Medio ambiente

Así funciona el nuevo servicio de limpieza de Barcelona: vehículos eléctricos y más agua

Colau estrena 'vacuna' contra el 'karma' de la ciudad sucia: cinco distritos ya disponen de la nueva contrata, que adapta el baldeo a las necesidades de cada barrio

Se agrupan los contenedores para tratar de alcanzar las exigencias europeas en materia de reciclaje

Nuevo servicio de limpieza de Barcelona

Nuevo servicio de limpieza de Barcelona. /

Carlos Márquez Daniel

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Titulares como 'Barcelona: la mierda se nos come' o declaraciones públicas del tipo "esta ciudad está gris, sucia y desanimada" fueron construyendo un hermético relato -aliñado con inseguridad, errática recogida de la basura puerta a puerta y urbanismo táctico- que buena parte de la ciudadanía asumió como propio y cierto. En tiempos en los que precisamente eso, el relato, es lo que importa, el ayuntamiento terminó por bajar la cabeza y admitir, ni que fuera un poco, que las calles están descuidadas. "En algunos momentos y lugares", cedió la alcaldesa. Tal fue el nivel de autoenmienda, que el consistorio anunció en octubre de 2021 que destinaba 70 millones de euros extra a la limpieza de la vía pública, un plan de choque extraordinario a solo seis meses del cambio de contrata municipal de limpieza. Eso es precisamente lo que ha pasado este miércoles, día en el que, además, ha llovido. Doble ración de esperanza para el gobierno de Ada Colau.

Servicios de limpieza, este miércoles, en la supermanzana del Poblenou

Servicios de limpieza, este miércoles, en la supermanzana del Poblenou / Joan Cortadellas

Eloi Badia ha echado por tierra esa teoría de que el concejal de Movilidad, que asume el taxi y TMB, entre otras cosas, es el cargo público con más dolores de cabeza en el lado mar de Sant Jaume. El edil de los 'comuns', al frente de Emergencia Climática y Transición Ecológica, acumula volquetes de sapos comidos que además ha tenido que digerir en cierta soledad. Le pasó con el anuncio de aplazar 'sine die' el plan de recogida de basuras puerta a puerta, que debía pasar de Sant Andreu a otros barrios y al final, tras las quejas políticas y vecinales, ha quedado en barbecho, a la espera de aplicar cambios en esa primera fase (es de hecho la segunda, porque Sarrià està en ello desde febrero de 2018).

Pestilente lista

Se hace difícil establecer el inicio de la campaña 'Barcelona sucia', más o menos basada en hechos reales. Una encuesta de la OCU presentada en abril de 2019 sobre la limpieza en las ciudades no situaba la capital catalana entre las más pestilentes, ni mucho menos. Estaba, de hecho, en la mitad de la tabla, con un aprobado raspado, aunque con ocho puntos menos que en el estudio realizado cuatro años antes. Badia lleva, como mínimo, tres años parando golpes, sobre todo a raíz del covid, cuando muchos amantes de la historia asimilaron pandemias pretéritas con la podredumbre en las calles, como la fiebre tifoidea de 1914. Por eso lo de este miércoles, con los nuevos contenedores, vehículos más sostenibles, más personal y más uso del agua para limpiar, le habrá sonado a música celestial. De ahí que en su comparecencia ante los medios en Poblenou haya dicho que era una nueva contrata "muy esperada, con maquinaria más eficiente y menos ruidosa". Tanto había calado el mensaje, que en el barómetro municipal presentado en diciembre, la preocupación por la suciedad en la ciudad había escalado a la segunda posición, detrás de la inseguridad, y alcanzando niveles insólitos desde 2005.

Los nuevos contenedores de Barcelona.

Los nuevos contenedores de Barcelona / Zowy Voeten

El cambio de empresa se ha hecho efectivo ya en cinco distritos: Ciutat Vella, Sant Martí, Sant Andreu, Eixample y Gràcia. El resto (Nou Barris, Sarrià-Sant Gervasi, Horta Guinardó, Les Corts y Sants-Montjuïc) se unirán en septiembre. La plantilla crece en 400 personas (un 10% más) y la inversión total para los próximos ocho años es de 2.300 millones de euros. El presupuesto anual de la ciudad ronda los 3.000 millones, así que estamos, de lejos, ante el contrato público más importante de Barcelona. Para que puedan comprar, las obras del tranvía desde Glòries hasta Verdaguer tienen un coste de 108 millones de euros (a pagar más o menos a escote entre consistorio y Generalitat). La inversión en limpieza, según ha detallado Badia, es ahora de 122 euros por habitante, la más alta del Estado. Para todo ello, ha reclamado el concejal de los 'comuns', también será necesaria "la complicidad y los buenos hábitos de los barceloneses".

Escaso reciclaje

Los nuevos contenedores han perdido altura respecto a los antiguos para que haya más visibilidad, sobre todo en el caso de los que están situados junto a la calzada y al lado de los pasos de peatones. También será útil para los que están colocados entre el carril bici y los carriles de coches. El amarillo, por cierto, además de novedades en la morfología, además de plástico también absorberá a partir de ahora el metal. Se ha cambiado su disposición en la vía pública, agrupándolos para que sea más fácil su identificación, de manera que incremente el porcentaje de reciclaje en la ciudad, que se mantiene en un raquítico 38% cuando la Unión Europea nos exige alcanzar el 55% en 2025. En la zona de Sant Andreu con recogida puerta a puerta, en cambio, ese porcentaje acaricia el 80%, mientras que en Sarrià está sobre el 60%.

Una vecina de Sant Andreu deposita el cubo del orgánico y el plástico en el portal de su casa

Una vecina de Sant Andreu deposita el cubo del orgánico y el plástico en el portal de su casa / Laura Guerrero

En cuanto a la flota móvil, se han renovado los cerca de 700 camiones, incorporando 66 unidades eléctricas. Hasta la fecha solo había uno funcionando (en Catalunya solo hay un par más en Solsona) y su uso permitirá reducir la contaminación tanto acústica como atmosférica. Se producirá un salto de escala en la electrificación de los vehículos: del 20% al 66%. También, ha concretado Badia, habrá más baldeo con agua, que no estará limitada por la prealerta de sequía porque se recurre a agua freática. Al margen de novedades tecnológicas, lo que parece claro es que el nuevo contrato viene muy marcado por las peculiaridades y necesidades concretas de cada zona, de manera que en plazas muy con concurridas, por ejemplo, el trabajo será más intenso y habitual. También se incluye, por fin, la limpieza de la calzada que queda debajo de los contenedores.

Puerta a puerta, en el aire

En cuanto a la recogida puerta a puerta, antes de desplegar el sistema a otras zonas de Sant Andreu, Horta y Sant Antoni, como estaba previsto, la idea es realizar cambio en la primera fase de Sant Andreu. Entre otras medidas, se ha eliminado el pequeño contenedor de residuos orgánicos, que se ha substituido por los buzones y los contenedores inteligentes que los vecinos pueden abrir gracias a un llavero personalizado. El hecho de poder identificar esta fracción de la basura permite a los vecinos de Sant Andreu, y pronto también a la de Sarrià, ahorrarse un 30% en la tasa de residuos si realizan 40 aportaciones anuales, como mínimo.

A diferencia del puerta a puerta, los vecinos de Sant Andreu pueden bajar la basura orgánica a cualquier hora del dia, pero se recomienda hacerlo entre las 20 y las 22 horas. No se pueden depositar pañales ni productos de higiene femenina, artículos para los que hay dispuestos buzones especiales que también se abren con un llavero que tiene el mismo mecanismo.