La restauración y el espacio público

Inspección nocturna en Enric Granados: “Una ardilla podría saltar de terraza en terraza de bar”

Enrica Granados

Enrica Granados / Manu Mitru

Toni Sust

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Pau Gonzàlez Val, concejal del Eixample, ha cogido afición a las terrazas de los bares. No es cuestión de ocio, sino del control de que los locales cumplen las normas. Esta semana ha frecuentado Enric Granados, una de las calles con más presencia de elementos de la restauración en el espacio público en el distrito junto con la Rambla de Catalunya, Parlament, paseo de Sant Joan y Avenida Gaudí.

Primero lo hizo en sesión matinal, después de noche, con uno de los profesionales del ayuntamiento que comprueban si alguien hace trampas con los veladores. El miércoles, el concejal presenció cómo un grupo de inspectores acudía a un local de la parte más alta de Enric Granados, tocando a la Diagonal, que tenía puestas en la calle cuatro mesas sin licencia para ello.

Terrazas Enric Granados

Retirada de mesas colocadas de forma ilegal en la calle de Enric Granados, el pasado miércoles. /

Un fotógrafo tenaz

Un camión del consistorio se llevó mesas y sillas: se trasladan a un almacén y se pueden recuperar durante un periodo de 30 días una vez se abone el coste de su retirada. Las empleadas del bar prefirieron no hacer declaraciones y la picaresca parecía finiquitada. Pero Manu Mitru, el fotógrafo de este diario que hizo el vídeo de la retirada de las mesas, es un hombre observador y tenaz, y el jueves se pasó otra vez por la zona para descubrir que tan solo 24 horas después el establecimiento había colocado otras cuatro mesas en el espacio prohibido.

Terraza en Enric Granados, una de las calles más sobreexplotadas de Barcelona.

Mesas repuestas el pasado jueves por el establecimiento al que se le había retirado otras cuatro un día antes porque no dispone de licencia para colocarlas. / Manu Mitru

Ese, dice el edil, es uno de los problemas. Que algunos incumplidores no dudan en reincidir pese que en verano se intensificó la inspección y pese a las multas que se imponen: 750 euros en caso de sanción leve; 1.500 si es grave, y 3.000 si es muy grave. En lo que va de 2021, en el Eixample se han incoado 493 expedientes sancionadores a terrazas. De ese total, 372 están en curso. 162 de los expedientes se abrieron por terrazas de Enric Granados, de los que 77 están en curso. 28 procedimientos de retirada de terrazas están en curso en el distrito, ocho de ellos en Enric Granados. Las terrazas solo se retiran en los casos en los que no hay licencia o en los que la infracción es muy grave, es decir, cuando se excede en más del 50% los módulos permitidos o si se tienen seis mesas más de las permitidas.

El ayuntamiento retiró el miércoles cuatro mesas de la parte más alta de la vía colocadas ilegalmente y el establecimiento tardó 24 horas en poner otras

Por fin es viernes

En el Eixample hay 2.115 licencias ordinarias de terraza, que dan permiso para colocar 7.720 mesas y 29.290 sillas. También hay 1.308 licencias extraordinarias, concedidas en el contexto de la pandemia, que suman otras 3.410 mesas y 13.514 sillas, que con el tiempo se verá si se consolidan o desaparecen. Es decir, en el distrito hay más de 11.000 mesas y casi 43.000 sillas legalmente situadas en terrazas. En Enric Granados existen 76 licencias ordinarias que avalan 331 mesas y 1.306 sillas, y 38 licencias covid a las que corresponden 87 mesas y 348 sillas.

El viernes por la noche, la calle está abarrotada. No es algo sorprendente, porque la profusión de locales es tan grande que apenas hay tregua espacial. Gonzàlez resume con sorna la situación recordando aquella frase de cuando en la península ibérica todo eran árboles: “Una ardilla podría recorrer Enric Granados saltando de terraza en terraza de bar”.

Gonzàlez acompaña a un inspector, que prefiere reservar su nombre, en su ruta por Enric Granados. El hombre analiza lo que cada establecimiento tiene y lo que puede tener. Hace una foto, toma nota y entrega una copia del acta al local. Posteriormente, un técnico decidirá si hay que actuar al respecto. En el primer bar, que cuenta con un incumplimiento en el pasado, todo está perfecto. En el segundo, sorpresa. Tiene menos mesas de las que podría colocar: no ha puesto las de la licencia covid. El tercero está cerrado. El cuarto cumple con el número de mesas y sillas, pero tiene jardinera y no debería. Si se concreta, será sanción leve.

11 mesas ilegales de 12

El quinto bar se las trae. Se dio a conocer por contar con 12 mesas cuando legalmente solo puede colocar una. Esa mesa que ahora está ahí sola, al lado de otras apiladas. El inspector se interesa por estas últimas: no tiene sentido que estén allí si no pueden usarse. Un empleado del bar argumenta que no hay espacio para guardarlas dentro y añade: “Ya ves que cumplimos la legalidad con la triste mesa que nos habéis dejado”.

El inspector ha iniciado su labor a las 20.00. Varios de sus compañeros están haciendo lo mismo en otras zonas. A la una volverán a la carga, pero para comprobar los horarios de cierre.

La ordenanza de terrazas

Gonzàlez subraya que el gobierno espera que se apruebe la modificación de la ordenanza de terrazas para reducir las de las vías “más saturadas” y juzga “clave” que todos jueguen con las mismas reglas. Se acerca al establecimiento de la parte de arriba de Enric Granados que el miércoles perdió sus mesas sin licencia y que el jueves las repuso sin rubor. No está todo perdido: este viernes por la noche no tienen puesta la terraza ilegal.

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