La zona de bajas emisiones de Barcelona arranca con tres meses de moratoria

Jordi Bañeras considera que "urge" que disminuya la contaminación en Barcelona

El cardiólogo del Hospital de la Vall d'Hebron de Barcelona Jordi Bañeras considera que "urge" que disminuya la contaminación en Barcelona. / periodico

Luis Benavides

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Esprint final. La zona de bajas emisiones (ZBE) del ámbito Rondas de Barcelona entra en vigor el próximo miércoles, 1 de enero. Los operarios ya han colocado las señales de tráfico verticales que indicarán el veto permanente a los vehículos más contaminantes, aquellos que no tienen la etiqueta ambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT), y ultiman la instalación de unas 150 cámaras encargadas de leer las matrículas para controlar el cumplimiento de esta nueva norma. Tienen tiempo de sobras: hasta el 1 de abril no habrá multas.

El objetivo de la medida anticontaminacióne estrella de Ada Colau, alcaldesa de Barcelona y presidenta del Área Metropolitana de Barcelona (AMB),  es reducir en un 15% los niveles de contaminación en la capital catalana. La ordenanza que la regula fue aprobada tras incorporarun 45% de las 1.815 alegaciones presentadas por ciudadanos anónimos, entidades y otros grupos municipales. Una de las más destacadas es la moratoria de un año para las personas vulnerables, concretamente para las que puedan demostrar unos ingresos económicos que no superen los 8.000 euros anuales y que necesitan su vehículo para el ejercicio de su actividad profesional. Esta alegación fue presentada por el grupo municipal de ERC, que prácticamente puso esta condición para dar luz verde a la ordenanza que regula la medida. Con todo, el reglamento pasó el último trámite, en el último plenario del añosin un solo voto en contra.

Acuerdo de mínimos

Por exceso y por defecto. La ZBE fue tachada de "lesiva" para las personas con menos recursos por algún grupo municipal como Barcelona pel Canvi, que finalmente se abstuvieron conscientes de la necesidad de echar freno a las emisiones de gases contaminantes –la multa millonaria que sobrevuela el área metropolitana ayuda–, e insuficiente, por otros partidos como ERC y plataformas ecologistas y ciudadanas. Se trataban de llegar a un punto de acuerdo, prácticamente de mínimos, subrayó en varias ocasiones el concejal barcelonés de Emergencia Climática, Eloi Badia, para que la medida pudiera tirar adelante. A partir de aquí, la medida podría evolucionar.

El área restringida, que vendrá acompañada de la declaración de emergencia climática, afecta en un primer momento a unos 50.000 vehículos que circulan a diario por el ámbito de la ZBE, un área con una extensión de 95 kilómetros cuadrados de superficie, equivalente a 20 Madrid Central, y que incluye la zona intrarrondas, L’Hospitalet de Llobregat y partes de municipios limítrofes como Esplugues de Llobregat, Cornellà de Llobregat y Sant Adrià de Besòs. Los vehículos afectados ascenderán a 125.000 en cuatro años, pues la restricción se aplicará de manera progresiva a diferentes vehículos según la etiqueta ambiental. Que la medida sea un palanca para conseguir un trasvase del vehículo privado al transporte público y otros modos más sostenibles, como la bicicleta, es el efecto deseado pero está por ver. Algunas voces denuncian que solo está sirviendo para renovar el parque móvil, aunque la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) Concesionarios de Automoción (Faconauto) llevan meses anunciando un descenso de las ventas próximo al -4%,  algo que achacan a mensajes de incertidumbre que desincentivan el cambio de coche.

A 15 años vista

El objetivo de la ZBE es reducir la contaminación y mejorar así la salud pública. No es una medida contra nadie, dijo Colau. La alcaldesa hacía referencia a las más de 350 muertes prematuras al año como consecuencia de la mala calidad del aire, según datos de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB). La restricción en el ámbito Rondes de Barcelona forma parte de un paquete de acciones con las que se persigue reducir en un 30% las emisiones de contaminantes en la atmósfera, principalmente dióxido de nitrógeno (NO2) y micropartículas en suspensión (PM10) en los próximos 15 años.

Con el veto a los vehículos más contaminantes, las administraciones implicadas en esta medida –Generalitat, Àrea Metropolitana de Barcelona y los cinco consistorios- esperan reducir en un 15% los niveles de contaminación de la gran Barcelona. Implementar otras medidas, como las ‘supermanzanas’ y la conexión de los dos tranvías, se antoja obligado para conseguir el objetivo último. La zona libre de malos humos es, en cualquier caso, a falta de un peaje urbano que penalice claramente a los que más contaminan, la medida más ambiciosa hasta la fecha.

Sanciones a partir de abril

La prohibición afecta a todos los turismos sin el distintivo ambiental de la DGT: gasolina anteriores a Euro 3 matriculados antes de enero del 2000 y diésel anteriores a Euro 4 matriculados antes de enero del 2006; también a motos y ciclomotores matriculados antes de enero del 2003 (anteriores a la normativa Euro 2) y furgonetas anteriores a Euro 1 matriculadas antes del 1 de octubre de 1994. Estas últimas, no obstante, están incluidas en una moratoria de un año. En concreto, el reglamento establece una exención para autocares, furgonetas y camiones de uso profesional (N1, N2, N3, M2 y M3), tiempo en el que las empresas deberán adaptarse a la nueva normativa.

Los vehículos dedicados al transporte de personas con movilidad reducida (VPMR) y vehículos de emergencias y servicios esenciales (médicos, bomberos, coches fúnebres, policía, etc.) también quedan exentos.

Los vehículos contaminantes que sí quedarán afectados por las restricciones podrán circular por el área restringida en el horario protegido –laborables de 7 de la mañana a 8 de la tarde-  un total de 10 días al año, y las infracciones empezarán a sancionarse en abril, con cantidades que oscilarán finalmente entre los 100 euros y los 500 euros según la gravedad.  

Estas exenciones han sido largamente criticadas por ciertos sectores, principalmente plataformas ecologistas y ciudadanas, al entender que la medida llega tarde -tras casi una década incumpliendo los niveles máximos fijados por Europa y los recomendados por la OMS- y que precisamente son estos vehículos de reparto son los que más contaminan, por su antigüedad y porque circulan sin parar por la ciudad.

Registro y permisos

Dos euros es el importe de la tasa que tendrán que pagar los conductores de vehículos sin distintivo ambiental si quieren circular un día laborable cualquiera en el horario protegido por la ZBE. Previamente, los titulares de estos vehículos, considerados los más contaminantes del parque automovilístico, deberán darse de alta en el Registro Metropolitano, a través de la web zbe.barcelona, por teléfono (930 333 555) o presencialmente en la oficina de atención al ciudadano del AMB en la Zona Franca.

Los titulares de vehículos sin distintivo ambiental que acrediten una renta de la unidad familiar inferior al doble del IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples) vigente pagarán justo la mitad, 1 euro. Las autorizaciones diarias serán totalmente gratuitas para los que la tengan inferior al IPREM –por debajo de los 538 euros- más un 10% del mismo. Los vehículos dedicados al transporte de personas con movilidad reducida y vehículos de emergencias y servicios también estarán exentos de pagar la tasa, pero deberán estar dados de alta en el registro para evitar recibir sanciones. 

La web de la ZBE está recibiendo más de 20.000 visitas semanales y acumula unas 8.000 consultas en el buscador de matrículas, según fuentes del AMB. Unos 3.000 vehículos sin distintivo, añaden, ya se han registrado para poder solicitar sus autorizaciones correspondientes.