Al menos 390.384 vehículos abandonan Barcelona en el puente de Sant Joan

Un total de 390.384 vehículos han salido entre las 15.00 horas de ayer y las 15.00 de hoy del área de Barcelona con motivo del puente de Sant Joan, este viernes con mayor fluidez que el jueves -la verbena- por la tarde, aunque ha habido algunos tramos de circulación lenta y retenciones, especialmente en la AP-7.

Según ha informado el Servicio Catalán de Tráfico (SCT), esta cifra de 390.384 vehículos supone un 14 % menos respecto a 2016, el último año antes de la pandemia en que Sant Joan cayó en viernes como este 2022.

A lo largo de todo el día de hoy se han registrado retenciones en diferentes puntos de la red viaria catalana, aunque se han concentrado, especialmente, de nuevo en la autopista AP-7.

Retenciones y paradas

Este mediodía, había 5 kilómetros de tráfico lento y paradas en Hostalric, en sentido Girona, a causa de un accidente, que ya no obliga a cortar ningún carril. Así pues, en la alternativa a la AP-7 norte, la llamada autopista del Maresme o C-32, así como en el resto de vías, ya se circula sin problemas y el tráfico es fluido.

Como estaba previsto, las principales retenciones tuvieron lugar ayer en el tronco central de la AP-7, desde Martorell hasta La Roca, aunque también hubo largas colas en las rondas de Barcelona y en la AP-2, donde un accidente ocurrido por la mañana dificultó la movilidad varias horas.

Tráfico compara la movilidad de este Sant Joan con la de 2016. En ese año, el pico de retenciones sumó 242 kilómetros -a las 19.50 horas-, y este jueves de verbena fue de 205 kilómetros -a las 16.15 horas-, lo que supone un descenso de 37 kilómetros.

Un Sant Joan sin peajes en la AP-7

En la AP-7, este año por primera vez libre de peaje, el pico de retenciones de 2016 fue de 87 kilómetros -a las 20.30 horas-, mientras que este jueves fue de 45 kilómetros -a las 17.00 horas-, un 48% inferior.

Las retenciones acabaron ayer a las 20.00 horas, mientras que en 2016 lo hicieron a las 23.40 horas, lo que obligó ese año a muchos conductores a pasar las primeras horas de la verbena atrapados en sus vehículos.