Sarrià se suma a la bonificación de la tasa de residuos con la recogida puerta a puerta

Sarrià fue punta de lanza de la recogida de residuos puerta a puerta en Barcelona. El barrio se puso a ello a principios de 2018 y apenas hubo ruido, revuelta o queja vecinal. La cosa cambió radicalmente a mediados de 2021 cuando el invento se implantó en el casco antiguo de Sant Andreu, como avanzadilla de una expansión posterior que debía llegar a otros puntos del distrito, a Horta y a Sant Antoni. Tal fue el revuelo, social y político, que el consistorio detuvo el plan el pasado mes de octubre. Se anunciaron cambios, y también beneficios fiscales para los que gestionen bien su basura: un 30% de reducción de la tasa de residuos. Se aplica en Sant Andreu desde principios de 2022, y ahora también se le une Sarrià.

Resultaba algo extraño que la zona alta quedara fuera de este premio, habida cuenta de que llevan cuatro años con las bolsas, los horarios y los pequeños contenedores. Eloi Badia, concejal de Transición Ecológica y Emergencia Climática, ha hecho el anuncio este jueves y ha avanzado que los nuevos cubos de basura orgánica con identificación empezarán a repartirse en las próximas semanas. El método será el siguiente: al poder identificar al propietario de los deshechos, cosa que hasta ahora no pasaba en Sarrià pero sí en Sant Andreu, al verificar 40 aportaciones anuales, el vecino podrá beneficiarse de esa rebaja del 30%, a la que se puede sumar otro 14% por el uso de los puntos verdes repartidos por la capital catalana.

Además de ir a buscar el nuevo cubo identificado, el usuario deberá darse de alta en la página web del servicio puerta a puerta, de modo que su perfil se asocie con el identificador del pequeño contenedor de orgánica y así se puedan empezar a contar las aportaciones que deriven en esa rebaja de la tasa. El ayuntamiento calcula que todo el proceso, ya en marcha en Sant Andreu, estará terminado en Sarrià en un par de meses.

Contenedores inteligentes

Pero esa no es la única novedad. También se cambia la gestión de los residuos de higiene íntima. En Sarrià ya no se bajarán a la calle el día que marca el calendario (miércoles y domingo), sino que se instalarán siete contenedores inteligentes que se abren con un pequeño mando personalizado y que se están desplegando en Sant Andreu. Se evitará, o esa es la idea, que muchos terminen por depositar estos residuos en la bolsa de restos, ese cajón de sastre en el que termina todo lo que uno da por seguro que no es plástico, cartón o orgánico. También está previsto activar la recogida a domicilio para personas con movilidad reducida que también está en marcha en Sant Andreu y poner a disposición de los comerciantes un servicio específico de atención.

El barrio de Sant Andreu ya ha conseguido una cuota de reciclaje cercana al 80%, mientras que Sarrià está en el 56%. La media de la ciudad sigue muy por debajo, estancada en el 38%. La normativa europea marca que en 2025, Barcelona deberá tener bien separado el 55 de sus residuos, un registro que muy difícilmente se logrará sin una extensión más o menos ágil de la recogida puerta a puerta, algo que no está previsto que pase. Por lo menos a corto plazo.