La cuenta atrás de los premios de la Academia

La década Bardem

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10 años después de su primera nominación al Oscar, el actor se ha ganado el aprecio de Hollywood

Javier Bardem, el pasado 8 de febrero, a su llegada al tradicional almuerzo de los candidatos al Oscar.

Javier Bardem, el pasado 8 de febrero, a su llegada al tradicional almuerzo de los candidatos al Oscar.

IDOYA NOAIN
LOS ÁNGELES / ENVIADA ESPECIAL

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Cuando Julian Schnabel estrenó en el 2000Antes que anochezca, Robert Duvall, Al Pacino y Morgan Freeman le repetían «¿De dónde has sacado a ese chico?». John Malkovich se rendía ante «un descendiente directo de Mastroiani y Brando». Dennis Hopper alababa «una de las mejores interpretaciones en muchos años», la Film Society del Lincoln

Center de Nueva York programaba cinco películas españolas del actor protagonista yThe New York Timesavisaba semanas antes de que recibiera su primera nominación al Oscar en el 2001: «Puede interpretar cualquier papel (...) Estados Unidos empieza a prestar atención».

«Ese chico», que el martes cumplirá 42 años, era Javier Bardem y hoy ya nadie en Hollywood pregunta de dónde ha salido, sino hasta dónde llegará. Y él mismo ayer reconocía en un encuentro con prensa española y latinoamericana que «es curioso» mirar a esta última década, una de «tanta y tan buena aceptación», que ha llegado «curiosamente sin haberla perseguido».

«Nunca decidí coger la maleta y decir 'quiero pertenecer ahí'. Sucedió por accidente, empujado por Schnabel. Y toco madera para que siga yendo tan bien, con mis errores y mis aciertos», decía.

De momento, mañana vuelve por tercera vez a la fiesta de los elegidos de la industria estadounidense, donde ya ganó enNo es país para viejos. Y lo hace como primer aspirante a un papel completamente realizado en español, el Uxbal deBiutiful. «Bardem es como un toro en la plaza que ha saltado la barrera», ha dicho Alejandro González Iñárritu, que pese a reconocer la importancia del logro ayer aseguraba también, junto al actor y el productor Fernando Bovaira, que él y su cine hablan no español sino «el idioma de las imágenes».

ANIMAL DE RAZA / La plaza, Hollywood, es complicada, pero el animal es de raza. Ya nadie habla del «fuerte acento» de Bardem, ni siquiera él mismo. Si ayer se le recordaba que hace 10 años reconocía que al verse enAntes que anochezca había dicho ver a una «persona española intentando hacerse entender por un público angloparlante y ponía mucha energía en eso en vez de en expresarse de forma libre y sentirse cómodo», ayer explicaba que ahora con el inglés se encuentra «más cómodo y confiado».

A este «talento con huevos», como lo definió Iñárritu, se lo rifan los medios y, sobre todo, directores como Terrence Malik, para el que ha interpretado a un sacerdote. E incluso ahora parecen tener cabida en su agenda papeles a los que un día no quiso decir sí. Si hace una década rechazaba el malo enEl mundo nunca es suficientesolo falta la confirmación oficial para imaginarlo como villano en la 23º entrega de Bond dirigida por Sam Mendes.

Pero antes de que lleguen nuevos estrenos, quedan los Oscar. 11 amigos y familiares llegaron ayer desde España. Quedan por delante fiestas como la del jueves (donde recibió halagos de cineastas como Werner Herzog y Michael Mann) y, sobre todo, la gala (en la que presentará con Josh Brolin los dos Oscar de guión). Y Bardem disfrutará de cualquier forma.

«No nos excedamos en ambición -decía ayer-. Si no, nos perderemos la grandeza del presente».

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