Alegaciones vecinales

La FAVB reclama replantear la ordenación de las terrazas en calzada

La entidad cree que en chaflanes son peligrosas, que deben limitarse y que la modificación en curso de la ordenanza no ha sido consensuada

Reclaman más inspecciones, aumentar los importes de las sanciones, y un recorte de dos horas en los horarios

Uno de los prototipos de nuevas terrazas de Barcelona que sustituyen los bloques de hormigón, en Portal Nou, 23, creada por Urbadis Microarquitectura

Uno de los prototipos de nuevas terrazas de Barcelona que sustituyen los bloques de hormigón, en Portal Nou, 23, creada por Urbadis Microarquitectura / JORDI OTIX

Patricia Castán

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La inminente modificación de la ordenanza de terrazas de Barcelona para adecuarla a los nuevos modelos surgidos durante la pandemia, que se consolidarán en el caso de las mesas en calzadas, ha sido replicada con una batería de alegaciones en contra por parte de la Federació d'Associacions de Veïns de Barcelona (FAVB). El colectivo rechaza su ubicación en chaflanes y la alternancia de modelos --en calzada o acera-- en una misma vía, critica que el nuevo documento no ponga freno al crecimiento de veladores y lamenta que esos cambios no hayan sido más consensuados, sino hechos a medida del "lobby de la restauración", mantienen.

En rueda de prensa, la presidenta de la federación, Ana Menéndez, se ha quejado de que el ayuntamiento haya optado por una nueva modificación en lugar de desarrollar una nueva ordenanza que permita una participación ciudadana real. La entidad ha alegado contra los artículos que se incorporan para dar continuidad definitiva a los veladores en calzada (creen que el procedimiento debería ser nulo), pero también contra otros puntos que rechazan del ordenamiento general y que querrían reformular. Está previsto que las nuevas reglas del juego se aprueben definitivamente en el último pleno municipal del año, por lo que han iniciado conversaciones con los grupos políticos.

En el primer apartado, piden que se prohíba explícitamente ampliar el número de terrazas en calzada, más allá de las que se autorizaron durante la crisis sanitaria para dar viabilidad a la actividad económica, que fueron 1.588 en cordones de aparcamiento y carriles de circulación. Asegura que esta medida también se adoptó en otras ciudades, pero que ahora se ha recuperado la normalidad, en lugar de consolidar esa nueva cuota. En Barcelona, se han autorizado diversos prototipos para mejorar su diseño final, en lugar de pivotes y barreras. A su juicio, estas nunca deberían superar el 20% del tramo completo de un vial.

Más orden y seguridad

Se oponen al modelo que en una misma calle alterna terrazas tradicionales en las aceras, salpicadas por algunas en calzada. En su lugar, quieren que sean de una tipología u otra según las vías, para ofrecer una imagen más ordenada de los viales y más segura para los paseantes, siempre con criterios de sostenibilidad.

Precisamente, el responsable de la comisión de terrazas de la FAVB, Pere Mariné, ha opinado que tras la pandemia y en una ciudad de solo 101 km2 los vecinos necesitan más disponibilidad de espacio público. Ha reivindicado que las plazas y ejes no estén copados por más de un 20% de terrazas, ya que "ahora se permite el 50%, pero en casos como la plaza Reial se llega al 99%", y se creen más espacios de encuentro con bancos para los mayores y donde los niños "puedan jugar a la pelota". Entre sus peticiones figura también la prohibición de estufas en terrazas ubicadas en las calzada, por su "peligrosidad" y por resultar contaminantes, sostiene el colectivo. Y reivindican un informe acústico sobre los ruidos y molestias que estas puedan producir en los edificios de vecinos del entorno.

Para Menéndez, hay otros muchos aspectos que en este momento habría que cambiar en la ordenanza local de terrazas. Empezando por los horarios, que tras la pandemia creen que deberían reconducirse en pro del descanso vecinal. Defienden el cierre dos horas antes de lo autorizado, es decir que los veladores se desmonten a las 22.00 horas entre semana y a las 23.00 los fines de semana. También que se incrementen las inspecciones y las sanciones se hagan efectivas con más agilidad, doblando prácticamente el importe de las multas, de modo que las muy graves fueran de 5.000 euros, las graves de 3.000 y las leves de 1.500 euros.

La presidenta de la federación entiende que los vecinos también son usuarios, y que las terrazas son un punto de encuentro y dinamización, pero deben regularse "en equilibrio" y primando los derechos a los intereses económicos.

En ese sentido, el portavoz de SOS Enric Granados, Josep Maria Alcoberro, que representa a vecinos contrarios a la concentración de veladores en su calle, ha lamentado el modelo de "masificación" que el ayuntamiento sigue "expandiendo". "Impulsan políticas contrarias a los intereses vecinales", opina.

Durante la pandemia, el consistorio concedió 3.668 ampliaciones o nuevas licencias extraordinarias, para compensar el cierre o limitaciones en el interior de los establecimientos. Según un estudio, la medida permitió salvar al menos 1.875 empleos. El objetivo municipal con la ordenanza es mantener las nuevas licencias en el caso de la calzada, ya que 'roban' espacio al vehículo y no al peatón, pero estudiar "caso por caso" el resto de solicitudes que ahora se presenten para consolidar esas nuevas situaciones.

Detectadas siete instalaciones ilegales en Enric Granados

El concejal del Eixample, Pau González, se propone que no haya mesas e incluso terrazas enteras en la calle sin la licencia correspondiente. Hace dos semanas, dio a conocer el caso de un establecimiento que tenía 11 de sus 12 mesas de forma ilícita. En las inspecciones de este verano se detectó a siete locales en la calle de Enric Granados que mantenían irregularmente sillas y mesas. Se comprobó que en tres de los siete casos, los bares o restaurantes no disponían licencia de terraza, pese a lo cual pusieron mesas y sillas en la calle. El pasado viernes se procedió a retirar dos de las tres, mientras que la tercera quedaba pendiente de que acaben los trámites previos. Solo se pudo retirar una, porque la otra estaba recogida. Las mesas y las sillas son trasladadas por un camión a un almacén municipal y devueltas a su propietario en un plazo de 30 días si abona el coste de esa retirada. Los otros cuatro casos detectados son de locales que sí podían tener terraza pero que excedieron las mesas y sillas que podían poner. Se considera gran incumplidor al que supera en un 50% o en seis mesas, al margen del porcentaje que suponga, el límite establecido.