Gallardón insinúa que restringir el aborto es tan "progresista" como abolir la esclavitud

El diputado socialista Eduardo Madina le espeta que quién es él para decidir sobre "los derechos íntimos de las mujeres"

PATRICIA MARTÍN / Madrid

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Una vez más este miércoles el Partido Socialista ha aprovechado la sesión de control al Gobierno en el Congreso para solicitar al ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, que no restrinja la actual ley del aborto. Esta vez no ha sido una mujer la que se ha enfrentado al exalcalde de Madrid, sino el diputado Eduardo Madina, uno de los favoritos para ser liderar el PSOE en el futuro. De hecho, Ruiz-Gallardón ha metido en dedo en la llaga de la debilidad en el liderazgo socialista al solicitar a Madina que, "ahora que hay muchas miradas puestas" en él, "se libere de los prejuicios del pasado, sea progresista y defienda a los más débiles, que en el caso del aborto es el concebido".

Y es que el ministro de Justicia ha vuelto a insistir que no hay nada más "progresista" que defender al feto frente a los derechos de la mujer. Ruiz-Gallardón ha reprochado a los socialistas que "la izquierda" a lo largo de su historia no siempre ha estado con los "más débiles", y ha puesto dos ejemplos concretos: cuando se discutió la abolición de la esclavitud y el derecho de voto de las mujeres en España. "Recuerde que la izquierda no siempre ha acertado en sus própositos", ha incidido el ministro.

Ruiz-Gallardón ha vuelto a recordar, además, que el compromiso de restrigir la actual ley de plazos, que permite el aborto libre hasta la semana 14 de gestación, figura en el programa electoral del PP y, por tanto, según su interpretación, la mayor parte de los españoles tiene "la voluntad" de endurecer la norma.

Los derechos "íntimos" y "privados" de las mujeres

Madina, por su parte, ha exigido al titular de Justicia que "pare" sus planes y "escuche" a la sociedad y a las mujeres. El socialista ha considerado que el derecho de las mujeres a continuar o no con sus embarazos pertenece ámbito "privado", "íntimo" y "personal" y por tanto no les corresponde al ministerio de Justicia regularlo. "Quién es usted para decir algo sobre los procesos íntimos de las mujeres", se ha preguntado, antes de solicitar a Ruiz-Gallardón que "aprenda a distinguir" entre sus propias opiniones y las decisiones que debería tomar un ministro de Justicia.