Transformación inmobiliaria junto al Besòs

¿En qué consiste el plan urbanístico de las Tres Xemeneies? La polémica, en 4 claves

La ‘catedral’ obrera del extrarradio de Barcelona afronta semanas decisivas. La clausurada central térmica de las Tres Xemeneies es el eje de una de las grandes transformaciones urbanísticas que se fraguan en Catalunya, pendiente de someterse a debate y votación en los ayuntamientos de Sant Adrià de Besòs y Badalona en las próximas semanas. Tras una década larga en vaivenes, globos sonda y alguna que otra idea extravagante para rellenar la cáscara hueca de las atalayas del Besòs, empieza a vislumbrarse cómo se colonizarán los solares que rodean el singular conjunto industrial, clausurado en 2011.

El Plan Director Urbanístico (PDU) que la Generalitat promueve para ocupar la única franja deshabitada en la costa del entorno de Barcelona encara las últimas curvas antes de entrar en vigor tras más de cinco años cociéndose. El proyecto preconiza la construcción de un barrio nuevo de arriba a abajo, en que se estima que se mudarán unos 5.000 habitantes. A la espera de concreciones, el Departament de Vicepresidència anhela envolverlo con un polo puntero de empresas audiovisuales, que haga revivir la extinta planta de Endesa y cambie el aspecto de los polígonos de los aledaños. La ‘conselleria’ ha revisado las cifras para permitir que se edifiquen más pisos de los planificados hasta ahora, estrechando parte de las viviendas de protección oficial en régimen de alquiler, lo que ha avivado la polémica en torno a una reforma aún pendiente de arrancar.

La última franja por habitar en la costa barcelonesa se pretende colonizar con la construcción de un barrio entero y un parque tecnológico puntero

Vista del barrio de La Mora de Badalona, entre el puerto deportivo y las tres chimeneas de Sant Adrià.

Vista del barrio de La Mora de Badalona, entre el puerto deportivo y las tres chimeneas de Sant Adrià.

Jordi Ribalaygue

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1 ¿Qué se prevé construir junto a la antigua central térmica?

La última versión del PDU contempla que se edifiquen como máximo 1.959 viviendas. Del total, 1.106 domicilios serían de venta libre (el 56,5% de las que se erijan) y 853 se ofrecerían en régimen de protección oficial (el 43,5% del conjunto). Los cálculos sitúan 1.503 pisos en terrenos pertenecientes a Sant Adrià y 456, en los de Badalona, repartidos en bloques de 10 plantas, el máximo permitido para no competir en altura con las chimeneas y su sala de turbinas. El proyecto que superó el trámite de aprobación inicial en 2020 prefiguraba 1.844 viviendas, una cifra que ya era superior a las 1.702 viviendas que se cuantificaban en un documento preliminar.

Los gobiernos municipales de Badalona y Sant Adrià se muestran de acuerdo con que se contraigan las dimensiones medias de las viviendas de alquiler asequible. Afirman que así se diversifica la oferta, pero reclaman que se reduzca la edificabilidad para que el número total de viviendas baje.

Aparte, se reservan 36.673 metros cuadrados para equipamientos, si bien el plan no precisa cuáles serían. Queda por ver si el riesgo de inundabilidad que se detecta en la zona condiciona y limita el abanico de servicios que puedan prestarse. El PDU se dota de 103.250 metros cuadrados de techo para nuevas empresas y negocios, de los que 20.650 metros serán como máximo para un hotel -hasta ahora se le destinaban 10.325 metros cuadrados- y el resto dará cobijo a oficinas, con preferencia para el sector tecnológico. También se desplegará una zona verde anexa a la playa.

Los opositores al plan ven intereses especulativos en la promoción inmobiliaria y abogan por un gran parque metropolitano que se expanda alrededor de las Tres Xemeneies. Los partidarios oponen que la edificación es necesaria para que los ingresos que genere financien los costes para crear zonas de recreo, abrir calles, tender puentes y derribar algunos inmuebles en un paraje ahora desangelado, lo que costará más de 87 millones de euros.

2 ¿Hay riesgo de que el futuro barrio se inunde?

Los informes elaborados al efecto -con dictámenes incluidos de la Agència Catalana de l’Aigua y de Protecció Civil- declaran que la franja donde se urde la remodelación es zona inundable, si bien avalan que puede edificarse tomando prevenciones para atajar el riesgo. El estudio ambiental del PDU indica que la amenaza de inundación no es inmediata; sí que detecta que parte del barrio puede quedar anegado una vez cada 100 años y todo él, una vez cada 500.

La última versión de la reforma urbanística incorpora medidas de seguridad que deberán implantarse, como sistemas de alerta para avisar a la población en caso de desalojo, carteles de aviso del peligro potencial, edificios y vías de evacuación construidos en una cota por encima del nivel en que podrían irrumpir las aguas y garajes con puertas blindadas, levantadas a 45 centímetros por encima de la rasante de la calle. También se prevén unas zonas verdes adaptadas que drenen agua en caso de desbordamiento en la urbanización, pegada a la desembocadura del río Besòs y a escasos metros del mar.

3 ¿Qué es el ‘hub’ audiovisual?

Es la apuesta de la Generalitat para que empresas dedicadas al entretenimiento digital -desde el cine y las series hasta los videojuegos- se trasladen al entorno de las Tres Xemeneies, en que las fábricas han ido decayendo para ser sustituidas por almacenes de productos de exportación. El Departament de Vicepresidència verbalizó la idea de promover un polo de la industria audiovisual el año pasado, denominado Catalunya Media City.

Por el momento, el Govern no ha anunciado qué compañías se instalarán en el parque tecnológico, cuántos puestos de trabajo se generarán ni qué tipo de labores tendrán sede a las puertas de Barcelona. Lo que se conoce por ahora son las líneas generales del proyecto, que no escatiman en ambición: según figura en el proyecto del PDU, el ‘hub’ aspira a ser un “centro referente a nivel internacional” en producción, investigación y capacitación de contenidos digitales, que albergue a las productoras locales y que, al mismo tiempo, seduzca a “las grandes plataformas, con producciones de gran presupuesto”, indica el documento.

4 ¿Qué pasará con las Tres Xemeneies?

La singular figura de la planta no desaparecerá de la silueta del extrarradio de Barcelona. Tras extirparse su interior y perder el pantalán que penetraba en el mar, las chimeneas y la sala de turbinas están declaradas Bien Cultural de Interés Local desde 2016, una categoría que obliga a conservarlas e impide derribarlas. No obstante, las condiciones de protección se atenuaron en 2021 para facilitar que acomode nuevos usos, vinculados al proyecto empresarial que se idea.

Aunque seguirán en pie, los bocetos del PDU dejan claro que el perfil de la central variará: por un lado, una plataforma colgante atravesará las chimeneas y las unirá por la cavidad que se abre en cada una de ellas. A ras de suelo, se quiere desplegar una vía para peatones, bicicletas y transporte público que penetre los tres edificios gigantescos a través de sus pórticos. Aparte, la sala de turbinas se ampliará.

El PDU no especifica con qué se acabarán ocupando las instalaciones de la antigua central. En todo caso, se propone que las chimeneas alojen actividad privada, con preferencia por actividades vinculadas al conocimiento, las nuevas tecnologías y el sector audiovisual, aunque se admite que puedan complementarse con comercios, plazas hoteleras u oficinas. El ocio nocturno queda vetado. La nave de turbinas dará techo a equipamientos públicos, con la posibilidad de que cobije servicios de formación y divulgación sobre el cambio climático, la transición energética y el sector audiovisual.

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