Bartomeu: una puerta bien cerrada

El Barça sigue pensando que obró bien al disputar el partido frente al Las Palmas y que la puerta del Camp Nou estuvo bien cerrada. Era la decisión "más acertada" entre tres posibilidades: jugar sin público, aplazar el partido y la incomparecencia. Era, también, la menos lesiva aunque el club haya recibido muchas críticas por disputar el encuentro mientras Catalunya zozobraba, conmovida, en una ola de terror.

Y esa decisión acertada no fue fácil ni rápida ni unánime. Pero sí "la mejor", al menos, para "denunciar al mundo la situación excepcional que vivía Catalunya", expuso Josep Maria Bartomeu, el presidente, 24 horas después. "Buscábamos la imagen mundial de un campo vacío, imagen mundialde un campo vacío, que se hablara de ella. De aplazarlo se habría hablado solo un minuto. Jugándolo a puerta cerrada fue una noticia de 90", argumentó el dirigente.

Era una media excepcional para exponer nuestra indignación. Lo que sucedió en Catalunya es inadmisible"

Ejecutivos del club se apoyaban ayer en los datos de la repercusión mediática obtenida. El encuentro fue retransmitido a 174 países y visto por millones de personas que, asimismo, convirtieron la cita del Camp Nou en trending topic mundial durante unos minutos de la agitada tarde dominical.

Consulta a Iniesta

Más agitada fue la mañana y el mediodía del domingo. La deriva violenta de los acontecimientos alertó a la junta de que debía plantearse la suspensión. Ernesto Valverde y Andrés Iniesta fueron dos de los primeros protagonistas consultados con la decisión que sopesaba Bartomeu con sus más allegados. El máximo dirigente habló con Javier Tebas, el presidente de LaLiga, pero este le pidió para el aplazamiento un argumento justificado y documentado, como por ejemplo un motivo de seguridad.

€Estamos al lado de los catalanes, que defienden algo tan preciado y tan valioso como la democracia"

El Barça no lo obtuvo de los Mossos d’Esquadra, que entendían que podían ofrecer el dispositivo necesario para el Camp Nou –horas más tarde, en cambio, no podían garantizarlo para el Nàstic-Barça B de Segunda A, que sí fue aplazado– y tampoco hallaron apoyo en la Generalitat. Bartomeu llegó a hablar un par de veces con Carles Puigdemont, el President.

Dos jugadores por el no

La filtración de las gestiones del Barça no hizo más que complicar las cosas. Bartomeu confesó que recibió "presiones de todo tipo" después de que LaLiga denegara la cancelación. El castigo, si el Barça tomaba la decisión unilateral de no jugar, era la pérdida de seis puntos, más los tres que dejaba de sumar ante el Las Palmas. Y asumirlo implicaba a la plantilla, por las repercusiones que tendría en el desenlace de la Liga.

Después de hablar con Iniesta, el presidente también habló con los demás capitanes (Messi, Busquets y Mascherano) y Gerard Piqué. Al parecer, el defensa era partidario de la suspensión, afectado como estaba por los sucesos, al igual que Sergi Roberto. Ambos, sin embargo, entendieron la problemática y asumieron la decisión de Bartomeu. Dos directivos partidarios del aplazamiento dimitieron, uno antes del partido (Carles Vilarrubí) y otro después (Jordi Monés). Las vacantes no serán ocupadas por ahora.

Lamento las molestias causadas. Entiendo que muchos socios y aficionados no lo compartieran"

Indignación

"La situación no era fácil y entiendo que muchos socios y aficionados no compartieran la decisión", admitió Bartomeu, lamentando las molestias causadas a las miles de personas que se agolparon a las puertas de las instalaciones.

En su comparecencia de este lunes, tras una reunión extraordinaria de la junta, insistió en el acierto de que se viera "nuestra indignación en una imagen tan potente como el Camp Nou vacío" para reforzar la solidaridad del Barça con los catalanes. «En un momento tan trascendental, el Barça reafirma su compromiso con los derechos y las libertades del pueblo de Catalunya». Hoy participará en la huelga general.