Casi dos millones de euros para que la nave de las Tres Xemeneies abra al público en 2024

La transformación de las Tres Xemeneies ha solido acusar imprecisión en cuanto a los costes y el calendario del proyecto. El Plan Director Urbanístico (PDU) para ocupar 323.550 metros cuadrados deshabitados entre Sant Adrià de Besòs y Badalona establece que la remodelación en torno a la antigua central térmica debe culminar en cinco o seis años en cuanto se apruebe el proyecto de reparcelación, lo que fuentes conocedoras auguran que no será inmediato: puede demorarse un par de años. 

Antes de ratificarse, tendrá que resolverse cómo los propietarios se reparten el pago de los 80 millones de euros que cuesta acondicionar el paraje despoblado, incluida la apertura de calles ahora inexistentes y la creación de un parque. Los principales dueños de terrenos son Endesa y Metrovacesa, que tendrán que asumir las cargas de urbanización del barrio con los beneficios que obtengan de la construcción de viviendas, oficinas y plazas hoteleras. Toda esa operación es aún etérea, mucho menos definida que la próxima toma de la nave de turbinas por parte de la Generalitat. 

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La apertura al público del edificio que el Govern ha acordado adjudicarse por anticipado sí tiene fecha. Antes de someterse a una puesta a punto completa, la primera ocasión en que se permitirá el acceso transitorio a la nave será de octubre a diciembre de 2024, cuando la desmantelada sala de máquinas será una de las sedes de la bienal de pensamiento Manifesta. El certamen celebrará su próxima edición en Barcelona y en diferentes localidades del área metropolitana.

Las tareas para habilitar el espacio empezarán con meses de antelación, el próximo mayo. Así figura en el convenio por el que el ejecutivo catalán obtiene el inmueble, sellado con Front Marítim del Besòs, que representa los intereses inmobiliarios de Endesa y Metrovacesa. Antes de emprender las obras para reformar la nave, la Generalitat aboga por alojar “usos temporales de tipo cultural y otros relacionados con la destinación futura del equipamiento”, núcleo del complejo de empresas audiovisuales, digitales y del videojuego que el Govern anhela. Se trata de que las actividades temporales a las que afluyan espectadores “empiecen a dar vida” al recinto, según el Govern, mientras se trabaja en el “diseño e implantación del ‘hub’ digital”. 

Las obras básicas de acondicionamiento y la contratación de servicios mínimos para la apertura provisional de la nave costarán en torno a 1,8 millones de euros de fondos públicos, aseguran fuentes involucradas en el despliegue del PDU. El Consorci del Besòs será la administración encargada de ejecutar los trabajos, con financiación de la Generalitat. A la espera de que el grueso de la inversión se licite a partir de diciembre, distintos contratos menores han salido a concurso, incluido el de seguridad, de la que el Govern se hará cargo. Se exonera de responsabilidad a la actual propietaria.

Daños en el inmueble

La Generalitat avala que el abandonado recinto industrial afinque parte del Manifesta, un certamen de debates y arte contemporáneo. Afirma que goza de “relevancia internacional” y sostiene que “contribuirá a impulsar y potenciar el edificio de la nave de turbinas y su entorno como equipamiento de referencia”. 

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El desembarco del festival obliga a acometer obras para garantizar unas “condiciones adecuadas de seguridad” en el inmueble, en desuso desde hace más de una década. El acuerdo añade que los trabajos deberán llevarse a cabo con “respeto a la catalogación del edificio”, declarado Bien Cultural de Interés Local. 

El informe con el que el Departament de Cultura justifica la adquisición admite que la nave requiere una “rehabilitación integral”, no solo para adaptarlo a los cometidos que se le confieren, sino también porque arrastra “patologías". La Generalitat asumirá el precio de arreglarlas. Crítica con el afán constructor del PDU, la Plataforma per la Conservació de les Tres Xemeneies cuestiona que la Generalitat acepte la cesión del edificio sin exigir a Endesa que sufrague las reparaciones para entregarlo sin tacha.

Las tareas que el Govern efectuará incluyen la apertura de unos caminos provisionales hasta la nave, por ahora inaccesible y situada en un espacio vallado. La Generalitat liquidará el importe para tender las sendas que lleguen al inmueble. El acuerdo obliga a Front Marítim a facilitar el terreno para habilitar las vías, sin tener que abonar mayor desembolso. Por su parte, los ayuntamientos de Sant Adrià y Badalona se comprometen a “tramitar con celeridad los permisos” de las obras para que las primeras actividades recalen en el recinto, previas a remodelarlo.

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