CRÍTICA DE LIBROS

‘El silenci dels astronautes’ de Laia Fàbregas: sin palabras

La autora catalana explora la frontera entre el individuo y su entorno a través de la historia de una niña encerrada en una burbuja invisible que le impide hablar

'No escriuré la teva història': con arena en la boca y el sol en la cara

La escritora  Laia Fàbregas.

La escritora Laia Fàbregas. / JONATHAN GREVSEN

Valèria Gaillard

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Una cita del filósofo alemán Peter Sloterdijk encabeza la última novela de Laia Fàbregas (Barcelona, 1973), 'El silenci dels astronautes', una afirmación que relaciona el arte con el compromiso y el riesgo a exponerse, a la visibilidad. Alejada completamente de la novela de ideas o filosófica, 'El silenci dels astronautas', 45º Premi Joanot Martorell, explora la frontera entre el individuo y su entorno a través de una historia conmovedora: el caso de una niña de 9 años, Rita, que está encerrada en su burbuja, un muro invisible que le impide hablar en la escuela con sus compañeros, una dolencia que se denomina mutismo selectivo.

Efectivamente, en casa, protegida, es más bien parlanchina, pero en un ambiente público se retrotrae en su interior y no pronuncia ni una palabra. Detrás de Rita está su madre, Anna, una traductora que carga con sus propios problemas laborales y que busca, no sin desespero, soluciones para la extraña enfermedad que padece de su hija.

Reflejo de una pérdida prematura

Como en otras novelas anteriores –'No escriuré la teva història' (2021) y 'La nena dels nou dits' (2008)–, Fàbregas presenta una constelación familiar y trenza los hilos de relaciones humanas complejas que abordan temas actuales, aunque a veces no suficientemente tratados. Es el caso del mutismo selectivo y, de hecho, la escritora se documentó con casos auténticos. También el caso de la muerte gestacional o perinatal, tema delicado sobre el cual algunas autoras ya han escrito; pienso concretamente en la obra de teatro 'Morir abans de néixer', de Paula Bonet, Clàudia Cedó y Núria Jar.

De cualquier modo, estamos ante la novela más personal de Fàbregas, y eso se palpa en una obra impactante que emerge de una necesidad interna. La misma autora, en las notas finales, explica el origen real de esta historia que la sacudió en 2015, cuando perdió a su hija Queralt con solo 19 semanas de gestación. Entonces escribió unas líneas que reproduce inseridas en la novela. 

La novela, Premi Joanot Martorell, presenta una constelación familiar y trenza los hilos de relaciones humanas complejas que abordan temas actuales

Detrás del malestar de Rita, de su incapacidad de hablar con sus amigas en la escuela, está la sombra de una hermana que no llegó a nacer, dejando un dolor en la madre y un vacío difícil de llenar en la familia. La metáfora de salir de la burbuja para tratar del nacimiento, de este salir del útero materno para tomar voz y exponerse a la vida, recorre de cabo a cabo toda esta obra. También la obra literaria, la creación, como dice Sloterdijk, puede ser vista como un parto, como un salir a la luz y exponer una experiencia que resulta transformada en arte.

Alternancia de dos voces

A nivel de estructura, la novela alterna dos voces: una en tercera persona que sigue el personaje de Rita, y la otra, en primera, la de Anna. Aparte, se intercalan pasajes de una obra de teatro en la cual se representa un diálogo imaginario entre Rita y David. Se trata de un caso real de un joven norteamericano, David Phillip Vetter, que vivió del 21 de diciembre del 1971 al 22 de febrero de 1984 dentro de una burbuja a causa de una enfermedad grave en el hospital.

Esta obra de teatro tiene una inserción coherente con la historia y aporta una reflexión interesante sobre cuáles son las prioridades en la vida. Al final, en forma de epílogo, Queralt toma también la palabra para dar paso precisamente a la historia, a la novela de Fàbregas, un gesto de exposición y, por lo tanto, también de valentía.

La monotonía, la desesperación y la impotencia están presentes en una obra que, sin embargo, tiende más al humor que al pesimismo, sin quedarse en la banalidad

Jugando con diferentes figuras retóricas, como por ejemplo la anáfora (repetición que encabeza las dos voces), Fàbregas –Rita siempre está sentada en el banco de la escuela y Anna siempre cuelga las llaves al volver a casa– consigue dar vida a un relato intenso y ágil, retratando con pericia los personajes principales a través de su manera de hablar. La monotonía, la desesperación, la impotencia, todos estos sentimientos están presentes en una novela que, sin embargo, tiende más al humor que al pesimismo, sin quedarse en la banalidad y dejar de comprometerse con los problemas de fondo. 

'El silenci dels astronautes'

Autora: Laia Fàbregas

Editorial: Grup 62

232 páginas. 18,90 euros