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Cómo cambiar de hábitos para resolver tus problemas financieros

Siempre que queremos hacer un orden de nuestras finanzas personales, tendemos  a centrarnos exclusivamente en las cifras: cuántos ingresos tenemos, cuáles son los gastos comunes... Pero, aunque los números son muy relevantes, hay algo que tiene un impacto mucho mayor en nuestras cuentas: los hábitos que tenemos. 

Siempre que queremos hacer un orden de nuestras finanzas personales, tendemos a centrarnos exclusivamente en las cifras: ingresos, gastos comunes... Pero, aunque los números son relevantes, nuestros hábitos pueden pesar aún más

Ahorro

Ahorro / economia

Héctor Chamizo

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Saber con certeza los comportamientos concretos que nos hacen tropezar financieramente nos puede permitir, con esfuerzo, reducir el impacto negativo que representan y trabajar para borrarlos completamente. En esta línea, hay una serie de hábitos que son bastante perjudiciales para nuestros intereses y que podemos cambiar al identificarlos.

Según explica Victoria Torre, responsable de producto de Self Bank, lo más importante es “encontrar las malas prácticas que estamos teniendo para tratar de corregirlas a posteriori”, puesto que estas hacen que “nuestros ahorros sean inferiores a los que habíamos planteado”. Es decir, tratar de limar los “problemas financieros que se pueden generar”, añade. 

La comparación con el resto

Siguiendo este esquema, una de los hábitos comunes que realizan muchos españoles es compararse con los demás, para después intentar competir. Este es un juego que “no se puede ganar”, comenta Rafael Ojeda, analista macro de Fortage Funds, porque “llevará a tomar malas decisiones financieras”, empujado por el ansia de superar al resto. Para el experto resulta sencillo sucumbir a este hábito, ya que “la nueva remodelación siempre está muy cerca de nuestro círculo”.

¿Cómo se puede combatir este hábito? Ojeda expone que hay que contrarrestar la tentación de mantenerse al día con los demás centrándose “en las cosas positivas que están sucediendo en nuestro día a día”. A su modo de ver no hay que prestar “tanta atención a los demás y sí centrarnos directamente en la evolución de nuestro presupuesto”. 

Plan financiero desde ya

Otro hábito bastante frecuente es no tener un plan financiero, lo cual suele ser “extremadamente perjudicial”, afirma Torre. No saber hacia dónde te diriges o hacia dónde estás trabajando significa que eventualmente puedes “encontrarte en un lugar en el que no deseabas”, comenta la experta.

Cuando tus metas económicas no están fijadas, no tenemos límites sobre los que nos vamos a mover, hace que tomemos decisiones que “conducen por el camino equivocado”, resalta. ¿Cuál ha de ser la recomendación principal? Especialmente, identificar los objetivos financieros, tanto generales como prácticos, para que “tengamos pautas que los mantengan bajo control”.

El recurrente pensamiento negativo

En el caso de que nuestra situación financiera no esté donde deseamos hay que prestar especial atención sobre “los pensamientos y palabras que usamos”, afirma Ojeda. Todo lo que se nos pasa por la cabeza tiene un gran impacto sobre el poder de las decisiones y acciones que llevamos a cabo. 

Si nos encontramos pensando y diciendo cosas como “no saldré de este lío” o no hay manera de que “la situación mejore” está garantizando que nuestras finanzas “se van a mantener igual”, agrega el analista.

Nuestras acciones se alinearán con los pensamientos, sean cuales sean. De este modo lo recomendable es tomar las decisiones conscientes de que estas pueden “alterar nuestros pensamientos”. Esa es la mejor manera de que la negatividad “no influya en los planes que tenemos en mente”, asegura. 

Vivir por encima de nuestras posibilidades

Lo hemos escuchado en múltiples ocasiones, pero es la realidad: muchas personas suponen que vivir más allá de sus posibilidades se traduce en que tienen un estilo de vida extravagante y lujosa. Sin embargo, no siempre es así. Gastar más dinero del que se dispone puede ser tan sutil como comprar ropa con nuestra tarjeta de crédito porque no recibimos la nómina en unos días.

Lo fundamental, opina Torre, es salir “de la espiral descendente de vivir más allá de nuestras posibilidades” comprometiéndonos a permanecer dentro de los “límites de lo que ingresamos” Esto puede traducirse en retrasar o decir “no” a las oportunidades de gastar.