Bonet ha anunciado la renovación integral, el próximo verano, de la parte de la L-4 que transcurre bajo la Via Laietana, también con seis décadas a sus espaldas. Y ha recordado que las de la L-5 no son las únicas obras realizadas en la red de metro este verano, en las estaciones de Liceu y Drassanes de la L-3 se ha retirado el amianto que quedaba pendiente.  

"Un servicio más eficaz"

Asimismo, con los trabajos de la L-5 se conseguirá “un servicio más eficaz, de más calidad y de una gran facilidad de mantenimiento’. La puesta a punto asegura también poder aumentar la frecuencia de paso de los convoyes en caso de necesidad, algo no previsto, de entrada, porque la frecuencia actual ya es “muy buena”, y asegura, además, la canalización del agua para evitar inundaciones en caso de lluvias torrenciales. Concretamente, la renovación integral ha supuesto la demolición de tres kilómetros de vía doble que se han construido de nuevo: se ha sustituido el balasto por hormigón, se han instalado 12.000 metros lineales de carril de acero que se sujetan con 20.000 fijaciones antivibratorias y se han realizado 2.300 soldaduras eléctricas y 300 aluminitérmicas.

Las obras –“las más importantes realizadas junto con la renovación que en su momento se hizo en la L-1"– han contado con un presupuesto de 15 millones de euros y se han realizado en dos fases. Durante la primera, en Semana Santa, se cortó durante 10 días, del 9 al 18 de abril,  la línea entre las estaciones de Diagonal y Virrei Amat. La segunda fase empezó el 1 de julio con el cierre del tramo que transcurre entre La Sagrera y Horta; el 1 de agosto el trecho fuera de servicio se amplió hasta la estación de El Carmel. Ayer acabaron las obras y mañana, jueves, se restablecerá la totalidad del servicio.