Barcelona pacta con Greenpeace reducir a la mitad las emisiones del coche en el 2030

Dentro de 14 años, en el 2030, las grandes ciudades españolas deberán emitir un 50% menos de gases de efecto invernadero causados por la movilidad urbana. Deberán porque ese es el compromiso que han alcanzado con Greenpeace a través de un documento que se marca el objetivo de mejorar la calidad de vida y la salud de las personas. Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Bilbao y Murcia, entre otras, deberán empezar a implementar medidas de choque para reducir el tráfico. Justo ahora, cuando la leve recuperación económica ha generado un repunte en la movilidad privada.

A través de un comunicado, la organización ecologista ha explicado que la intención es que el compromiso se extienda a todos los municipios con más de 50.000 habitantes. "Lograrlo tan solo requeriría orientar y dirigir las políticas de movilidad y urbanismo para que reduzcan, al menos, en un tercio los desplazamientos que actualmente se realizan en coche, aumente entre un 15% y un 30% la ocupación de todos los medios de transporte motorizados, y se mejore la eficiencia de los vehículos, en parte por una mayor electrificación", resume Greenpeace.

VOLUNTAD POLÍTICA

Mariano González, responsable de la campaña de transporte de la entidad ecologista, detalla que esta meta “es relativamente sencilla de alcanzar si existe voluntad política”. “Además -prosigue-, no solo reduciríamos las emisiones que amenazan con alterar caóticamente el clima, sino que además aumentaríamos significativamente la calidad de vida en nuestras ciudades al disminuir las 33.000 personas que cada año fallecen prematuramente en España como consecuencia de la contaminación". De esa cifra, unas 3.500 víctimas corresponden al área metropolitana de Barcelona.

El acuerdo se hace público unos días antes de la celebración de la semana de la movilidad sostenible, cuyos actos en Barcelona ha dado a conocer este martes la concejala de Movilidad, Mercedes Vidal. Serán más de 90 actividades, del 16 al 22 de septiembre, destinadas a “fomentar los desplazamientos a pie por la ciudad y el uso del transporte público”. "En Barcelona hay diferentes retos a los que tenemos que enfrentarnos con un cambio de modelo", ha asegurado la edila de Barcelona en Comú, que ha señalado que todas las medidas emprendidas por el ayuntamiento para reducir la presencia del coche han generado diálogo y debate.

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DÍA SIN COCHES

El 22 de septiembre, un jueves laborable, se celebrará el día sin coches, que obligará a realizar 58 cortes de circulación en calles de los 10 distritos. Via Laietana y paseo de Gràcia, por ejemplo, se cortarán al tráfico privado. La capital catalana persigue el reto de reducir en un 21% la movilidad privada entre el 2018 respecto del 2011, pero la realidad es que a día de hoy solo se ha logrado bajar el porcentaje en un 1,3%. Por si eso fuera poco halagüeño, los últimos datos marcaron un repunte del uso del coche.

No lo tendrá fácil el consistorio, pues al trabajo urbanístico y vial deberá añadirle la pedagogía ciudadana que muchos han echado de menos en la instalación de la primera supermanzana de la trama Cerdà, en el Poblenou. Vidal ha reiterado que se trata de una prueba piloto y que se introducirán las mejoras necesarias, pero que "hay que construir alternativas" al uso del coche. Entre otras medidas, Barcelona prevé en este mandato casi triplicar el número de carriles bici y desplegar las 12 líneas que faltan de la red ortogonal de autobuses.