Xavi se indigna en Getafe: "Venden el producto Liga y esto es una vergüenza absoluta"

Con serenidad, pero con evidente enfado, Xavi Hernández criticó la actuación de César Soto Grado. No sólo por la roja que le mostró en sus protestas al cuarto árbitro -"lo importante es lo que pasó en el terreno de juego, no mi expulsión", adelantó-, sino por la gestión que hizo del partido. "Venden el producto Liga y lo que tenemos es esto, una vergüenza absoluta".

Esto fue la acumulación de faltas, tarjetas y tiempo perdido que se acumuló durante el encuentro, algo que suele denunciar el técnico egarense, que ya venía a Getafe con la mosca tras la oreja, entre los precedentes con el Getafe y la reunión telemática de los entrenadores con los árbitros esta semana.

"Nos dijeron que no pitarían las manos si no eran claras, y las han pitado", explicó sobre la jugada del posible penalti por agarrón a Gavi o la patada a Araujo y que Soto Grado convirtió en manos de Gavi. "Nos dijeron -repitió- que nos entenderían a los entrenadores. porque estábamos compitiendo, y ya se ha visto hoy; a mí no me han entendido y a las primeras de cambio me han echado". "Y lo tercero que nos dijeron -concluyó- es que irían menos al VAR. ¿Por qué han de ir menos al VAR si es una herramienta para impartir justicia?", se preguntaba Xavi.

"Con el 0-0 se sienten cómodos, hacen interrupciones... es fútbol", dijo Xavi de la actitud del Getafe

La "vergüenza"

El entrenador del Barça utilizó varias veces la palabra "vergüenza" para calificar el espectáculo deparado en el Getafe-Barça. No le gustó Soto Grado, a quien acusó de "inventarse la mano", y no le gustó Bordalás y "su manera de competir", que no fue ninguna sorpresa. "Con el 0-0 se sienten cómodos, hacen interrupciones... es fútbol", asumió, focalizando su censura al árbitro riojano. El técnico entiende que "es ridículo" que no se aplique el tiempo efectivo, única fórmula, a su entender, de que se cumplan todos los minutos de juego.

No quiso reprimirse Xavi, creyendo que hablaba con sinceridad y que su opinión de lo sucedido era una verdad incontestable. "Ha sido una injusticia muy grande, y no tenemos por qué callarnos", sentenció, en un mensaje más agrio hacia la tolerancia arbitral que respecto a la actitud del Getafe. También reconoció que su equipo no estuvo bien en el primer tiempo, pero elogió la reacción de la segunda mitad por la ambición exhibida por el equipo en pos de un triunfo que no llegó. Al contrario, se acumuló la cuarta visita a Getafe sin marcar siquiera un gol.