Hasta finales del 2023

Barcelona inicia las obras del tranvía de la Diagonal tras dos décadas de bulla política

Los trabajos para conectar las líneas durarán 21 meses y está previsto que las tres primeras paradas entren en funcionamiento a principios de 2024

La continuación hasta Francesc Macià està garantizada desde el punto de visto técnico, a la espera de lo que pase en las elecciones de mayo de 2023

Inicio de las obras en la Diagonal de Barcelona para la conexión de los tranvías

Inicio de las obras en la Diagonal de Barcelona para la conexión de los tranvías. Las imágenes corresponden al tramo entre Roger de Flor y València. /

Carlos Márquez Daniel

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La escena más famosa de Spiderman 3, y quizás de toda la saga, es la de Peter Parker bailando por la calle, risueño, sin que nada le importe. Feliz. El actor Tobey Maguire explicó después que a pesar de haber trabajado con un par de coreógrafos, lo cierto es que había improvisado. Lo estaba pasando bien. Puede que este lunes, y los lunes son especialmente crudos, más todavía si el cielo está gris, se encuentren a más de una persona en semejante ademán, con una sonrisa tonta, acompasando el paso; es un ciudadano que lleva años, décadas, de hecho, esperando este momento: empiezan las obras para conectar el tranvía por la Diagonal. Pero ojo, aunque en el cartel institucional se lee ‘connectem els tramvies’, lo cierto es que, de momento, solo irá de Glòries hasta Verdaguer. El resto, hasta Francesc Macià, se supone, pero no se garantiza. 

Ada Colau, en la presentación del inicio de las obras de conexión del tranvía, el pasado 7 de marzo

Ada Colau en la presentación del inicio de las obras de conexión de los tranvías por la Diagonal de Barcelona. / FERRAN NADEU

Uno de los que quizás esté bailando por las calles es Jordi Hereu, el alcalde que en 2010 se atrevió, o más bien dicho, le obligaron, a impulsar una consulta que vinculaba la reforma de la Diagonal con el paso del tranvía. Seguro que se acuerdan de las tres opciones: vías por el centro, vías por el lateral o no hacemos nada. Eso último es lo que se impuso con mucha diferencia, pero 12 años después, no sin amainar el debate político, el proyecto de unir los tranvías, que empezaron a funcionar en 2004, pasa del papel al polvo con las primeras máquinas taladrando la calle, con la mirada puesta en finales de 2023, cuando se espera que la línea T4 alargue su recorrido desde Glòries hasta la calle de Girona, con paradas en Monumental, Sicília y Verdaguer.

Una y después la otra

Lo lógico, eso es lo que ha pregonado el actual gobierno municipal siempre, es que cuando termine esta primera fase empiece de manera inmediata la segunda. Pero eso puede estar garantizado a nivel técnico, con los proyectos ejecutivos realizados o empezados, pero en ningún caso tiene el plácet político asegurado porque en mayo de 2023 se celebran unas elecciones que podrían alterar los planes. Es decir, que si la ciudad queda en manos de partidos contrarios al tranvía por la Diagonal, bien podrían decidir, al no destinar presupuesto, que la cosa se queda ahí, en mitad del Eixample, por muy planificada que esté. Preguntados por esta posibilidad, los responsables técnicos de la cosa se han llevado las manos a la cabeza.

Jordi Hereu, en septiembre de 2008, cuando anunció en este diario su intención de reformar la Diagonal. Con tranvía

Jordi Hereu, en septiembre de 2008, cuando anunció en este diario su intención de reformar la Diagonal. Con tranvía / Ricard Cugat

“Hay que proyectar con idea de continuidad”, ha dicho Ángel Sánchez, director de Bimsa. “No tendría sentido no seguir”, ha compartido Xavier Matilla, arquitecto jefe del ayuntamiento. “Técnicamente, dejaremos hecho el proyecto ejecutivo”, ha aportado Manel Valdés, gerente de Movilidad y Infraestructuras. “Tenemos un convenio firmado para que sea así”, ha sostenido Lluís Alegre, director de Movilidad de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM), en referencia a la voluntad de que las vías lleguen a Francesc Macià. Es probablemente la infraestructura más estudiada de la historia moderna de Catalunya, pero como con todo, depende de la voluntad política del momento. Municipal, porque el Govern, como ha dicho desde tiempos de Artur Mas, se adaptará a lo que decida la ciudad.

