Beatriz Garrote: «Aún necesitamos saber por qué murieron»

Una ofrenda floral, una misa y una nueva concentración recordarán hoy a los 43 muertos y 47 heridos del accidente del metro de Valencia del 3 de julio del 2006. Las víctimas, decepcionadas con la investigación, dicen que pelearán hasta que el Gobierno valenciano asuma responsabilidades. Siete años después, siguen esperando luz sobre un siniestro con un solo culpable oficial: el conductor, también fallecido.

-¿Qué esperan de la Generalitat valenciana?

-Las reivindicaciones son las mismas que hace siete años: necesitamos saber por qué murieron nuestros familiares. Sabemos que el tren iba muy deprisa, pero no sabemos por qué no había las medidas de seguridad que podían controlar esa velocidad. ¿Por qué fallaron los cristales? ¿Cuál era el estado de la vía? ¿El conductor sufría alguna enfermedad que le inhabilitaba para trabajar? Estos factores no han formado parte de ninguna investigación oficial. Seguimos exigiendo responsabilidades por la falta de seguridad y por las mentiras que se han vertido.

-¿Y de la justicia?

-La anterior investigación judicial se limitó tanto al error humano que otros factores no se analizaron. La velocidad solo era uno de ellos. Que no se informara a la jueza de los descarrilamientos previos, que no se aportara ninguna copia del libro de averías, que la comisión parlamentaria fuera manipulada por una agencia de comunicación, la falta de mantenimiento de los trenes... Queremos que se incluyan todos esos datos nuevos. Descarrilamientos hay muchos en todo el mundo, pero no producen una mortandad tan grande.

-¿Les ha decepcionado la sociedad valenciana?

-Cualquiera de nosotros hubiera reaccionado igual y mirado hacia otro lado. Solo salimos a la calle si algo nos toca en primera persona. Nos convertimos en una sociedad muy cómoda, que toleraba la corrupción, adormecida, que no respondía por nada. Es muy peligroso que una sociedad no exija responsabilidades políticas cuando mueren 43 personas. Mucha gente estaba desinformada y no tenía interés en pedir explicaciones. Que los medios de comunicación no prestaran atención lo hacía más trágico.

-¿Qué ha cambiado ahora?

-No aparecíamos en los medios ni en la agenda política. Esa burbuja de silencio se rompió conSalvados. Hay un antes y un después. Ha puesto en la memoria colectiva la falta de seguridad en el accidente y las mentiras. Antes no contábamos. Ahora sí.

-En estos últimos dos meses ¿han recibido alguna llamada del Gobierno valenciano?

-No. Ninguna.

-Fabra empezó con un gesto que marcaba diferencias con Camps¿

-Nos sorprendió muy gratamente que tras asumir la presidencia de la Generalitat estuviera dispuesto a recibirnos, cosa que Camps no hizo. Pero fue decepcionante descubrir que iba con la idea preconcebida de que la comisión parlamentaria había sido ejemplar y que esto quedaba avalado por la sentencia judicial que archivó el caso. Le presentamos un dosier de 50 páginas en el que denunciábamos que en la comisión solo se habían aceptado los testigos propuestos por el PP, que se vetó documentación, que en el juicio quedó claro que una baliza hubiera evitado el accidente, aportamos las cartas de los sindicatos de antes del accidente en las que ya se reclamaban esas medidas de seguridad... No movió ni un ápice su posición. El Gobierno valenciano mantiene el mensaje de que todo está bien revisado.

-¿Son conscientes de que se pueden volver a apagar los focos?

-Es probable que el foco mediático se apague de nuevo, pero creo que nunca volveremos al olvido en el que vivíamos. Este hecho ya se ha fijado en el recuerdo.

-¿Esperan a algún miembro del Gobierno en los actos de hoy?

-Me sorprendería mucho que viniera alguno. Serán bienvenidos siempre que sea algo más que un gesto.

-No se van a cansar de patalear...

-No hay nadie que tenga más ganas que nosotros de que esto acabe. Necesitamos cerrar el duelo. No hay nadie de la asociación que no haya pensado en tirar la toalla, pero necesitamos irnos a casa con la verdad. Seguiremos saliendo cada día 3 hasta que el Gobierno cambie su actitud. Si no se reabre la vía judicial, que al menos se asuman responsabilidades políticas o se haga una declaración oficial asumiendo que las hubo. No pararemos hasta que se reconozca lo que creemos justo y normal. Si no fue Camps, será Fabra, y si no, el próximo presidente.