La Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals y la FORTA lamentan el cierre de RTVV

El presidente de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA), Brauli Duart, y los grupos parlamentarios de CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP han censurado este viernes la decisión de la Generalitat Valenciana de cerrar su radio y televisión pública (RTVV).

En la Comisión de Control de la CCMA en el Parlament, ha tachado este viernes de "pésima noticia" el cierre de la radio pública valenciana, así como la suspensión de las emisiones de Canal 9.

El presidente de la CCMA, procedente de Valencia, está convencido de que "el pueblo valenciano sabrá encontrar la mejor fórmula para dar con un servicio como el que tenía, y no solo recuperarlo, sino mejorarlo".

"TV-3 no se cierra"

Duart ha manifestado su preocupación y ha insistido en que "perder un servicio público de comunicación siempre es una muy mala noticia"; más, teniendo en cuenta que estos servicios pertenecen a un ámbito comunicacional común en lengua e historia con Catalunya.

Así mismo, Duart ha sido contundente al negar una posible privatización de TVC: "TV-3 no se privatiza, ni somos Canal 9 ni somos Telemadrid, ni lo seremos nunca".

Un día triste

En el mismo sentido se ha pronunciado el secretario general de la Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos (FORTA), Enrique Laucirica, que ha lamentado el cierre de Radio Televisión Valenciana (RTVV) y ha esperado que "las autoridades competentes" encuentren "lo antes posible" la fórmula para cubrir la información de proximidad de la que se ocupaba la cadena autonómica.

"Es un día triste para la televisión, para la televisión pública sobre todo y para la televisión pública autonómica, en particular", ha señalado el secretario general de la FORTA, Enrique Laucirica, quien ha recordado cómo el organismo había abogado en un comunicado anterior porque "el proceso desembocase en una solución satisfactoria". "No ha sido así", ha lamentado.

Pese a esta "tristeza", ha recordado que la decisión del cierre de RTVV ha sido tomada por "un parlamento democráticamente" y, por lo tanto, "no se pueden poner objeciones". En cuanto a la manera en que los trabajadores han sido desalojados por la policía, ha reconocido que "es chocante", aunque "son cuestiones más estéticas, que de fondo".