Laporta quiere que el Barça juegue en el estadio Johan Cruyff

La situación económica del Barça "es mucho peor de la que esperábamos encontrar" reconoce Joan Laporta una vez se han conocido todos los detalles de las cuentas del club tras el mandato de Josep Bartomeu. "Es para echarse las manos a la cabeza", confiesa el presidente, a la espera aún de recibir los resultados de la investigación interna para depurar "responsabilidades" a la anterior junta por haber dejado 481 millones de pérdidas y 1.350 millones de deuda. Números propios de "quiebra", según había adelantado Ferran Reverter, el CEO del Barça el día anterior, y que obligarán a pedir un crédito de 1.500 millones para reconstruir el Camp Nou y ampliar el estadio Johan Cruyff.

Mientras no llegan esos resultados, el club se prepara para la próxima Asamblea de Compromisarios del 17 de octubre. Una de las decisiones cruciales es que aprueben la concesión de un crédito de 1.500 millones para emprender el Espai Barça, "un proyecto capital para el futuro del Barça", según Laporta, que ha vuelto a ratificar a Ronald Koeman al frente del equipo en el programa El món a RAC 1.

Turnos para el Johan Cruyff

Durante la campaña insinuó que el primer equipo iría a jugar a Montjuïc mientras durasen las obras. Ahora, en la reformulación de los planes de la entidad, se contempla la idea de que se traslade al Estadi Johan Cruyff. Ante la evidencia del limitado aforo del recinto (unos 6.000 espectadores), Laporta ha explicado en una entrevista concedida a la cadena radiofónica que sería ampliado a 50.000 personas, aunque no alcanzaría esa cifra. La asistencia al estadio se haría por turnos rotatorios entre los socios abonados (más de 80.000) para que todos tuvieran opción de presenciar algún partido.

El traslado de primer equipo se limitaría a una temporada, que es el tiempo previsto para que se instale la visera por encimas de las gradas. la mayor parte de los trabajos arquitectónicos, como en el proyecto original, se efectuarían mientras dure la competición.

Laporta ha explicado que serían mayores las dificultades de movilidad de miles de personas en una zona limitada que no las puramente arquitectónicas. La posibilidad que contemplan los técnicos es que la ampliación sea vertical, elevando la visera actual que cubre la tribuna del segundo estadio del Barça, en el que juegan el Barça B, y el Barça femenino.

"El 'Espai Barça' tendrá un impacto en la ciudad como fueron los Juegos Olímpicos. Nos convertiremos en una referencia mundial de ocio y entretenimiento"

— Joan Laporta / Presidente del Barça

Crédito de 1.500 millones

El primer paso, sin embargo, es la obtención de un crédito de 1.500 millones que permita la reconstrucción del Camp Nou, el del nuevo Palau Blaugrana y el campus Barça. "Es fundamental para la viabilidad actual del club y para el futuro inmediato" ya que la inversión "generará muchos ingresos" que permitirán al Barça competir al más alto nivel como lo está haciendo. Laporta ha explicado que no se trataría de un préstamo al uso, porque el club no empezaría a devolver el dinero a la firma inversora (presumiblemente Goldman Sachs) hasta la finalización de las obras. Las devoluciones, además, se efectuarían en función de los beneficios añadidos que se obtuvieran en las explotación de las instalaciones.

"El Espai Barça tendrá un impacto en la ciudad como fueron los Juegos Olímpicos. Nos convertiremos en una referencia mundial de ocio y entretenimiento, con una zona futurista, moderna y sostenible", dijo Laporta, involucrando a las instituciones públicas. "Cuando hagamos la presentación del proyecto, los socios estarán orgullosos ", aseguraba Laporta a los micrófonos de RAC 1, garantizando que Goldman Sachs no tendrían "ningún control ni poder de decisión" en la gestión de los espacios del club.

Koeman, con el puesto asegurado

Mucho más inminente y más preocupante es el rendimiento del equipo, zarandeado por los irregulares resultados y las sombras de sospecha que se ciernen sobre Ronald Koeman. Azuzadas, en parte, por Laporta y su voluntad, conocida, de sustituirle por otro entrenador. Después de los vaivenes de la semana pasada, entre la derrota de Lisboa ante el Benfica y la de Madrid ante el Atlético, el presidente ha asegurado la continuidad del técnico.

Laporta mantiene a Koeman por cuatro razones principales, aunque dos de ellas residen en el sentimiento culé del técnico, exjugador entre 1989 y 1995, y su "condición de mito del barcelonismo" como autor del gol de Wembley que reportó la primera Copa de Europa (1992). Las otras dos son de cariz profesional.

El presidente entiende que Koeman merece un margen de confianza por las dificultades que ha afrontado ante la imposibilidad de contar con los lesionados Ousmane Dembélé y Sergio Agüero, que aún no han debutado, más las de Philippe Coutinho y Ansu Fati, ya superadas. Laporta comparte también que el equipo será "más competitivo" en cuanto pueda disponer de todos sus delanteros, una de las tesis que sostiene Koeman.

"No puedo permitirme tomar decisiones en caliente", dice Laporta al frenar su ímpetu de despedir a Koeman

"Me dio la sensación de que es un hombre que quería continuar de todas, todas", dedujo el presidente tras hablar con el técnico el sábado por la mañana, antes del desplazamiento a Madrid y cambiara de opinión en su idea, expresada dos días antes, de destituirle. Algo que el propio Koeman sospechaba.

El Barça perdió en el Metropolitano, pero eso no es óbice para que Laporta se sienta "orgulloso" de mantener a Koeman, de ampliar el margen de confianza y de su propia decisión de ratificarle por ser la más conveniente para el Barça. "No puedo permitirme tomar decisiones en caliente, sino que debo ser ponderado al evaluar estas decisiones", concluyó Laporta, que ha recuperado el contacto con Xavi Hernández, un posible sustituto futuro de Koeman, y con quien comparte sus sensaciones igual que hace con Pep Guardiola.