De entrada, optimismo

La imagen de unos 20 metros cuadrados que ha acompañado el acto de presentación en el que Ada Colau y Pere Aragonès, entre otros, han dado por inaugurada la obra es de hecho un canto al optimismo, puesto que corresponde al cruce de Muntaner con la Diagonal, fuera del ámbito de esta primera fase, que tiene los trabajos divididos en cuatro tramos. Se actuará sobre 1,8 kilómetros y se ganarán 8.400 metros cuadrados para peatones y 5.000 metros cuadrados de zonas verdes. Cuando los tranvías circulen, el trayecto de Glòries hasta Verdaguer en el Tram tendrá una duración de siete minutos.

Colau y Aragonès, tras el acto en el que juntos han celebrado este lunes el inicio de las obras del tranvía

Colau y Aragonès, tras el acto en el que juntos han celebrado este lunes el inicio de las obras del tranvía / Ferran Nadeu

El proyecto tiene un presupuesto de 108 millones, a repartir entre la ATM (52 millones, lo que incluye la obra ferroviaria y la compra de tres tranvías) y el consistorio (52 millones, destinados a la reurbanización del entorno). El tráfico se verá afectado en todo el tramo, pero no será muy distinto a las restricciones que las obras del colector de la Diagonal impusieron en noviembre de 2020. Entre estas obras y la prohibición de cruzar recto la avenida por los laterales han servido como tubo de ensayo de la movilidad que se pretende establecer en la calle más larga de Barcelona, al menos en su tramo más noble. El tranvía, de hecho, se quedará todo el centro de la calzada a partir de Lepant (hasta Glòries se respetará la rambla de paseo), donde compartirá espacio con un carril bici bidireccional, y el tráfico privado y los autobuses quedarán relegados a los laterales.

La D30 de Trias, no por ahora

El acto protocolario en el Museu del Disseny, que no ha aceptado preguntas de la prensa, ha destilado alegría y compadreo entre los muchos políticos asistentes, municipales, metropolitanos y del Govern. Atrás quedan, por ejemplo, las crudas negociaciones de los ‘comuns’ con Esquerra para que los independentistas se sumaran al proyecto (Ernest Maragall no ha venido al acto pero sí su concejal Jordi Coronas) o la eterna discusión, con la ATM como espectador, sobre si era mejor por la Diagonal, por el corazón del Eixample, bajo tierra o si la opción más eficiente era, como siempre defendió Xavier Trias, un bus eléctrico que cruzara la avenida de punta a punta, la famosa línea D30 que nunca fue. El exalcalde de CiU, seguro, no será uno de los Spiderman del día.

Las obras de conexión del tranvía, ya iniciadas en la Diagonal a la altura de Verdaguer

Las obras de conexión del tranvía, ya iniciadas en la Diagonal a la altura de Verdaguer / Ferran Nadeu

Den por hecho que quien sí estará bailando a lo loco este lunes es Ricard Riol, expresidente de la asociación Promoción del Transporte Público, persona y entidad que han sido un auténtico callo en el pie municipal durante la última década. Adrià Ramírez, actual presidente de la PTP ha rendido homenaje a su antecesor durante su discurso y ha aprovechado la ocasión para recordar que lo de hoy es una cosa muy buena, pero hay muchas otras infraestructuras que siguen en el tintero del tranvía, como las ampliaciones metropolitanas en los extremos o la oportunidad de que otra línea atraviese la Gran Via, donde ya hay dos carriles destinados al transporte público.

Un buen dia

Colau ha hablado de un día “que nos merecemos”, de un “ejemplo de política útil que mejora de manera concreta la vida de las personas en su día a día”. “Finalmente ha ganado el sentido común”, ha celebrado. Su teniente de alcaldesa de Urbanismo, Janet Sanz ha prometido ponerse “desde ya” en la planificación de la segunda fase hasta Macià, y el vicepresidente de Movilidad del Área Metropolitana de Barcelona, Antonio Poveda, ha mentado la lucha de los municipios y el compromiso inicial de personas como la desaparecida Mercè Sala, concejala determinante en el origen de todo desde la presidencia de TMB.

Aragonès ha sido el último en intervenir y ha optado por un vuelo de altura, alabando un proyecto que, a su modo de ver, cumple con dos objetivos claves del Govern que preside: “La descarbonización de la movilidad y la articulación del conjunto del territorio por la igualdad de oportunidades”. “Hoy es un buen día para Barcelona”, ha repetido en un par de ocasiones.