Barcelona Global lanza 10 propuestas para alcanzar un turismo de calidad

Más calidad de destino y seguridad

Parece de perogrullo, pero en el documento se destaca que para un turismo de calidad hace falta ofrecer calidad en el destino, en términos de espacio público (de la accesibilidad y movilidad a la venta ilegal), de una mayor seguridad (visto el apogeo de los robos e incivismo que tanto daño ha hecho a la imagen de la ciudad), de limpieza (se exige un mayor esfuerzo en mantenimiento) y de uso de la tecnología. Esta última es una idea compartida por el consistorio, que trabaja en el uso de datos para mejora los flujos y descentralizar.

Una administración "facilitadora"

Mateu Hernández, director general de la entidad, ha subrayado las muchas trabas que emprendedores y empresas se encuentran para impulsar nuevos proyectos y tomar decisiones. Implorando el diálogo entre la administración y el sector privado, le piden –entre otros ámbitos-- mover ficha en materia de horarios comerciales después de que el propio sector lograse el consenso para regular los festivos; que flexibilicen en nuevo <strong>PEUAT </strong>para que permita crear “hoteles emblemáticos” en edificios protegidos y en desuso en el centro; claman también por no autorizar las habitaciones turísticas en pisos porque “no ofrecen calidad” ni en tipo de turismo ni la convivencia.

Ayudas que propulsen la recuperación

Se lamenta que el principal soporte económico durante la pandemia haya procedido de créditos ICO, y apenas de ayudas directas a las empresas afectadas, con el riesgo de que ahora haya un parón en las inversiones para la mejora de establecimientos y servicios. Piden que los fondos previstos para la recuperación no solo apunten a las deudas, sino a nuevas inversiones también a largo plazo para una oferta más sostenible y moderna, donde la digitalización y la sensibilidad medioambiental sean una prioridad, ha enfatizado Catà.

Apuesta por un hub intercontinental

El cree que la futura ampliación del aeropuerto de El Prat ha de priorizar la conectividad intercontinental y la reordenación del tráfico con Reus y Girona, desviando a estos los vuelos ‘low cost’ que no aporten conexiones a Barcelona, y por tanto eviten la saturación. “Dejar escapar la oportunidad ofrecida por AENA es un sinsentido para la competitividad de la ciudad y su economía del talento”, sentencia la propuesta. También reclama una discriminación “positiva” en la gestión de demanda de cruceros, para primar a los que empiezan y/o acaban ruta en la capital catalana, frente a los que solo hacen unas horas de escala.

Priorizar la cultura como activo local

De las reuniones y entrevistas se desprende que la ciudad no pone en valor ni promociona lo suficiente muchos de sus reclamos culturales, ni a escala local ni internacional. Creen que se debería difundir más la oferta de museos de autor (de Picasso a Miró, pasando por Dalí, dada la escasa distancia, consideran), o promover --con fecha-- un centro de interpretación y difusión de la arquitectura, aprovechando la capitalidad de la ciudad en 2026. También creen que hay recorrido para posicionarse como ciudad de festivales.

Impulsar un centro más dinámico y plural

El coronavirus ha evidenciado el desequilibrio de usos que vive el centro de Barcelona, donde la ausencia de turismo dejó desiertas de actividad muchas calles de Ciutat Vella. Barcelona Global ya lanzó un plan de re-economización de la zona justo antes de la pandemia, para recuperar oficinas, empresas y comercio de proximidad. Reclama que se actúe urbanística y económicamente en la <strong>Rambla</strong>, Via Laietana, el parque de Montjuïc o el Paral.lel, entre otros. También que se resuciten edificios históricos en desuso.

Generar más motivaciones para visitar la ciudad

Además del poder de atracción del clima, las playas, la gastronomía o los congresos, los expertos piden que se desarrolle la promoción en filones poco explotados todavía, como la educación superior o la salud. La oferta universitaria y de escuelas de negocios la convierten en potencial referente si internacionaliza la enseñanza, opinan, generando así también atracción de talento. El turismo médico ha despegado en los últimos años por la alta calidad de centros especializados y clínicas, pero podría potenciarse de la mano del bienestar. Esta tendencia ya se palpa en la oferta de ‘wellness’ en el alojamiento y otros espacios.

Avanzar hacia la desestacionalización

Barcelona no es un destino de verano, pero sí tiene algunos meses muy flojos, esencialmente de noviembre a febrero (excepto fechas puntuales), para los que se sugiere “apostar de nuevo por los grandes acontecimientos” como motor. Mantienen que la fórmula ha funcionado siempre pese a las actuales reticencias municipales y que la ciudad debe aprovechar su experiencia, con el apoyo privado. Citan también el proyecto de Espai Barça, o las compras navideñas como activos para la desestacionalización.

Por una nueva colaboración público-privada

La gestión local del turismo ha sido durante lustros un ejemplo de potencia público-privada, que ahora precisa de “más complicidad”. La entidad siente que el sector privado ha sido excluido de muchas recientes iniciativas de ciudad, centrando el debate más en los problemas y diagnósticos "que en las soluciones". Piden más voz en cuestiones como la tasa turística o el nuevo modelo de gestión de los ejes comerciales como áreas BID, con nuevos recursos. Incluso defienden la integración de los modelos empresariales familiares con algunos fondos de inversión que sean cómplices activos de la mejora.

Ampliar la promoción de Barcelona

La tímida promoción turística de la ciudad de los últimos años, dando por hecho que sobraban viajeros, ha sido relevada ahora por varias campañas para tratar de recuperar viajeros. Pero cuenta con menos recursos que otras grandes urbes. En este sentido, Barcelona Global va en sintonía con Turismo de Barcelona y el ayuntamiento en apuntar hacia la promoción aspiracional (poniendo en valor lo que diferencia a la ciudad y su estilo de vida), segmentándola para colectivos singulares (música, deportes, arquitectura…), con creciente peso de las redes sociales y recuperando al viajero nacional.