Eva Santolaria «En la tele, un texto de 25 minutos con un actor me parece un regalo»

La actriz es una de los 24 protagonistas de la serie coral de TV-3 sobre encuentros por internet

EVA SANTOLARIA

EVA SANTOLARIA / periodico

INÉS ÁLVAREZ / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tras debutar en 'Estació d’enllaç' (TV-3) y rodar su primera película (Susanna), Eva Santolaria (Barcelona, 1975) pasó a formar parte del reparto de 'Nissaga de poder', serie también de la tele catalana que se convirtió en un fenómeno social. Después, intercaladas con varios filmes, vendrían series ya míticas como 'Compañeros' (Tele 5), que le supuso conocer (y sufrir) el fenómeno fan, y '7 vidas', en la que tuvo el privilegio de trabajar con su madre adoptiva: Amparo Baró. En la pequeña pantalla la hemos visto últimamente en 'Los misterios de Laura' (TVE-1) y, ahora, en 'Cites' (TV-3), donde da vida a una jefa de redacción recién separada que busca en las webs un poco de compañía.

–¿Cómo se ha sentido al volver a casa, a TV-3, 20 años después de su trabajo en 'Nissaga de poder'

–Emocionada, Ilusionada, encantada... Tenía tantas ganas de volver... Además, en Cites coincido con Biel Duran y Josep Linuesa, que hacían de mis hermanos en 'Nissaga...' Tenía muchas ganas. Yo siempre digo que comencé aquí. Para mí fue una gran escuela trabajar en una serie como 'Nissaga de poder', que, además, me encantaba. Poder volver a la que para mí es mi casa, me hace que me sienta muy emocionada.

Y aparte de esa vuelta a los orígenes, cuando le propusieron trabajar en 'Cites', ¿que pensó

–Yo había visto la original, Dates, y me gustaba sobre todo la trama de Mia, que hemos incluido en 'Cites' –aunque en la británica el papel lo interpreta Oona Chaplin y aquí, Aida Folch–, y pensé. «¡Qué guay es esta mujer!». Y cuando vi los guiones de mi primera cita, me pareció que era una pieza de microteatro.

–¿Por el ritmo? 

–Sí, eran 25 minutos con un actor, lo que me pareció un regalo; un trabajo espectacular. Es tal el gusto que sientes de poder hacer ese viaje con otro actor... Y poder tener un texto tan largo… Eso es fantástico. Pienso en citas como la primera que tuve en la serie, con Francesc Garrido –que ya se ha emitido–, que es un caminar lleno de silencios.

–La tele parece temerlos. 

–Pues aquí hay silencios, tensión, angustia... Además, tener la suerte de coincidir con unos actores que te dan tanto…. Estoy encantada. En cuanto acabé de grabar ya dije: «¿No hay más citas?» .Yo es que me habría apuntado a todas. Y pienso: «El chico que quedó conmigo, ¿con quién más quedará? ¡Porque este ya es mío!». [ríe]

–Aunque su personaje, uno de los 24 protagonistas de esta serie coral, ya ha debutado, defina a Clàudia Millán para aquellos que aún no la conozcan. 

–Clàudia es una periodista de 38 años, jefa de redacción de un diario, que se acaba de separar. Y a través de las citas por internet, a las que llega de una manera casual –aunque no es bien así, lo digo porque no sabe qué está haciendo, no tiene ni idea–, a través de esas citas, decía, solo busca pasar un buen rato. Aunque se acabará redescubriendo.

–Y eso que no sabía qué buscaba… 

–Es que cuando llevas mucho tiempo con una persona, te acomodas y te llegas a apalancar un poco. Y, entonces, cuando te separas, por los motivos que sea, vuelves a salir al exterior y entonces te planteas qué es lo que te apetece ahora. Hay una parte de ti que dice: «¿Quiero a alguien igual que la persona con la que había estado hasta ahora? ¿Qué había echado de menos en esa relación? ¿Qué es lo que me atrae realmente ahora?».

Quizá es el momento de cambiar de modelo de pareja, ¿no? 

–Quizá. Además, en un formato como este, en el que el tema sexual resulta tan evidente, salen a flote partes de la personalidad que uno no conocía. En el caso de Clàudia, como su primera cita es tan diferente, la coloca en un sitio en el que se dice: «Y a partir de ahora, ¿qué?».

–Pau Freixas, su pareja en la vida real y director de la serie, en la presentación animaba a la gente a probar este tipo de citas. ¿Es usted de la misma opinión? 

–Yo pensaba que este método no funcionaba. Que eso lo hacían solo cuatro personas, que, además, eran un poco raras. Pero cuando empiezas a preguntar e investigar, ves que todo el mundo sabe lo que es o que, incluso, tiene citas de ese tipo. Y cuando realmente las vives...

