El Barça recibe las primeras bofetadas en Getafe

El Barça cosechó la cuarta visita consecutiva a Getafe sin marcar. Perdió el primer encuentro de esa mala racha y salió, disconforme y disgustado, con tres empates a cero a continuación. Aspiraba a ganar el campeón a un equipo que se salvó por los pelos y se llevó la primera bofetada en sentido literal y figurado, en singular, por el amargo punto obtenido, y en plural por la colección de golpes que recibieron los azulgranas.

Comenzó el Barça con un extremo profundo por la izquierda (Raphinha), uno por la derecha (Abde) tras el descanso y acabó con los dos.

1. El once del Clásico en Getafe

La misma alineación que presentó ante el Madrid en el amistoso de Dallas es la que repitió Xavi en Getafe. Aquel equipo de la gira tenía toda la pinta de ser el titular, el preferido de Xavi, y quedó confirmado ya en el estreno, frente a un rival completamente distinto. Con Christensen y Araujo, que se quejaron de molestias físicas en los amistosos. Sin Gavi, ausente en Estados Unidos y ausente en el Coliseum. El once se revolucionó tras el descanso, así como el dibujo, con un extremo profundo por la izquierda (Raphinha) en la primera mitad, luego por la derecha (Abde) al comenzar la segunda y más tarde con los dos.

Xavi no tuvo miedo en meter a Lamine Yamal a los 16 años ante un rival tan agresivo.

2. Toda la artillería

Empezó el Barça con Raphinha y Lewandowski en punta y acabó con Lamine Yamal, Ansu Fati y Abde acompañando a Lewandowski: con dos extremos abiertos y profundos y dos delanteros centros.

Arriesgó Xavi cuando el equipo estaba con diez, retirando un defensa por un delantero (Abde relevó a Christensen) y retrasando a De Jong al eje de la zaga. El técnico fue maniobrando a medida que sucedían los acontecimientos, pero con la idea de obtener el triunfo, incluso con la inferioridad numérica que no se subsanó hasta la expulsión de Mata. También Xavi vio la roja, por protestar una falta de Djené a Abde cuando se iba solo.

Restablecida la igualdad, el Barça solo dejó a Koundé cerrando, con el partido desarrollándose en la mitad de campo local. Ya sin los interiores iniciales, el juego se simplificó a que el balón llegara a los extremos, sin que intervinieran ya los laterales. Xavi no tuvo miedo en meter a Lamine Yamal a los 16 años ante un rival tan agresivo. 

El Barça echó de menos la creatividad de Pedri un día en el que era más necesaria que nunca ante un rival ultradefensivo.

3. Interiores invisibles

El poco protagonismo de Pedri continuó en el primer partido oficial. Apenas intervino uno de los principales creadores de juego. Hasta el segundo tiempo no se vio al interior canario, que no acabó el partido. Incómodo en el campo de minas sembrado en el Coliseum, sus compañeros no le encontraron. El Barça echó de menos su creatividad un día en el que era más necesaria que nunca ante un rival ultradefensivo.

La línea de cinco zagueros del Getafe aumentaba a seis en los ataques estáticos azulgranas, que no encontraban espacios. No había por la zona interior, sino a la espalda de la zaga azulada, muy adelantada. Tampoco anduvo muy despierto Gündogan, aunque dispuso de un par de llegadas que remató sin fe.

Con siete faltas en menos de media hora quedó plasmada la idea de José Bordalás.

4. Faltas sin balón

Tres veces golpeó Damián a jugadores del Barça sin posibilidad (ni voluntad) de disputar el balón, sin que estuviera siquiera cerca, para evitar los desmarques de ruptura. Con siete faltas en menos de media hora quedó plasmada la idea de José Bordalás para que el Barça sumara el cuarto partidos seguido en Getafe sin marcar. Logró su propósito de desquiciar a los azulgranas. Raphinha perdió los nervios y sacudió a Gastón. Al brasileño sí le vio el juez de línea, silencioso en todas las otras acciones y Soto Grado le expulsó. 

La combinación Soto Grado y Getafe no auguraba nada bueno. El árbitro riojano pitaba por octava vez a los azulgranas; en los siete precedentes se habían registrado cuatro derrotas (una de ellas ante el Getafe).