El nuevo centro de Sabadell no convence

Han sido más de 20 años los que el paseo de la Plaça Major de Sabadell ha estado sometido a la provisionalidad como consecuencia de las múltiples obras que ha albergado: demasiado tiempo para el comercio local. Tras un largo periplo, el espacio se ha inaugurado este fin de semana con un resultado urbanístico que no convence a la mayoría de vecinos y comerciantes.

La historia comenzó hace 20 años con las obras para construir un aparcamiento subterráneo. Esos primeros trabajos conllevaron una reducción del espacio que continuó con las obras del Mercat Central, cuyos puestos se mudaron a unas instalaciones sobre el céntrico paseo. Una vez reabierto el mercado, se urbanizó provisionalmente con la mirada puesta en la ampliación de la línea de los Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) en la ciudad. El proyecto incluía la nueva estación del centro bajo el paseo, que requería abrir la superficie.

Fue entonces cuando se proyectó una reurbanización integral para recuperar la capacidad de atracción que el paseo había ido perdiendo. «Ha sido un proceso dramático con un decepcionante resultado. Esta era una necesidad para el desarrollo de la ciudad, pero se ha quedado a medio camino, ha sido muy traumático», señala Toni Manent, propietario de la tienda La Moda.

Su veterano comercio ha aguantado, pero han sido muchos otros los que han tenido que bajar la persiana. Las constantes obras convirtieron durante años un teórico espacio de ocio en un laberinto de vallas que solo daban un respiro en Navidad, cuando se ampliaban los pasillos para favorecer el paso de peatones. Finalizados los trabajos en superficie, el paseo ha ganado parte del espacio, aunque aún hay zonas hipotecadas por la futura estación de FGC.

Como una pista de aterrizaje

«Se ha desaprovechado una oportunidad interesante para que el centro fuese algo potente», opina el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Manuel Navas, que denuncia que el resultado dista mucho del proyecto presentado a la ciudadanía. «Tenemos una gran pista de aterrizaje en plena ciudad», bromea Ricard Borrell, de la relojería Borrell, sobre la amplitud del espacio sin arbolado ni sombra y en el que reina el asfalto.

La oposición tampoco comparte el resultado. «Inicialmente se distinguía dentro de una plaza dura una trama con diferentes pavimentos, con zanjas de asfalto y piedra, pero pocas piedras hay aquí», señala el portavoz de CiU, Carles Rossinyol. «Estamos decepcionados, pero era de esperar», añade Virgínia Domínguez, de Entesa per Sabadell, que considera que ha faltado consenso a la hora de definir el espacio.

El primer teniente de alcalde, Josep Ayuso (PSC), admite que se han tenido que ajustar al presupuesto inicial de 900.000 euros, pero añade: "El resutlado no experimenta especiales modificaciones respecto al proyecto".Con la inauguración este fin de semana, la ciudad recupera este espacio. El comercio espera que la reapertura devuelva la costumbre de pasear por el paseo y no deban cerrar más negocios.