–¿...las vives? 

–Sí, cuando estás dentro del papel las estás viviendo, y entonces te das cuenta de que es una herramienta más para conocerse. Antes, ibas al bar, y ahora, sigues yendo al bar, pero también te citas por este medio. Entre sus ventajas está la comodidad de poder elegir el perfil de la otra persona. Aunque, al final, es como si estuvieras coleccionando cromos: «Tengui, falti...».

–No obstante, hay que reconocer que la cosa tiene su morbo... 

–Yo creo que morbo es la palabra. El nervio. Porque, además, tú acabas sintiendo todo eso como actriz. Acabas viviendo una cita, experimentando esa sensación de llegar al bar, ver allá a un desconocido y decirte: «¿Y, ahora, qué?». Vale, te pasa lo mismo si conoces a alguien en una discoteca, pero con la diferencia de que no has quedado directamente para ir a cenar.

–Su primeros encuentros fueron con los personajes que interpretan Francesc Garrido y Marc Cartes. ¿Con quién se cita esta vez? 

–Con Carles, a quien da vida Miki Esparbé, que guarda un gran secreto.

–En Madrid ha trabajado en dos series ya emblemáticas: 'Compañeros' y '7 vidas', ambas de Tele 5. 

–Compañeros fue para mí como vivir una segunda adolescencia. Además, en ella coincidí con un grupo de actores con los que encajamos desde el primer momento como amigos. Y si coges a ese grupo de amigos y los metes es una escuela, pues, claro, se ponen a jugar.

–En esa época vivió por primera vez el fenómeno fan

–Sí, y quizá esa fue la parte más dura, porque te tienes que acostumbrar a esa nueva situación y yo no estaba preparada. Quizá no estás preparada nunca para eso, pero, con solo 20 años, menos aún. Además, es un momento de tu vida en el que te apetece salir con tus amigos… Si yo ya no estaba acostumbrada a ser centro de atención profesional, mucho menos en el plano personal. Por lo que eso de ir a un bar y ser el foco de atención, me costó digerirlo. Me costó mucho, sí.

–¿Y qué me dice de su experiencia en la serie '7 vidas'? 

–'7 vidas' fue otra gran escuela de interpretación para mí. Es que te sacan de una serie como 'Compañeros' y te colocan en una comedia y tú dices: «¿Cómo que comedia? Espera, ¡que yo nunca he hecho!».

–Pero lo acabó haciendo. 

–Es que no era comedia como tal, sino una sitcom [comedia de situación], que es diferente: tiene un ritmo distinto. Además, era más actual y con unos grandes actores, con los que aprendí mucho y me lo pasé muy bien. Tengo grandes recuerdos de esa serie. Es que sabía que cada mañana iba allí a reír.

–Allí coincidió con la actriz Amparo Baró, recientemente fallecida. 

Sí. A Amparo Baró le quería mucho y tuve la suerte de que ella también a mí. Era una mujer que necesitaba estar rodeada de gente joven; era una más de nosotros. Y la más gamberra, la más divertida; la que siempre lo hacía bien todo... Entonces, tú te decías: «No me puedo equivocar, no puedo no saberme el texto, no puedo fallar, porque ella siempre lo hace todo bien a la primera». Si ella lo hacía, no podía ser que yo estuviera fallando. Es que Amparo te exigía a la vez que te protegía. He tenido mucha suerte con la gente con la que he trabajado.

–Una buena escuela con una gran maestra, vamos. 

–Sí. Y, además, en el plano personal, Amparo me adoptó, por decirlo de alguna manera. Por eso me dio una pena horrorosa cuando falleció. Y cuando sucedió, yo me encontraba aquí, en Barcelona. Acababa de tener a la niña… y no pude ir a despedirla. Sentí una gran pena.

–La profesión también ha perdido hace poco a Àngels Poch, con la que trabajó en 'Estació d’enllanç'. 

–En realidad, yo intervine en esa serie de TV-3, en la que debuté como actriz, pero no llegamos a coincidir.

–Antes de 'Cites', la habíamos visto en la serie de intriga de TVE-1 'Los misterios de Laura'. 

–Sí, yo participé en la primera temporada, en la que hacía un papel de reparto: era la amiga y vecina de Laura, la protagonista (María Pujalte). Recuerdo que paramos la serie sin saber si funcionaría o no. Hasta se desmontó todo el chiringuito. Después, se decidió grabar otra temporada más, pero yo entonces estaba rodando Héroes y no podía participar. El resto del equipo la siguió haciendo... y funcionó. Incluso se ha hecho una versión en EEUU. Es que la televisión es así: nunca se sabe qué va a funcionar y qué no.